De acuerdo con Wikipedia, “un circo es un espectáculo artístico, normalmente itinerante, que incluye a acróbatas, payasos, magos, adiestradores de animales y otros artistas”.
Desafortunadamente, tal definición muestra una gran similitud con la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, donde acróbatas, magos y trapecistas intentan entretener a la audiencia mundial, haciéndole creer que están discutiendo seriamente medidas para abordar la crisis climática que enfrentamos.
Aunque originalmente creada para evitar el cambio climático, dicho objetivo fue prontamente derivado hacia un espectáculo orquestado por las corporaciones y enfocado en la obtención de ganancias. Desde entonces, este circo ha viajado a un amplio número de países tratando de publicitar sus presentaciones. La próxima parada será en Copenhague.
En este momento histórico, en el que se reconoce al cambio climático como la principal amenaza para la Humanidad, es bueno recordar que, como resultado de la presión popular, los circos tradicionales han sido forzados a introducir un número importante de cambios a sus actuaciones. Esperamos que éste habrá de ser también el caso en Copenhague.