El Banco Mundial prepara el camino para una estrategia nacional en compensación de biodiversidad en Liberia

 

En marzo de 2015, el Banco Mundial presentó un informe que ayudará a las empresas mineras que operan en Liberia a presentarse como defensoras de la biodiversidad a pesar de que sus actividades continuarán destruyendo algunos de los bosques más biodiversos del país. El informe explora la factibilidad de implementar en Liberia un sistema nacional de compensación de la biodiversidad, y el Banco Mundial ve potencial para beneficiarse de dicho plan, no sólo por parte de la industria minera sino también de las empresas palmícolas y forestales. No se sabe si los autores del informe consultaron a las comunidades locales que corren el riesgo de perder el acceso a la tierra que constituye su medio de sustento, no sólo por las operaciones mineras sino por el establecimiento de las áreas de compensación de biodiversidad destinadas a compensar la destrucción de las empresas mineras. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que se consultó a las ONGs conservacionistas internacionales y a las empresas mineras y de palma de aceite: en el informe figura un agradecimiento expreso por sus contribuciones.

El Banco Mundial ha sido un actor central en el desarrollo de las compensaciones de carbono. La idea detrás de las compensaciones de carbono es que las industrias contaminantes pueden seguir contaminando siempre y cuando “compensen” su contaminación a través de la ejecución de algún proyecto de “compensación” que argumente reducir una cantidad equivalente de contaminación en otros lugares. El Banco administra 10 “fondos de carbono” que ayudan a los países industrializados a comprar créditos de carbono. Estos créditos les permiten seguir quemando combustibles fósiles en sus propias fábricas y refinerías y afirmar que eso no tiene ningún impacto negativo en el clima porque han pagado para que alguien más supuestamente reduzca una cantidad “equivalente” de emisiones de gases de efecto invernadero para ellos. Pero estas emisiones de combustibles fósiles en los países industrializados son la principal causa del cambio climático, y es en esos países que el uso excesivo de combustibles fósiles debe parar.

El Banco Mundial está experimentando con la forma de ampliar la idea errónea del comercio de carbono. La Unidad de Carbono del Banco administra cinco fondos que tienen como objetivo ampliar los mercados de carbono, por ejemplo, mediante la inclusión de las emisiones derivadas de la deforestación y la agricultura en los mercados de carbono (ver Boletín del WRM de enero de 2014 y (1) sobre los problemas que acarrea esta noción). El Banco, además, ve potencial en los mercados de compensación mucho más allá del mercado de carbono. Desde 2012, la Corporación Financiera Internacional - el brazo del Banco Mundial que presta dinero a las corporaciones del sector privado - exige a las empresas que financia que demuestren cómo van a “compensar” el daño que causarán sus actividades a la biodiversidad. (2) En la medida que una empresa pueda mostrar un plan que explique cómo lo que se destruye en un lugar se volverá a recrear en otro lugar, ésta puede continuar con la destrucción. ¡Las compensaciones necesitan de la destrucción! El WRM ha documentado ampliamente lo erróneo de este concepto y cómo la noción de compensación ignora los impactos del uso industrial del suelo en las comunidades y cómo muchas iniciativas de compensación de carbono han perjudicado a las comunidades y han provocado situaciones de conflicto (ver entre otros el informe del WRM “REDD: Una colección de conflictos, contradicciones y mentiras”). Debido a que la idea de la compensación es errónea - que justifica que haya más destrucción o contaminación bajo el supuesto de que el daño se puede deshacer en otros lugares y, por tanto, no hace nada para detener la minería y la destrucción que provoca -, las compensaciones no son solamente una falsa solución a la crisis de la biodiversidad sino también a la crisis climática y a la crisis de los bosques.

Esto no impide al Banco Mundial, sin embargo, proponer que Liberia implemente una estrategia nacional de compensación de la biodiversidad - y el Banco Mundial ya ha trabajado en cómo debería ser ese plan. En marzo de 2015, el Banco presentó “Un Sistema Nacional de Compensación de Biodiversidad: Una hoja de ruta para el Sector Minero de Liberia”. Se trata de un informe “que explora la factibilidad de implementar un plan nacional de compensación de la biodiversidad en Liberia para ayudar a minimizar los impactos adversos sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas resultantes de la minería”. Los dos consultores que habían escrito el informe resumieron su propuesta durante un seminario en línea el 27 de marzo de 2015 (3), organizado por el “Programa de Negocios y Compensaciones de Biodiversidad” (BBOP por su sigla en inglés). (4)

El informe analiza las diferentes formas en que puede utilizarse el dinero del sector minero para financiar “áreas protegidas” en Liberia. Lo que el informe no menciona es que las concesiones mineras se encuentran en la región más biodiversa de Liberia y que destruirán no solamente los bosques ricos en biodiversidad sino también los medios de vida de las comunidades que dependen de los bosques y la biodiversidad que éstos contienen. En cambio, el informe describe a las compensaciones de biodiversidad como “una oportunidad para que el sector privado contribuya a una red de áreas protegidas que carecen de fondos suficientes” - lo que posiblemente provoque que las comunidades pierdan acceso a la tierra de la que dependen para su sustento, no sólo por la minería sino también por la compensación de la biodiversidad que está destinada a compensar la destrucción de la minería.

Existe escasa información en el informe acerca de cómo fueron consultadas las comunidades locales en la preparación de la propuesta del Banco Mundial para una estrategia nacional sobre diversidad biológica para Liberia. En contraste, los autores del informe agradecen por su contribución a, entre otros, individuos de las ONGs de conservación internacional Flora Fauna Internacional y Conservación Internacional, al Consejo Internacional de Minería y Metales, a las empresas mineras ArcelorMittal Liberia, BHP Billiton, Vedanta, Putu Iron Ore Mining, a la empresa petrolera Exxon Mobil, y a la compañía de palma aceitera Oro Veroleum Liberia. Uno de los autores también comentó con orgullo durante el seminario en línea que durante el lanzamiento del informe, en una reunión en la capital de Liberia, Monrovia, el día previo a dicho seminario, “todas las empresas mineras que actúan en Liberia estaban presentes en el taller, así como al ministro”. Explicó además que “a un par de empresas mineras en Liberia [...] les gustaría compensar dentro de áreas protegidas”, y que esto había contribuido a la idea de desarrollar la propuesta de un plan nacional de compensación de la biodiversidad para Liberia. La discusión que siguió a la presentación en línea del informe también reveló la intención del Banco Mundial de explorar cómo otras industrias que dependen de la destrucción de la biodiversidad para llevar a cabo sus negocios podrían ser incluidas en el plan nacional de compensación de la biodiversidad.

Frente a una pregunta sobre las posibilidades para otros sectores, uno de los autores del informe comentó que el sector de la palma aceitera sería uno de los sectores obvios. Compañías palmícolas, en particular Sime Darby y Equatorial Palm Oil PLC (EPO), se han enfrentado a la firme oposición de comunidades de Liberia (ver el pedido de acción “Apoyo al Clan Jogbahn de Liberia. Hazle saber a la empresa Equatorial Palm Oil que NO significa NO” y el Boletín del WRM de abril de 2014). Sus planes de expandir las plantaciones de palma aceitera en tierras de las que dependen las comunidades han provocado un conflicto significativo. Sin ninguna referencia a esta historia de conflicto, uno de los autores del informe considera que una empresa de palma aceitera como Sime Darby podría escoger áreas de “bosques con alto valor de conservación” como posibles sitios de compensación de la biodiversidad para cumplir con la norma de la RSPO. (5) Al determinar esos “bosques con alto valor de conservación” como compensaciones por la pérdida de la biodiversidad, la empresa de palma aceitera que evita la destrucción provocada por sus plantaciones de palma en un pedazo de bosque puede todavía lucrar con esas tierras ¡vendiendo la biodiversidad como una compensación para una compañía minera!

Jutta Kill, jutta@wrm.org.uy
Secretariado Internacional del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM)

(1) Informe sobre el Fondo Cooperativo del Banco Mundial para el Carbono de los Bosques, por FERN y Forest Peoples Programme (2014): Implement in haste, repent at leisure.http://www.fern.org/implementinhaste
(2) CFI, Norma de Desempeño 6 sobre “Conservación de la biodiversidad y gestión sostenible de los recursos naturales vivos”.
(3) http://bbop.forest-trends.org/documents/files/liberia_webinar.pdf
(4) La iniciativa BBOP fue creada por Forest Trends, una organización que promueve mercados de “servicios ecosistémicos”. Entre los miembros del BBOP figuran empresas, instituciones financieras, agencias gubernamentales y ONGs conservacionistas. Su objetivo es “probar y desarrollar las mejores prácticas en las compensaciones de biodiversidad y los bancos para la conservación en todo el mundo”. http://bbop.forest-trends.org/pages/about_bbop
(5) Para más información sobre la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible, RSPO, y cómo ayuda a las empresas a “maquillar de verde” su expansión de las plantaciones de palma aceitera, ver “12 respuestas a 12 mentiras sobre los monocultivos de palma aceitera”. Uno de los requisitos de la RSPO es que las empresas acuerden con las ONGs un mapa sobre qué áreas son consideradas “bosques de alto valor de conservación” dentro de la concesión, y eximirlas de la conversión a plantaciones. Numerosas comunidades, sin embargo, consideran que la totalidad de su territorio es de “alto valor”.