Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe

Durante los días 2 y 3 de mayo de 2014 se realizó en Santiago, Chile, la IV Conferencia Especial para la Soberanía Alimentaria de los Movimientos Sociales de América Latina y el Caribe. La actividad fue organizada por la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, una importante articulación - formada en 2012 - de movimientos sociales indígenas, campesinos, trabajadores rurales, pescadores artesanales, mujeres, ambientalistas y ONGs. 

La Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe busca articular sectores del campo y de la ciudad con el objetivo de unificar las banderas comunes a favor de la soberanía alimentaria.

Con el lanzamiento del Año Internacional de la Agricultura Familiar por parte de la FAO y su preocupación prioritaria en erradicar el hambre y la pobreza en América Latina y el Caribe, las diversas organizaciones que componen dicha Alianza consideraron importante reunirse para debatir cuáles son las principales consideraciones que los movimientos sociales tienen sobre dichos asuntos.

La primera consideración que la Alianza destacó fue que la terminología agricultura familiar es insuficiente. Actualmente el sector que produce alimentos en pequeña escala y contribuye con la soberanía y seguridad alimentaria de los pueblos latinoamericanos y caribeños está formado por hombres y mujeres, agricultores familiares, campesinos, indígenas y pescadores artesanales.

Los movimientos sociales reconocen y valorizan los esfuerzos de la FAO para erradicar el hambre y la pobreza. Sin embargo, no se puede resolver un problema sin atacar sus causas. El modelo de producción y comercialización industrial a gran escala basado en el monocultivo y la utilización de agrotóxicos y abonos sintetizados fue el gran causante del acaparamiento de tierras y de ingresos, que expulsó a miles de personas del campo y así exterminó culturas y biodiversidad, además de provocar contaminación ambiental, en los seres humanos, los cursos de agua, los suelos.

Es por ello que los movimientos sociales reafirman que solamente con soberanía alimentaria será posible erradicar el hambre y la pobreza en el campo, y para ello, la FAO debe considerar la agricultura de pequeña escala de producción de alimentos saludables como parte importante de la solución de dos grandes problemas que asolan a la humanidad: el hambre y la pobreza.

En ese sentido, la Conferencia declaró algunos puntos centrales para que sean considerados por la FAO en el próximo período. Entre ellos, la demarcación de las tierras indígenas, la concretización de la reforma agraria integral, la priorización de políticas públicas que promuevan la soberanía alimentaria (pequeñas industrias de procesamiento, desarrollo de la pesca artesanal, alimentación escolar, políticas estatales de subsidios y compras públicas), la garantía de los derechos de los trabajadores asalariados rurales y el fin del trabajo esclavo.

Más allá del debate que debe ocurrir por la vía institucional a partir del diálogo con la FAO, los integrantes de la Alianza reafirmaron su compromiso en continuar la lucha incesante por la producción de alimentos saludables, defendiendo la tierra, las semillas nativas, preservando la biodiversidad, protegiendo el medio ambiente y alimentando a la humanidad. 

Por Dayana Mezzonato, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil y de la Vía Campesina

Vea también la declaración del encuentro (EN ESPAÑOL) en http://www.biodiversidadla.org/Principal/Coberturas_especiales/IV_Conferencia_Especial
_para_la_Soberania_Alimentaria/Declaracion_sobre_la_Biodiversidad_para_el_Sustento_%
21Debemos_detener_ya_la_destruccion_de_las_bases_de_nuestra_subsistencia