Liberia: futuros inciertos - Los impactos de Sime Darby sobre las comunidades

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Liberia, pequeño país del oeste de África con una población de unos 3,5 millones de personas, tiene una economía mayormente agraria y depende en gran medida de la tierra y sus recursos. La mayor parte de sus habitantes vive en zonas rurales y practica la agricultura de subsistencia así como el comercio de productos del bosque para generar ingresos. Los servicios de atención médica son mediocres y, en algunos lugares, inexistentes; la mayoría de los niños no tiene acceso al agua potable ni a una educación decente. El país figura en el lugar 182 de los 187 países incluidos en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD de 2011. Sin embargo, la abundancia de tierras fértiles ha permitido a la población rural de Liberia sobrevivir y prosperar a pesar de circunstancias tan difíciles, para gran asombro de los extranjeros.

Como en muchos países de África occidental – Ghana, Costa de Marfil, Camerún, RDC, etc. – la industria de la palma aceitera se está expandiendo a un ritmo alarmante y con impactos negativos sobre los medios de vida de las comunidades locales.

La empresa malaya Sime Darby (uno de los mayores productores de palma aceitera del mundo) firmó con el gobierno de Liberia, el 23 de julio de 2009, un contrato de arriendo sobre una superficie de 311.187 hectáreas, a la que se llama la Gran Zona de Concesión. Esta zona está situada en cuatro condados: Gbarpolu, Grand Cape Mount, Bomi y Bong.

Cuando el gobierno firmó el contrato con Sime Darby, éste fue considerado como un hito en la carrera de Liberia hacia la recuperación económica, y como un paso decisivo hacia el desarrollo sostenible. La compañía prometió proveer decenas de miles de empleos y contribuir al programa de recuperación económica del gobierno.

Las actividades actuales para el establecimiento de las plantaciones de la compañía tienen lugar en los condados de Bomi y Grand Cape Mount. En Bomi, la empresa está eliminando los viejos árboles de caucho para comenzar a plantar palma aceitera. En Grand Cape Mount, dentro del distrito de Garwula, la compañía instaló un vivero y comenzó a plantar las primeras 5.000 hectáreas.

Pero ahora sucede que, cuando la gente de la zona habla de Sime Darby, no suele comentar los beneficios generados, sino que critica los impactos que han sufrido las comunidades allí donde la empresa ha destruido el bosque y plantado palma aceitera.

La situación de las comunidades del distrito de Garwula afectadas por la expansión de las plantaciones de Sime Darby es catastrófica: la plantación llega hasta las puertas de sus casas, y está devorando sus granjas y campos cultivados. Las opciones de trabajo son escasas. Según la gente del lugar, Sime Darby no les pagó compensación alguna por sus tierras. Aafirman, además, que lo que se les pagó por los cultivos destruidos fue insuficiente, y que también las zonas de bosque que usaban para sus actividades culturales fueron arrasadas y sustituidas por palma aceitera.

“No tuvimos elección. La compañía ya estaba acá, el gobierno le había dado la tierra, ya estaban listos para arrasar nuestras granjas y destruir nuestros cultivos. ¿Qué podíamos hacer? Teníamos que tomar lo que fuera que nos dieran, o se iban a llevar su dinero y destruir la tierra de todos modos”, dijo uno de los aldeanos de Baka y Kenemah.

La mayoría de los hombres y mujeres de las aldeas afectadas está ahora sin trabajo, y sus hijos pasan hambre. No les quedan muchas otras opciones para ganarse la vida.

El gobierno de Liberia y Sime Darby comparten la responsabilidad por la situación lamentable que viven estas comunidades, ya que negociaron un contrato que, obviamente, no puede ser aplicado sin violar los derechos de terceros. Los terceros son en este caso las comunidades que tradicionalmente ocuparon y usaron la tierra, las que poseen títulos colectivos y privados de propiedad de la tierra, los particulares que también tienen derechos de propiedad sobre la tierra, y todos los que poseen tierras u otras formas de bienes referentes a las tierras que caen dentro de la Zona de Concesión. El contrato obliga al gobierno a entregar a Sime Darby las tierras libres de toda carga o impedimento, pero eso es imposible: no existe tierra libre de carga o impedimento en los condados elegidos para el emprendimiento.

El hecho de arrendar tierras tradicionales y propiedades privadas a Sime Darby sin el consentimiento de quienes las usan y de sus propietarios, o sin seguir los procedimientos debidos, sólo puede provocar conflictos. Así, es muy probable que las comunidades y los propietarios privados de las zonas afectadas se opongan constantemente a la implementación del contrato en cuestión. Esto podría llevar al gobierno y a Sime Darby a recurrir a tácticas agresivas para lograr que la empresa siga expandiéndose, o bien hacer que Sime Darby acepte que no puede aplicar el contrato y pida una renegociación de sus términos. La primera opción podría generar conflictos, y éstos volverse violentos, pero la segunda daría al gobierno la oportunidad de rectificar los errores cometidos durante la negociación del contrato actual. Los propietarios privados y las comunidades podrían ser consultados como corresponde, y quienes estén interesados en tener palma aceitera en sus tierras tendrían la posibilidad de negociar un acuerdo justo que tuviera en cuenta sus medios de vida y la salud ambiental de las comunidades en general.

No obstante, por buena que sea la negociación del contrato y por grande que sea el incentivo que el gobierno y Sime Darby estén dispuestos a ofrecer, será inevitable que haya familias, comunidades y titulares de tierras que no quieran ceder sus tierras para realizar plantaciones de palma aceitera. El gobierno y Sime Darby harían bien en reconocer y respetar los derechos e intereses de esos grupos. Esto demostraría no sólo que el gobierno desea realmente respetar las leyes sino que pone el interés de sus ciudadanos por encima de toda otra consideración.

Fuente: lo que precede fue extractado del libro “Uncertain Futures. The impacts of Sime Darby on communities”, redactado por Silas Kpanan’ Ayoung Siakor y recientemente publicado por el WRM y el SDI (Instituto del desarrollo sostenible) de Liberia. El libro está disponible en:http://wrm.org.uy/countries/Liberia/uncertain_futures.pdf