Mito No. 13: La modificación genética es útil y necesaria para mejorar los árboles

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Existe una particular arrogancia asociada a este argumento. Implica que los científicos y las corporaciones saben más sobre mejorar árboles que lo que se ha logrado en 3.000 millones de años de evolución, e ignora el hecho de que algunas especies de árboles que están siendo manipuladas tienen genomas varias veces más largos que el genoma humano. Pero lo que realmente están diciendo es que “la modificación genética de los árboles es útil y necesaria para ganar más dinero.”

La primera suposición que debemos hacer para estar de acuerdo con la afirmación de que “la modificación genética es útil y necesaria para mejorar los árboles”, es que el consumo de árboles puede y debe seguir aumentando indefinidamente, porque podemos modificar los árboles para obtener “más madera en menos tierra” (que es el lema de la empresa biotecnológica ArborGen).

La segunda suposición necesaria es que los científicos pueden crear árboles capaces de ignorar los límites ecológicos – como la disponibilidad de agua, de nutrientes del suelo, etc. – y crecer cada vez más rápido en extensiones de tierra cada vez más pequeñas.

El tercer supuesto que debemos aceptar es que los científicos pueden comprender y enfrentar toda la variedad de impactos posibles de estos árboles, estudiándolos en ensayos de campo durante aproximadamente 5 años, a pesar de que los rasgos que están modificando e introduciendo en estos árboles no hayan existido nunca antes y que los árboles puedan sobrevivir en el medio ambiente durante muchas décadas. También debemos creer que la modificación genética en sí misma es segura, y que entreverar y mezclar los genomas de los árboles con genes de otros organismos no tendrá consecuencias negativas, impredecibles o involuntarias.

La suposición final que debemos hacer es que los científicos pueden fabricar árboles que nunca escaparán hacia bosques nativos – ya sea por la contaminación a través del polen de especies silvestres de la misma familia, o por el escape de especies invasoras no nativas, como el eucalipto. Debemos creer esto, aunque los árboles puedan esparcir su polen y semillas por cientos de kilómetros y aunque los propios científicos que trabajan con árboles transgénicos muestren una gran preocupación por la contaminación involuntaria de especies que no se desea modificar.

Por lo tanto, si logramos bloquear el lado racional del cerebro y creer solamente en un mundo de fantasía, entonces, y sólo entonces, podremos creer que “la modificación genética es útil y necesaria para mejorar los árboles.” Afortunadamente, la mayoría de nosotr@s aún tenemos un cerebro racional en funcionamiento y podemos denunciar esto como una gran mentira.

Anne Petermann, Global Justice Ecology Project, EE.UU.