Arbaro Fund: una estrategia para expandir las plantaciones industriales de árboles en el Sur Global

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Foto: Publicidad de Arbaro Fund.

La falsa idea de que las plantaciones industriales son una solución a la crisis climática es una oportunidad excelente para fondos de inversión como Arbaro, que acceden al escaso financiamiento climático para expandir destructivos monocultivos. El resultado es mayor devastación ambiental y climática, mientras que las comunidades pierden sus tierras y sus medios de vida y sustento.

Lanzado en 2018, el Arbaro Fund fue establecido por dos empresas con sede en Alemania: Finance in Motion y Unique. El Fondo invierte en empresas de plantación de árboles que operan en el Sur global y ya ha recibido millones de dólares para sus planes de expandir este tipo de monocultivos.

La falsa afirmación de que plantar monocultivos de árboles ayudará a prevenir el caos climático es cada vez más popular. Y esta falsa afirmación está ayudando a los administradores y fundadores de Arbaro Fund a generar abultadas ganancias. Otros Fondos que emplean argumentos similares y operan de manera similar son el Althelia Climate Fund y el Permian Global Fund. El Althelia Climate Fund centra sus esfuerzos para generar lucros invirtiendo sobre todo en proyectos forestales de los cuales puede vender créditos de carbono. Asimismo, el Permian Global Fund apuesta principalmente a la venta de créditos de carbono forestal. (1)

Es importante comprender cómo funcionan estos Fondos y qué se esconde detrás de sus propagandas en la que se muestran preocupados por el clima. Esto es especialmente importante porque surgirán más fondos de este tipo como parte de la nueva tendencia de las llamadas ‘Soluciones basadas en la naturaleza’. Al igual que REDD+, esta última tendencia considera falazmente a las plantaciones industriales de árboles como bosques y como una solución a la crisis climática. Ésta es una oportunidad excelente para fondos de inversión como Arbaro, que pueden acceder a fondos climáticos para expandir monocultivos destructivos mientras se embolsan millones de dólares de ganancias. En realidad, estos Fondos facilitan la expansión de un modelo pernicioso de usurpación de tierras, violencia, contaminación y despojo ... y en consecuencia, generan más caos climático.

En marzo de 2020, más de 100 organizaciones de la sociedad civil, incluido el WRM, firmaron una Carta Abierta a la Junta del Fondo Verde para el Clima (GCF, por su sigla en inglés) para expresar su oposición a la solicitud de financiamiento de Arbaro. (3) El Directorio del GCF ignoró las serias preocupaciones expresadas y ese mismo mes aprobó una inversión de 25 millones de dólares en Arbaro. Los planes presentados por Arbaro al GCF son para invertir en plantaciones industriales de árboles en siete países: Sierra Leona, Ghana, Uganda, Etiopía, Perú, Ecuador y Paraguay. Arbaro espera conseguir aún más dinero en el futuro y establecer otras 75.000 hectáreas de plantaciones industriales de árboles.

El equipo de administración de Arbaro invirtió en el Fondo 4 millones de dólares de sus propios fondos. También aseguró compromisos de donaciones por un monto de 196 millones de dólares de otros Fondos y bancos, incluido el Banco Europeo de Inversiones, Instituciones Financieras de Desarrollo (como FMO de los Países Bajos y GIZ de Alemania), algunos inversores privados y el Fondo Verde para el Clima. (2)

La estrategia de Capital de Inversión (private equity): ¡más dinero para los propietarios!

Arbaro es lo que se denomina un ‘fondo de Capital de Inversión’ (private equity), lo que significa que su financiación se compone de inversiones por las cuales los inversores se convierten en co-propietarios. Estos fondos reúnen dinero de inversores externos, junto con una pequeña cantidad propia, para invertir en otras empresas, las denominadas ‘empresas de cartera’.

En el caso de Arbaro, el foco de las inversiones está en empresas de plantación de árboles en el Sur global. Compra parte de estas empresas utilizando el dinero proporcionado por el GCF y otros inversores (y los 4 millones de dólares que aportó el equipo de administración de Arbaro). Para poder financiar los planes de expansión de las empresas, fondos como Arbaro suelen obtener nuevos préstamos bancarios, normalmente a través de las empresas de cartera, en lugar de utilizar el propio dinero del Fondo. Los activos de las empresas de cartera se suelen utilizar como garantía para los préstamos bancarios.

Al tener que contraer préstamos nuevos significativos y, por lo tanto, tener que pagar cuotas de intereses significativas, la rentabilidad a corto plazo de las empresas de cartera se reduce significativamente. Esta estrategia basada en la deuda, minimiza las ganancias de la empresa sujetas a impuestos. Esto implica ingresos fiscales mínimos para el Estado donde se establecen las plantaciones, y máximos beneficios para los inversores del Fondo de Capital de Inversión. Se supone que esta estrategia asegura que inversores como Arbaro Fund obtengan la máxima rentabilidad, y también aumenta significativamente las posibilidades de que las inversiones vayan mal, ya que las empresas de cartera deben cargar con abultadas deudas.

La solicitud de Arbaro Fund al GCF sugiere que las empresas de cartera estarán cargadas de deudas, ya que estiman que sus impuestos a la renta serán muy bajos.

Arbaro Fund está constituido para existir por 15 años. En esos años, los inversores externos esperan que las inversiones en las empresas de cartera puedan generar beneficios. Mientras tanto, los pagos que los fundadores de Arbaro recibirán del Fondo no dependen del éxito financiero de las empresas de cartera.

La solicitud de Arbaro al GCF dice que si la compañía termina recibiendo la inversión prevista de 200 millones de dólares, los administradores del Fondo obtendrán 26,7 millones de dólares en comisiones garantizadas por ‘administrar’ el Fondo y sus inversiones, independientemente de la rentabilidad de las empresas en las que invirtieron. (4) Esto sugiere pagos garantizados de entre 570% y 660% en comparación con la inversión de 4 millones de dólares de las administradoras del Fondo. El equipo de administración de Arbaro también puede cobrar otras tarifas ocultas a las empresas de cartera por servicios adicionales.

Después de los 15 años de vida del Fondo, ni Arbaro ni sus inversionistas tendrán nada que decir sobre lo que sucede con las plantaciones establecidas, o con el carbono ‘almacenado’ en ellas. Curiosamente, la contabilidad de carbono de Arbaro se basa en mantener un stock de carbono “promedio a largo plazo”, que se basa en mantener los árboles en pie. Esta contabilidad tiene una duración de 24 años, con la mayor parte del secuestro de carbono teniendo lugar en los últimos nueve años. Esto es exactamente después que el período de inversión termina. (5)

La expansión de las plantaciones industriales

El proyecto presentado al Fondo Verde para el Clima se describe como un “Fondo forestal sostenible”. Afirman que “los bosques gestionados de forma sostenible ayudan a proteger el medio ambiente de múltiples formas, incluida la captura de CO2, el combate a la deforestación y la preservación de la biodiversidad”. (6) Pero en realidad su negocio se centra en expandir las plantaciones de monocultivos de árboles a escala industrial. Varias experiencias con similares plantaciones de árboles industriales en el Sur global, en especial en los países en los que opera Arbaro Fund, proporcionan evidencias de los numerosos resultados perjudiciales de tales inversiones en los espacios de vida y los medios de vida de las comunidades. Arbaro afirma que sus plantaciones serán certificadas por el Consejo de Manejo Forestal (FSC, por su sigla en inglés). Eso, sin embrago, no es ninguna garantía, dado el terrible historial de plantaciones certificadas por el FSC involucradas en conflictos de tierras. (7)

El Informe Anual de 2020 de Arbaro afirma que para 2021 el Fondo se ha enfocado en la incorporación de nuevos proyectos. (8) Hasta ahora, Arbaro ha realizado inversiones en tres países: Ghana, Sierra Leona y Paraguay, y actualmente prepara una inversión en Ecuador. A principios de 2020, Arbaro y el gobierno de Ecuador, representado por el Ministro de Agricultura y Ganadería, firmaron una carta de intención para facilitar una inversión de Arbaro de hasta 25 millones de dólares en plantaciones industriales de árboles en Ecuador. (9) Además, en octubre de 2021, Arbaro presentó una propuesta al GCF para incorporar a dos nuevos países en los que invertir en plantaciones industriales de árboles: Colombia y Guatemala. Esto significa que Arbaro ahora podría utilizar los fondos del GCF también para expandirse en esos países.

Miro Forestry en Ghana y Sierra Leona

En Sierra Leona y Ghana, Arbaro Fund ya está involucrado en plantaciones industriales de árboles, a través de la sociedad con una empresa británica llamada Miro Forestry Developments. Al igual que Arbaro, Miro se ha financiado con grandes cantidades de dinero público, principalmente de los bancos de desarrollo europeos, entre ellos FinFund de Finlandia, CDC del Reino Unido y FMO de los Países Bajos. En 2018, Miro recibió 20 millones de dólares de Arbaro Fund, la primera inversión del Fondo.

Las empresas de Miro en Sierra Leona y Ghana no poseen las tierras sino que las tienen en régimen de arrendamiento. Algunos de los arrendamientos contienen términos variables, por lo que los pagos por arrendamiento a los propietarios de tierras están vinculados a si se obtienen ganancias por la venta de la madera. (10) En 2019, Miro sufrió pérdidas en sus “activos biológicos” (árboles) después de pérdidas por incendios, sequías y disputas comunitarias. (11)

Según el Informe Anual de 2020 de Arbaro “A medida que las plantaciones se expanden y maduran, la empresa [Miro] ha iniciado su fase de industrialización” Además, afirma que, “En 2020 se establecieron las primeras pruebas de su esquema de plantaciones por contrato a pequeños propietarios, con aproximadamente 50 ha plantadas”. (12) La empresa no especifica en qué plantaciones o regiones se llevaron a cabo estos ensayos.

En Sierra Leona, las plantaciones de la compañía en el municipio de Yoni cubren más de 21.000 hectáreas de tierra ubicadas en el distrito de Tonkolili, adyacente a la principal carretera que lleva a Freetown, la capital del país. Las plantaciones son principalmente de eucaliptos y acacias. Debido a la proximidad a Freetown y a las importantes instalaciones portuarias de aguas profundas, Miro tiene un acceso privilegiado a los mercados de exportación de madera.

Recientemente, el WRM recibió información fidedigna de que los arrendamientos de tierras con las comunidades son por 50 años, y que el dinero que reciben las comunidades por ceder sus tierras por cinco décadas es escandalosamente bajo: 2 dólares por hectárea por año. Esto no solo representa un abuso y una explotación total de las comunidades sino que también hace que su supervivencia como comunidad esté en peligro.

Promesas vacías

Según miembros de la comunidad, Miro había prometido construir hospitales, pozos para obtener agua potable, ayuntamientos comunitarios, becas para la educación de sus hijos, un servicio de transporte escolar para los niños, maquinaria para mejorar las prácticas agrícolas de las comunidades, así como formación y empleo para sus hijos mayores. Todas estas promesas han sido promesas vacías. Al final, la gente apenas sobrevive con el magro dinero del arrendamiento anual. Además, a los miembros de la comunidad se les prohíbe ingresar a las plantaciones de la empresa, lo que les impide el acceso a algunos ríos y caminos secundarios. El acceso al agua es una gran preocupación para la comunidad. Explicaron que ni siquiera los caciques pueden ingresar a la zona de la empresa sin ser invitados, porque la zona está protegida por guardias.

Según un contrato entre Miro y un consejo comunitario, la empresa se compromete a pagar el 5 por ciento de sus ganancias a un Fondo de Desarrollo Comunitario para mejorar las condiciones de la comunidad. Sin embargo, en función de cómo estas empresas organizan sus asuntos financieros, es muy probable que Miro oculte o reduzca significativamente las ganancias que obtiene y, por lo tanto, también evite pagar esta suma a las comunidades.

En Ghana, la plantación Boumfoum de Miro cubre más de 10.000 hectáreas y está ubicada en la región de Ashanti. Un informe de 2017 de la ONG Ghanian Civic Response denuncia que Miro obtuvo una concesión de 5.000 hectáreas en la Reserva Forestal de Boumfum sin que se hubiera consultado a las comunidades, lo que provocó conflictos con los pequeños agricultores. El informe explica que las comunidades solo se enteraron de los planes de plantación de árboles de Miro cuando la empresa les dijo que retiraran sus propiedades de la zona. Miro afirma que los pequeños agricultores ocupaban la tierra ilegalmente, y quitaron los predios, los cultivos alimenticios y unos 13.000 árboles. A los pequeños agricultores desalojados no se les pagó ninguna indemnización y, posteriormente, varios han llevado a Miro a los tribunales. (13)

Paraguay

Las dos inversiones de Arbaro en Paraguay son Forestal Apepú S.A. y Forestal San Pedro. El GCF aprobó los planes de expansión de la empresa en diciembre de 2020. Arbaro ha sido dueña absoluta de Forestal Apepú desde 2019, y la empresa establecerá 6.059 hectáreas de plantaciones de eucalipto en el departamento de San Pedro, que tiene uno de los mayores índices de deforestación de la Región Oriental del Paraguay, así como el mayor índice de pobreza y pobreza extrema del país. Arbaro creó Forestal San Pedro en 2021; la empresa administra 6.270 hectáreas de plantaciones de eucalipto, y tiene planes de establecer otras 1.730 hectáreas en terrenos arrendados, principalmente en el departamento de San Pedro.

Una investigación de campo realizada por Heñoi Centro de Estudios en mayo de 2021 expuso los efectos devastadores de estas plantaciones industriales. (14) Un vecino cercano a la plantación principal de Apepú expresó: “Y ahora entró el eucalipto, y ellos dicen que eso va dar provecho, pero al contrario, acá no hay ni un beneficiado, nada de beneficio para los pobres ni para la comunidad. Dicen que van a hacer crecer a la comunidad, pero solo es perjuicio, en vez de ayudar quieren quedarse con nuestras tierras”.

Los residentes destacaron cómo la inseguridad en la tenencia de la tierra agrava las dificultades económicas que enfrentan. Uno de los residentes explicó: “Solían haber más personas acá, todo esto era un pueblo (…)con un poco de plata, se compraban a la gente. Antes era más grande la comunidad, ahora está todo ocupado [por plantaciones]. Son muchos los que se fueron, vendieron por poco, o a cambio de una vaca, y eso fue todo”.

Las empresas de plantaciones se aprovechan de las difíciles condiciones que enfrentan los campesinos y hacen creer a los pequeños productores que los monocultivos de eucalipto pueden ser una oportunidad para mejorar sus ingresos. Otro problema clave es cómo las empresas se infiltran en las comunidades y las dividen. Una táctica que utilizan es la agricultura por contrato o los sistemas de ‘cultivadores externos’, mediante los cuales los productores plantan eucaliptos para venderlos a la empresa de plantaciones que está en sus propias tierras. Una mujer contó: “Las empresas grandes te rodean, quedan a tu alrededor, y si plantas mandioca ya no sirve, y ahí vienen y te dicen que te van a comprar, te van acorralando. Y con plata le hacen correr al campesinado”

Unique, uno de los cofundadores de Arbaro Fund, también lleva adelante un proyecto de plantación de árboles de eucalipto a gran escala en Paraguay, a través de la inversión en una empresa llamada PAYCO. Esta empresa utiliza las plantaciones de eucalipto para apoyar la intensificación de una producción ganadera altamente insostenible (en parte mediante la venta de créditos de carbono) y produce combustible a base de madera, que probablemente sea para secar otro de los productos de PAYCO, la soja transgénica. También ha habido informes de conflictos violentos con pueblos indígenas y comunidades campesinas por las operaciones de PAYCO. (15)

Observaciones finales

Las inversiones de Arbaro van acompañadas de discursos sobre restauración de bosques y mitigación del cambio climático, y están respaldadas por fondos públicos e internacionales para el clima. Su estructura y diseño se realizan de tal manera que el equipo administrativo puede acceder a las escasas fuentes de financiamiento climático y, al mismo tiempo, generar beneficios astronómicos para ellos mismos, prácticamente sin riesgo para su propia inversión ya mínima en la empresa. Todos estos discursos que se muestran preocupados por el cambio climático, esconden la desastrosa realidad que enfrentan las comunidades donde se instalan las plantaciones.

El Arbaro Fund es un ejemplo de ello. Su equipo administrativo está obteniendo enormes beneficios al tiempo que deja los riesgos financieros a los inversores externos. Mientras tanto, las comunidades afectadas no solo están perdiendo sus tierras, medios de sustento y formas de vida, sino que también están siendo engañadas para firmar contratos abusivos, como el de Sierra Leona de 2 dólares anuales por hectárea. Las plantaciones industriales de árboles que se están instalando con estas inversiones también expanden un modelo de destrucción y contaminación que no hace más que agravar el caos climático.

Fondos de inversión como Arbaro Fund fortalecen las estructuras coloniales, racistas y violentas de despojo, así como la devastación ambiental y el cambio climático.

Secretariado Internacional del WRM

(1) Re:common and Counter Balance, Banking on forests, 2014; and REDD-Monitor, 2019, Indonesia’s Katingan REDD project sells carbon credits to Shell. But that doesn’t mean the forest is protected. It’s threatened by land conflicts, fires and a palm oil plantation
(2) Solicitud de Arbaro al GCF, página 27, Seccion C: El financiamiento de la información
(3) Organizaciones dicen al Fondo Verde para el Clima que responda NO a las solicitudes de financiación para moncultivos de árboles
(4) Arbaro Funding Proposal GCF April 2020, page 28, Section C.2: Financing by Component
(6) https://redd-monitor.org/2020/03/10/the-green-climate-fund-must-reject-arbaros-industrial-tree-plantations/
(7) Arbaro Advisors, Investing in Sustainable Forestry
(8) FSC-watch
(9) Arbaro Fund, Annual Sustainability Report, 2020
(10) Arbaro Fund, Arbaro and Ecuadorian Ministry of Agriculture and Livestock sign letter of intent promoting sustainable forestry development
(11) Contabilidad 2019 de Miro, P 38, Note on right of use assets
(12) Miro Developments Accounts 2019, Post balance sheet event, page 40, note 10
(13) Idem (9)
(14) Civic Response, 2017, Assessing Community Consent in Large Scale Land Investments in Ghana and REDD-Monitor, 2021, How the African Forest Landscape Restoration Initiative is promoting the expansion of industrial tree plantations
(15) GFC, No son bosques: El Fondo Arbaro y las plantaciones de monocultivos de árboles en Paraguay, 2021
(16) Idem (15)