21 de setiembre: un homenaje a Ricardo Carrere y a todos los que luchan contra los Monocultivos de Árboles y en defensa de la vida!

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El último 16 de agosto perdimos a nuestro querido compañero Ricardo Carrere. Por un lado tenemos que lidiar con la pérdida de un gran compañero y amigo, pero por otro, Ricardo nos dejó un legado enorme.
Esto lo observamos en los numerosos mensajes que recibimos de colegas y amigos de largo tiempo. Pero también nos llamó la atención la gran cantidad de mensajes de personas que se encontraron con Ricardo una o pocas veces. Esos momentos, aunque fueran de corta duración, dejaron marcas duraderas en esas personas, como muestra el artículo publicado sobre Ricardo en este boletín, escrito por Julien-François Gerber y Sandra Veuthey.

En el editorial de este boletín con foco en el Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, queremos ‘dialogar’ con las palabras que Ricardo dedicó en estos últimos años a este Día, como una forma de homenajearlo y de mostrar algunas de las muchas ideas y reflexiones en los libros, publicaciones y artículos que escribió y que nos dejó generosamente.

Ricardo siempre se dedicó con su habitual entusiasmo a este Día Internacional de Lucha, creado en un encuentro de comunidades afectadas por los monocultivos en Brasil, en 2004. Cabe recordar que en Brasil, el 21 de setiembre es el día del árbol.

En la visión de Ricardo, ¿cuál es el objetivo del Día Internacional de  Lucha contra los Monocultivos? Ricardo escribe: “En este 21 de setiembre apuntamos, entonces, a dar visibilidad a los numerosos pueblos que luchan contra las plantaciones, como una forma de romper el círculo de silencio y mentiras silencio y permanecer a su lado en esta situación apremiante. Al mismo tiempo, nuestro objetivo es divulgar, tanto como sea posible, la evidencia que surge de esas luchas relativas a los impactos sociales y ambientales generados por esas plantaciones. A través de este medio queremos debilitar el apoyo de los gobiernos a las plantaciones y exponer a aquéllos que dan credibilidad a las plantaciones o que no informan al público sobre el tema.” (Boletín WRM, setiembre de 2008)

Podemos ver que para Ricardo era un principio estar siempre al lado de las comunidades impactadas, con las que aprendió y se convenció de los graves impactos negativos de los monocultivos de árboles, algo que siempre buscaba transmitir de forma simple y clara: “El conocimiento adquirido durante las últimas décadas del hecho de que las plantaciones se establecen a expensas de los medios de vida y el ambiente de las poblaciones locales ha alcanzado un nivel tal de certeza que ya no puede seguir siendo ignorado. En país tras país, los monocultivos de árboles han resultado en la pérdida neta de empleos, migración forzada o ‘voluntaria’, apropiación de enormes áreas de tierra por empresas nacionales y transnacionales, desaparición y contaminación de recursos hídricos, pérdida de biodiversidad, empobrecimiento del suelo, destrucción de ecosistema locales –bosques o praderas- y en muchos casos en violaciones a los derechos humanos, incluyendo represión, encarcelamiento y hasta muerte.” (Boletín WRM, setiembre de 2006)

Uno de los argumentos de Ricardo para justificar la importancia del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles era el  hecho de que para mucha gente plantar árboles se considera algo bueno. Escribía  “muchas personas, del Sur y del Norte, no tienen conocimiento alguno acerca de los impactos sociales y ambientales resultantes de los monocultivos de árboles a gran escala, y creen que plantar árboles es siempre positivo. Tampoco están al tanto del hecho de que estas plantaciones no apuntan a mejorar los medios de vida de las poblaciones locales sino a alimentar el consumo despilfarrador de los países del Norte”. (Boletín WRM, setiembre de 2008)

Y diagnostica los motivos para tal situación: “La situación antes mencionada es el resultado de una combinación de factores, entre los cuales se encuentra el hecho de que las voces de las poblaciones locales que luchan contra las plantaciones son silenciadas por el miedo, la represión o la nula difusión por parte de los medios que las vuelve invisibles. Tanto el miedo y la represión como la invisibilidad en los medios son consecuencia del poder político y económico de las empresas forestales, a menudo involucradas también en inversiones en otros sectores industriales, como la celulosa, la madera, el aceite de palma o el caucho.” (Boletín WRM, setiembre de 2008)

Ricardo se horrorizaba con las tácticas de las empresas que invadían los territorios de esas comunidades, con promesas y argumentos científicos falsos: “El hecho de que ninguno de esos argumentos tenga el menor fundamento científico no ha sido obstáculo para que se los difunda como ‘verdades científicas’, no solo por los directamente beneficiados – las empresas – sino también por todo el aparato técnico-burocrático – nacional e internacional – puesto a su servicio. En ese proceso, la sabiduría local ha sido descartada como ‘ignorancia’ y la verdadera ignorancia ha sido elevada al pedestal de ‘ciencia’". (Boletín WRM, setiembre de 2009).

Y así resumía la situación: “En resumen, el establecimiento de estos grandes monocultivos de árboles constituye una guerra contra los pueblos y la naturaleza. El gran ejército verde invade, destruye y reprime a las poblaciones locales, cuyo único “delito” consiste en defender lo que es suyo ante el invasor.” (Boletín WRM, setiembre de 2010).

A modo de conclusión, comenta: “Por último, deseamos enfatizar que la lucha contra las plantaciones es algo que ha sido impuesto a las comunidades, las cuales están, de hecho, defendiendo sus medios de vida y el medio ambiente local contra la codicia empresarial. Es una lucha indispensable para proteger los bosques, las praderas, los pantanos, la diversidad biológica, los suelos, el agua y las personas, todos los cuales están siendo afectados por estos vastos monocultivos de árboles. Es, en suma, una lucha por la vida.” (2008)

Para finalizar, en el boletín del año pasado, Ricardo rindió homenaje a esas comunidades que luchan contra los monocultivos de árboles, en todo el mundo, diciendo: “Es por ello que en este 21 de setiembre queremos homenajear a los pueblos que luchan por la defensa de sus territorios y a hacer un llamamiento a redoblar esfuerzos para apoyarlos en la justa defensa de sus derechos”.

Este 21 de setiembre de 2011, queremos incluir a Ricardo en este homenaje y enfatizar que para el WRM el apoyo a esas luchas continuará siendo una prioridad central.

Gracias por todo y ¡hasta siempre, Ricardo!