Si nos tocan la sangre, nos tocan la tierra
Si nos tocan la tierra, nos tocan la sangre
Consigna de las mujeres del pueblo Xinka (Guatemala)
La política de desarrollo de los últimos gobiernos nacionales en Colombia ha sido la de priorizar la extracción de bienes naturales, con explotaciones a gran escala, para la exportación. Para ello, la “confianza inversionista” se ha constituido en el discurso que justifica la promoción de políticas, programas y proyectos que favorecen a las grandes transnacionales mineras y petroleras. Mientras avanza la frontera extractiva y se consolidan proyectos para la extracción, fundamentalmente de petróleo y minerales, crece también la defensa de los territorios del agua y de la vida, varios de estas luchas lideradas por mujeres.
En Santander, las mujeres del río Sogamoso han luchado durante varios años en defensa de su territorio frente al proyecto hidroeléctrico que ha usurpado el nombre del Río. En 2011, las mujeres del norte del Cauca realizaron una marcha rechazando la minería ilegal y legal que perturba su tranquilidad y no garantiza su buen vivir. En Piedras, Tolima, un grupo de mujeres fue el corazón de la primera consulta popular que se ha realizado en Colombia contra la minería. En la Guajira las mujeres se han organizado para defender su territorio de una explotación de carbón que tiene ya varias décadas de extracción; en todo el país, las mujeres son cruciales en las luchas antiextractivas, y su voz y propuestas se hacen cada vez más presentes en los escenarios de la confrontación con las políticas y proyectos.
Esta situación es similar en el escenario latinoamericano. En Honduras es imposible imaginar el proceso social contrahegemónico sin recordar el papel que cumplió Berta Caceres, recientemente asesinada; en Ecuador, las mujeres indígenas y ecologistas han liderado gran parte de las dinámicas de defensa territorial; en Perú, Máxima Acuña Atalaya, una mujer campesina, se enfrentó a la empresa minera Yanacocha y a la policía para defender su territorio en Cajamarca del proyecto minero Conga. Máxima fue recientemente reconocida con el premio internacional Goldman, que se entrega a destacadas personas defensoras de la naturaleza. A nivel de articulación, existe la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de la Naturaleza, que articula procesos de mujeres desde México hasta el Cono Sur del continente.
En este contexto y desde hace más de dos décadas, Censat Agua Viva (Amigos de la Tierra, Colombia) acompaña a comunidades y organizaciones que defienden sus territorios frente al avance de los procesos extractivos. En 2011, el contexto de profundización del modelo extractivista atizó las luchas sociales en defensa del agua y la vida, y en estos procesos la participación de la mujer se hizo cada vez más notoria. Por esta razón, decidimos convocar el Encuentro Nacional y Latinoamericano Mujeres y Minería, con el propósito de socializar la dimensión de la política nacional minera y su plan de desarrollo, así como los impactos sobre la vida de las mujeres y las alternativas que ellas y las comunidades construyen en defensa de su vida, su cuerpo y su territorio. Este encuentro contó con la presencia de mujeres de varios países latinoamericanos y la participación activa de mujeres de varias regiones del país, posibilitando la realización de un diagnóstico del impacto de la minería sobre la vida de las mujeres y las condiciones de sus territorios y comunidades, e identificar y socializar acciones de resistencia comunitaria en la defensa del territorio, y las formas como las mujeres se involucran en estos procesos.
En 2013, se convocó a un grupo de alrededor de 45 mujeres provenientes de Caquetá, Santander, Guajira, Meta, Chocó, Tolima, Norte de Santander, Putumayo, Cauca, Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Bogotá, Vaupés, para que hicieran parte de la Escuela de la Sustentabilidad Mujeres y Minería. Las mujeres hacen parte de organizaciones campesinas, indígenas, negras, ambientalistas y urbanas.
A través de este proceso formativo se posibilitó el intercambio de experiencias y se logró una reflexión que permitió ahondar sobres las afectaciones a las relaciones sociales y culturales de las mujeres que habitan un territorio donde se desarrolla alguna actividad extractiva. A partir de este trabajo se reconocieron las afectaciones directas en el cuerpo de las mujeres y se fortaleció la posición de defender el territorio-cuerpo para defender el territorio-tierra; enfatizando en la relación con los bienes comunes, principalmente con el agua.
En los procesos organizativos las mujeres han potenciado la revalorización de los saberes tradicionales y la cultura, y han contribuido a democratizar las organizaciones comunitarias y sociales. El énfasis sobre la economía, la defensa del territorio y la cultura en manos de las mujeres, llevan a la reflexión colectiva y fortalecen los lazos comunitarios. No obstante, aún la inserción de la mujer en los diferentes espacios y procesos de resistencia requiere de un trabajo sistemático y constante, pues muchos espacios de la vida política y social del país están hechos por hombres y para hombres.
Sobre nuestro ejercicio documental
Durante más de cuatro años, registramos en material audiovisual la dinámica organizativa y formativa de las mujeres en la Escuela de la Sustentabilidad y sus encuentros, transitamos las regiones para acompañarlas y registrar sus luchas, sus movilizaciones, sus protestas.
El documental “Mujeres Defendiendo Territorios” (1) permite de esta manera hacer evidentes las dificultades que las mujeres sufren, lo que Berta Cáceres caracteriza como el “sistema capitalista, racial y patriarcal”, que se sustenta en una “dictadura transnacional”, que funciona a través del despojo de territorio a las comunidades y que violenta de manera particular las vidas de las mujeres. La minería, en palabras de Lorena Cabnal ejerce violencia sobre los cuerpos y la naturaleza.
Las defensoras de la vida y los territorios se enfrentan permanentemente a contextos locales de represión y agresión. Son frecuentes los hostigamientos, las amenazas, la persecución a las mujeres defensoras, por parte de los estados, los actores armados, las empresas privadas e incluso por parte de compañeros de sus organizaciones que se oponen a la participación y liderazgo de las mujeres. La impunidad frente a estas agresiones reina. Por ello, las mujeres, junto a sus organizaciones han debido generar estrategias para enfrentar la persecución, amenazas de muerte y criminalización de la que son objeto.
Pero las mujeres no solo denuncian, el documental permite ver, cómo también se constituyen en semillas de movilización y resistencia. Las mujeres hacen marchas, organizan consultas autónomas y populares para que las comunidades y la ciudadanía puedan expresar su rechazo a la minería en su territorio, fortalecen sus argumentos, construyen propuestas económicas, e impulsan estrategias de cuidado de la vida y del territorio.
El documental deja ver además la diversidad de las luchas de estas mujeres indígenas, campesinas, afrocolombianas y urbanas que tejen solidaridad, fuerzas, propuestas, saberes y memoria para seguir movilizándose y construyendo activamente en sus comunidades locales y aunando lazos de solidaridad en sus luchas con otros procesos en América Latina.
A disfrutar del video!
Censat Agua Viva, Colombia
http://censat.org/
(1) Ver video en: http://censat.org/es/videos/mujeres-defendiendo-territorios