Nigeria: petróleo bajo tierra y mucho más

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En noviembre de 2009, 117 organizaciones nigerianas firmaron una declaración dirigida al gobierno, con un mensaje estimulante: hay que dejar el petróleo bajo tierra. En ella manifestaban que coincidían en oponerse a todo nuevo campo petrolero, y pedían a todos los pueblos y organizaciones progresistas que apoyaran su reclamo de dejar en tierra todo nuevo yacimiento de petróleo que se descubra y de no explotar tampoco el bitumen.

En el transcurso de medio siglo, Nigeria se ha convertido en el mayor productor de petróleo crudo. La base de su economía es la extracción de petróleo realizada en el Delta del Níger por grandes empresas extranjeras. Sin embargo, cabe preguntarse qué ventaja ha traído esto al país.

La organización Environmental Rights Action / Amigos de la Tierra Nigeria (ERA/FoEN), junto con el Ministerio Federal del Ambiente, organizó en el estado de Rivers la Segunda Consulta Nacional sobre el Ambiente, bajo el título “Una visión de Nigeria en la era post-petrolera”.

El objetivo de esta consulta fue estimular un amplio debate nacional sobre el estado del medio ambiente. La urgencia de “despertar en todas las partes interesadas en el proyecto nigeriano la conciencia de que el petróleo tiene efectos devastadores sobre la economía y el ambiente y que es fundamental planear una economía post-petrolera”, lo cual sería muy oportuno en esta época de cambio climático.

Líderes civiles, organizaciones comunitarias, organizaciones de la sociedad civil, expertos en desarrollo, universitarios, abogados, periodistas y representantes de instituciones gubernamentales se reunieron para examinar “el impacto creciente que tiene sobre el clima la extracción de combustibles fósiles y los problemas que implica el hecho de que el petróleo sea la base económica de Nigeria”.

Se concluyó que la extracción de petróleo realizada en Nigeria desde hace muchos años “no ha tenido consecuencias positivas para la ciudadanía, y en particular para los pobladores del Delta del Níger, que han visto perjudicados sus medios de vida a causa de la contaminación permanente de las tierras agrícolas y los ríos”.

En el Delta del Níger, la esperanza de vida es de sólo 41 años, un promedio lamentablemente bajo, resultado de la contaminación ambiental sumada a las graves violaciones de los derechos de las mujeres, de los niños y de todas las personas que se han vuelto vulnerables debido a los conflictos por los recursos. La reunión llegó a la conclusión de que “la apropiación masiva de tierras por parte de las agroindustrias y las empresas petroleras está erosionando los métodos de cultivo tradicionales del continente africano”, lo cual vulnera la soberanía alimentaria de los nigerianos.

El petróleo deja en Nigeria un rastro de muerte, violencia y hambre. Más aún: la corrupción va de la mano con las operaciones petroleras, provocando conflictos violentos y el aumento de la criminalidad. “La industria petrolera nigeriana sigue estando plagada de robos de petróleo y de inexactitudes entre el volumen extraído y el que se declara, ridiculizando la tan mentada política de transparencia y responsabilidad del gobierno”, dice la declaración.

El informe de ERA “Construyendo una Nigeria post-petrolera” afirma que “En 50 años de producción de petróleo, esta región ecológicamente productiva ha sufrido una gran degradación del hábitat, desaparición de bosques, descarga de productos tóxicos, excavaciones y rellenos, y alteraciones significativas debido a la construcción de rutas y oleoductos para la industria petrolera. La frecuencia y la extensión de los derrames de petróleo que han ocurrido son especialmente preocupantes. Las cifras declaradas nunca son exactas pero, según estimaciones independientes, cada año se derraman al menos 115.000 barriles (15.000 toneladas) en el Delta, por lo cual esta región es uno de los dos ecosistemas del mundo más perjudicados por el petróleo”.

Para completar todo esto, la extracción de petróleo es una causa de recalentamiento global. La quema permanente de gases en el Delta del Níger – una actividad ilegal que deja secuelas de muerte por leucemia, bronquitis, asma, cáncer y otras enfermedades – demuestra “la falta de disposición a comprometerse a reducir los efectos del cambio climático”, denunciaron los participantes.

Como conclusión, los participantes redactaron una declaración reclamando enérgicamente al Gobierno Federal de Nigeria que:

“* Todo nuevo yacimiento que se descubra debe quedar en el subsuelo. Se debe detener la explotación de bitumen planeada, pues dicha extracción sería desastrosa para las comunidades y provocaría conflictos aún mayores.

* Es necesario popularizar el mensaje “Dejar el petróleo bajo tierra”.

* La combustión de gases viola el derecho constitucional de los nigerianos a la vida y debe ser suspendida hoy mismo.

* El Gobierno Federal debe adoptar las medidas necesarias para verificar y publicar los volúmenes de petróleo que se extraen diariamente en el país y, a continuación, tomar medidas inmediatas para detener todas las formas de robo de petróleo.

* Es necesario informar y movilizar a las comunidades locales para que se opongan a la combustión de gases y a las demás actividades nocivas para el ambiente que se realizan en el Delta del Níger y en otros lugares de Nigeria donde los conflictos por los recursos son cada vez mayores.

* Una auténtica Ley sobre la Industria Petrolera debe integrar los problemas genuinos de las comunidades petroleras, y buscar su integración en los planes de manejo ambiental. Asimismo, debe prever sanciones adecuadas para el caso en que se infrinjan sus disposiciones.

* Debe anularse toda cláusula de la Ley sobre la Industria Petrolera que apunte a la expropiación de tierras y recursos de la población.

* Los dirigentes políticos del Delta del Níger deben dar buen uso a los recursos de la región para su desarrollo.

* El programa de amnistía del Gobierno Federal debe enfrentar los verdaderos problemas de subdesarrollo del Delta del Níger y abrir canales para la reconciliación auténtica de todos los pobladores agraviados de la región.

* El Estado nigeriano debe financiar una educación cualitativa y la investigación autóctona para enfrentar los problemas de desarrollo.

* Es necesario proteger a las mujeres y a las personas vulnerables de la sociedad de los efectos de los conflictos por los recursos, y dar una reparación adecuada a los casos identificados de violación de derechos.

* Las comunidades interesadas, los grupos de la sociedad civil, las agencias gubernamentales, los medios de difusión, entre otros actores, deben trabajar juntos para denunciar las prácticas ambientales inviables y reclamar la adopción de leyes que inviertan esa tendencia.”

El petróleo se ha convertido en la principal fuente de energía del mundo globalizado, a expensas del clima y de los derechos humanos. Ya es tiempo de que mundo busque nuevas sendas para producir energía, desarrollarse y convivir en paz. El reclamo nigeriano va en esa dirección, y pensamos que habría que respaldarlo con fuerza y reproducirlo en el mundo entero como base verdadera de una solución real al cambio climático. Basta de artimañas, basta de demoras, basta de reducciones futuras. Hay que parar de extraer petróleo o no tendremos futuro.

Artículo basado en información obtenida en: Comunicado publicado luego de la Segunda Consulta Nacional sobre el Ambiente realizada en Port Harcourt, Rivers State, 25-26 de noviembre de 2009, y divulgado por Climate Justice Now!.