Boletín Nro 215 – Junio 2015

 

  No es novedad que los proyectos extractivistas a lo largo de América Latina han ido imponiendo un modelo de extracción y exportación cada vez más profundo. La competencia por ser destino de inversiones mineras, petroleras, forestales o pesqueras es una característica de la mayoría de los países de la región. Sin embargo, el modelo extractivista recibe cada vez más críticas y resistencia de amplios sectores de la sociedad, incluida la academia, organizaciones de derechos humanos y los movimientos sociales.

En la actualidad, el sector de la minería es uno de los principales motores del sistema económico mundial. En diversos países, los casos de expropiación de las poblaciones nativas son recurrentes, incluyendo la pérdida de territorios, la desintegración de los lazos de solidaridad de la comunidad, la contaminación de territorios y manantiales de agua y la explotación intensiva de trabajadores; además de la criminalización de los grupos que se atreven a enfrentar a las grandes corporaciones.

El carbón mata a la gente. El carbón destruye la salud y el bienestar de las comunidades. El carbón devasta la tierra, el agua y los ecosistemas y el carbón está destruyendo nuestro planeta. Éstas son las conclusiones de la reunión “Women stand their ground against Big Coal” (Mujeres Firmes contra el Carbón), que tuvo lugar en Johannesburgo, Sudáfrica, en enero de 2015. La reunión, convocada por “WoMin: Mujeres africanas unidas contra el extractivismo extractivo”, congregó cerca de dos docenas de organizaciones con más de cincuenta mujeres activistas de base y líderes de la región de África meridional. Declaró que “Las mujeres son quienes producen el alimento y lo ponen en la mesa.

India es el segundo mayor exportador de granito, gran parte del cual termina en el mercado europeo. Los principales compradores de granito son el sector de construcción, la industria funeraria y el sector minorista (para mesadas de cocina, adornos de jardín, etc.). Sin embargo, la mayoría de los importadores del granito de la India no dan a conocer de qué canteras proviene la piedra o argumentan que no saben de dónde proviene.

Miembros de la sociedad civil y las comunidades de África y el Reino Unido enviaron una carta a la cumbre sobre la minería en África -“Mining on Top Africa” -, celebrada en Londres el 24 y 25 junio y considerada la conferencia sobre minería africana más decisiva para Europa. La carta denuncia cómo debido a la introducción de la minería a gran escala, numerosas comunidades de África sufren el desplazamiento, la pobreza, la enfermedad, la contaminación masiva, la pérdida de tierras ancestrales y fértiles para la agricultura y la destrucción de sus medios de vida y su cultura.

Concebido en 2012 por un grupo de personas, organizaciones y redes, el movimiento “Sí a la Vida, No a la Minería” se compromete a tomar medidas contra el impacto cada vez más devastador de la industria minera. Su objetivo es conectar a las comunidades que dicen NO a la minería a través de todo el planeta, con el fin de que a partir de la solidaridad y el apoyo mutuo logren mantenerse firmes. En su página de internet comparten materiales útiles y proporcionan un espacio a través del cual se publican historias de resistencia, victorias y luchas. Invitan a las comunidades y grupos a enviar peticiones, publicar fotos, videos o enviar cartas de solidaridad, y conectarse directamente con las comunidades afectadas.

Los miembros de la red Oilwatch África se reunieron en Lomé, Togo, el 9 de junio de 2015, para discutir las consecuencias de la dependencia mundial de combustibles fósiles sobre el clima, la soberanía alimentaria, la nutrición y el bienestar en África. La conferencia especial examinó los impactos ambientales y socioeconómicos de la extracción de petróleo, gas y carbón, así como sus impactos en la producción de alimentos, la contaminación del agua, la deforestación y la creciente tendencia de acaparamiento de tierras en el continente.

El proyecto “Tejiendo Resistencias” de la organización “Programa de Democracia y Transformación Global” de Perú comparte tres videos que dan testimonio de la lucha constante y valiente de, en especial, las mujeres de las provincias de Celendín, Bambamarca y Cajamarca, en la sierra norte peruana. Estas tierras vienen resistiendo por más de tres años el mega proyecto minero Conga de la empresa peruana Yanacocha, asociado con Compañía de Minas Buenaventura, la empresa estadounidense Newmont Mining Corporation y la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial.

Un documental lanzado recientemente revela el mayor proyecto de extracción de hierro del mundo, el “Programa Grande Carajás”, ubicado en los estados brasileños de Maranhão y Pará, y muestra los impactos en la vida de las comunidades afectadas. En esta región, las personas afectadas por los proyectos mineros son apoyadas por la red Justicia sobre Rieles, una coalición de comunidades afectadas, organizaciones, grupos pastorales, movimientos sociales y grupos académicos de investigación que luchan por la justicia ambiental en el norte de Brasil.

Una base de datos llamada “Del Dinero a los Metales” recoge datos sobre las instituciones comerciales y privadas que pretenden beneficiarse de la extracción y procesamiento de minerales. La base de datos examina los antecedentes, la inversión y las estrategias de gestión de unos 900 bancos, financiadores privados, compañías de seguros, fondos de cobertura y firmas de capital privadas, así como algunos individuos, que han proporcionado estímulo financiero a numerosas empresas mineras. Se puede acceder a la base de datos (en inglés) en: http://moneytometal.org/index.php/From_Money_to_Metal

Una película de “The Source Project” examina cómo las comunidades de la región de Karamoja, en Uganda, se han estado organizando junto con la alianza Uganda Land Alliancepara garantizar que se respeten sus derechos sobre las tierras comunales, haciendo frente a la adquisición a gran escala de tierras para la explotación de minerales. Puede verse el video (en inglés) en:

Minerales de todo tipo (podrían haber más de 10 variedades en un solo teléfono inteligente) se extraen en diferentes países - desde tantalio en el Congo a estaño en Filipinas -, para luego ser enviados por agua o tierra alrededor de todo el planeta a los centros de manufactura. Se estima que las actividades mineras a nivel mundial se triplicarán para el año 2050, expandiéndose a más bosques y zonas costeras, territorios indígenas, parques naturales y sitios protegidos. Estas apropiaciones de tierras ocurren en gran medida sin el consentimiento de las comunidades locales, ya que los gobiernos y las empresas se confabulan para eludir el respeto por los derechos de las personas.

Un informe reciente de la Fundación GAIA y aliados expone cómo la producción de alimentos de millones de pequeños agricultores y comunidades en el mundo, se ve crecientemente amenazada por la rápida expansión de la minería. El informe analiza: “el verdadero impacto de la minería - desde la prospección y las operaciones propiamente dichas, hasta la clausura - sobre la agricultura, la producción de alimentos, la fertilidad del suelo, los sistemas de agua dulce, el aire que respiramos, y nuestro clima ya en riesgo. Sin ecosistemas saludables no puede haber alimentos sanos. Sin agua no puede haber vida”.