BRICS, desarrollo y acaparamiento de tierras

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En marzo de 2013, se reunieron en Durban, Sudáfrica los presidentes del grupo llamado BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Cercados por numerosas vallas para que nadie que se atreviera a protestar pudiera acercarse, los presidentes de dichos países discutieron varios temas, entre ellos, propuestas de cooperación.

Una de las propuestas que tuvo más destaque en la divulgación del evento fue la creación de un banco de desarrollo de los BRICS, con un capital inicial de US$50 mil millones, aportados en partes iguales por los cinco países del bloque.

Experiencias con bancos similares en países como Brasil (BNDES) muestran que este tipo de banco es promotor de un modelo de desarrollo verticalista, que beneficia a las grandes empresas y contribuye al proceso de acaparamiento de tierras. El BNDES en Brasil ha apoyado intensivamente, por ejemplo, la expansión de millones de hectáreas de monocultivos de eucalipto para celulosa de exportación, y de caña de azúcar para azúcar de exportación, además de etanol. También ha financiado al sector de carnes de exportación -que incentiva la expansión de las zonas de pastura incluso en la Amazonía-, así como la construcción de complejos hidroeléctricos, a la minería y al sector petrolero, que se ha expandido en gran medida en Brasil en plena época de crisis climática y ambiental, llevando a un acaparamiento sin precedentes de ‘tierras’ en el mar, además de contaminación, perjudicando las actividades de miles de pescadores artesanales.

Decenas de organizaciones no gubernamentales presentes en Durban también mostraron preocupación con el tema de la transparencia de dicha iniciativa, debido a que actualmente el BNDES es uno de los bancos con menos transparencia, carente de una política social que evite las financiaciones de proyectos que aumentan el proceso de acaparamiento de tierras, así como las injusticias sociales y ambientales.

La organización Oilwatch señaló en una carta de posición que la idea de los BRICS, pese a mostrarse como una suerte de ‘oposición’ a un mundo dominado por los países ricos, nació, en realidad, como la idea de uno de los mayores íconos del capital financiero, la empresa Goldman Sachs, que tiene su sede en el centro financiero de Nueva York. Esto puede llevar a pensar que esta iniciativa quizás no haya sido ideada para beneficiar e involucrar efectivamente a las grandes mayorías populares, sino que fue ideada para beneficiar a unas pocas empresas, a sus países y al Norte.

Oilwatch denuncia que las grandes corporaciones de los países BRICS no son diferentes a otras multinacionales globales del Norte: aplican la misma lógica y los mismos métodos y buscan aumentar su alcance dentro y fuera de sus países. Los países se consideran mercados y sus poblaciones, mano de obra, la cual se busca donde sea más barata. Los países no se consideran territorios, con pueblos, identidades y culturas. Pero son esos pueblos los que sufren y sufrirán las consecuencias tanto de la ‘mayor cooperación’ entre los BRICS como de las acciones de un nuevo banco de desarrollo, mientras las grandes empresas de esos países se apoderan de cada vez más territorios para obtener más ganancias.

Oilwatch afirma que: “Con el acaparamiento de tierras, los BRICS y otros bloques similares buscan fortalecer tanto las agendas neoliberales que han fracasado, como una civilización obsoleta basada en energía sucia, en especial de combustibles fósiles. Parece que los BRICS no se dan cuenta de que el destino de su camino sobre las ruedas de los mercados, empujado por inversiones sucias y mediante la apropiación de los recursos, es un camino sin retorno”.

Con relación a la propuesta del banco de desarrollo de los BRICS, Oilwatch sostiene que: “Un Banco de los BRICS solo agravaría el caos social, económico y ambiental ya causado, en parte, por la financiación multilateral. Las instituciones para la financiación al desarrollo que ya existen en países de los BRICS - como el Banco de Desarrollo del Sur de África y el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), brindan una lección clara al respecto (…). Oilwatch Internacional denuncia la invención llamada BRICS y todo agrupamiento llevado a cabo para incentivar agendas que dividen y explotan al mundo. Creemos que llegó el momento de que los pueblos de los países que forman parte de los BRICS, G8 y G20 exijan a sus dirigentes elegidos que prohíban esos bloques que destruyen los espacios multilaterales formales y sumergen al mundo en mayor violencia y crisis más graves, como lo evidencian las crisis estructurales climática, financiera, económica y alimentaria”.

Basado en: http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2013/03/
130327_brics_paralelo_social_mm_rc.shtml
; y la declaración de Oilwatch de 26/03/2013: “BRICS to sustain the oil-based system”, disponible en: http://www.oilwatch.org/en/home/132-several/documents-en/568-brics-to-sustain-the-oil-based-system