Indonesia: el colapso de un imperio maderero

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El imperio maderero de Bob Hasan, así como otros, se está desmoronando a consecuencia de la crisis económica en que se encuentra Indonesia. Una tercera parte de las compañías madereras del país enfrentan la bancarrota.

A mediados de enero el Grupo Hasan Kalimanis anunció que se había visto forzado a despedir a 2.520 trabajadores para evitar futuras pérdidas. La compañía informó que en el período enero-setiembre de 1997 sus pérdidas habían ascendido a unos U$S 3,4 millones. Las cifras correspondientes a la segunda mitad del año amenazan con ser aún peores. Los empleados han sido estimulados a acogerse a un retiro voluntario, recibiendo una indemnización equivalente hasta cuarenta veces su actual salario. El ofrecimiento de la empresa duró poco debido a la gran demanda que recibió.

Los precios del sector cayeron de U$S 92 por metro cúbico de madera rolliza en la primera mitad de 1997 a U$S 70 en la segunda. Se espera que las exportaciones de productos madereros, incluyendo al más importante de ellos -la madera compensada- caigan a U$S 6.250 millones, lo que representa un 25% menos que el año pasado. El precio de la madera compensada oscila en unos U$S 200 por metro cúbico, vale decir menos de la mitad del registrado en el año boom 1993, cuando alcanzó los U$S 500.

Otros magnates madereros como Pangestu Prayogo de la Barito Pacific están enfrentando preocupaciones similares. Las ganancias de la empresa cayeron junto con el hundimiento de los mercados para la madera de Indonesia. La crisis económica que afecta a la región ha determinado una reducción de la demanda de los mayores importadores, como Japón y Corea del Sur.

Según información brindada por el South China Morning Post, el 15/1/98, una tercera parte de las 111 compañías madereras de Indonesia se ve enfrentada a la bancarrota, dado que la crisis económica que atraviesa Asia ha provocado una retracción en la demanda de madera compensada. Las ventas a otros grandes importadores fuera de Asia -como los EE.UU.- no han llegado a compensar esta caída .

Djamaludin, Ministro de Forestación, expresó en enero pasado que la mayoría de las empresas madereras habían dejado de trabajar, debido a que sus costos operacionales superaban a sus ingresos. "Tengo información de que por lo menos 5,9 millones de metros cúbicos de madera rolliza permanece en la selva, sin haber sido transportada" afirmó. Por lo menos cinco compañías madereras de East Kalimantan han solicitado al gobierno permisos para despedir personal aduciendo problemas financieros (Jakarta post, 15/1/98).

La firma productora de pulpa APRIL, gerenciada por Sukanto Tanoto del Grupo Raja Garuda Mas, también se encuentra en dificultades a medida que la confianza de sus inversores dismimuye. Ahora se está cuestionando un acuerdo de intercambio parcial que la compañía firmó con la papelera finlandesa UPM-Kymmene.

El conocido empresario Bob Hasan recibió un duro golpe cuando se supo que el paquete de rescate de rescate del FMI estaría afectando su poderío en el sector indonesio de la producción y procesamiento de la madera. Hasam preside numerosos carteles de producción y mercadeo de madera, lo que le permite controlar la totalidad del sector forestal. Su estrecha relación con Suharto significa que es él -y no el Ministro de Forestación- quien ejerce el dominio sobre los bosques del país.

El FMI también ha insistido en que el Fondo de Reforestación -recientemente utilizado para ayudar económicamente a la procesadora de pulpa Kiani Keras, propiedad de Bob Hasan en Kalimantan Oriental- de ahora en adelante sea incluido en el presupuesto nacional. Anteriormente este fondo había sido manejado, a entera voluntad del Presidente, siendo usado para financiar proyectos sin ninguna relación con el sectorforestal (Fuentes: Kompas 19/1/98, South China Morning Post 15/1/98, Financial Times 16/1/98)

Fuente: Down to Earth Nro. 36, Febrero de 1998.