Guatemala se enfrenta a la posibilidad de la prórroga del contrato 2-85 que amenaza con la expansión y ampliación de la frontera petrolera en una de sus áreas naturales más importantes, el parque nacional Laguna del Tigre. Éste es el parque nacional más grande del país y es área núcleo de la Reserva de la Biosfera Maya declarada en 1990 bajo esa categoría de protección debido a su importancia ecológica a nivel mundial.
Laguna del Tigre es un humedal, conformado por más de 300 lagunas y lagunetas tropicales, ríos de corrientes lentas, zonas de inundación, grandes sabanas y bosques. Es una zona estratégica para la conservación de la biodiversidad y por sus grandes dimensiones aún alberga diversas espacies que ya han desaparecido en otros lugares como el jaguar, el tapir o danta y el mono aullador. Posee las concentraciones más altas de cocodrilo Moreletii en Guatemala y es uno de los últimos sitios de anidación para la guacamaya roja, especie en grave peligro de extinción.
Las investigaciones actuales reportan más de 40 especies de mamíferos, 188 especies de aves entre residentes y migratorias, 17 anfibios y 55 especies de peces, pero todo indica que de realizarse más investigaciones los listados pueden aumentar. Sumado a esa riqueza natural destacan dos sistemas naturales poco comunes y de gran importancia, un arrecife de bivalvos en las aguas del río San Pedro al límite sur del parque nacional y un remanente de mangle rojo a más de cien kilómetros del mar.
Dentro del parque nacional se encuentra el biotopo Laguna del Tigre. Éste fue incluido en la lista de humedales de importancia internacional de la convención Ramsar en 1990. Tres años más tarde, debido a la amenaza de la explotación petrolera y al cambio de uso de los suelos, el gobierno solicitó se incluyera al registro de Montreux que agrupa los sitios Ramsar que urgen de una atención especial para su conservación.
El proceso de destrucción de las riquezas naturales de Laguna del Tigre inicia con la llegada de la explotación petrolera al corazón de este parque. En 1985 el gobierno firma un contrato de explotación petrolera que duraría 25 años y que finaliza en agosto de este año. Para las actividades de extracción y explotación del crudo, la compañía Basic Resources en ese momento habilitó una vía de acceso que va desde el límite del río San Pedro hasta el campo petrolero Xan.
La compañía petrolera incumplió un convenio firmado con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas –CONAP-, donde se comprometía a controlar el acceso al parque, lo que propició la instalación de asentamientos humanos (hoy más de 40), la destrucción de los bosques, ganadería, incendios forestales, tráfico de madera y de flora y fauna y en general el cambio de uso de los suelos.
El explotador original del contrato 2-85 fue la compañía Texaco. Posteriormente fue operado por mucho tiempo por Basic Resourses, empresa que solo existe en Guatemala y cuya sede está en las Bahamas. Luego pasó a manos de las compañías UPR y Anadarko Petroleum quienes la vendieron a la compañía francesa Perenco quien explota actualmente el área. Esta empresa, que también opera en otros países latinoamericanos, se caracteriza por sus incursiones en lugares y situaciones de conflictividad. Como un ejemplo, el caso de la intención de construir un oleoducto de aproximadamente 207 kilómetros que atravesaría territorios de pueblos indígenas aislados en la amazonia peruana.
A pesar de que a todas luces la posible prórroga del contrato 2-85 es ilegal, funcionarios del gobierno defienden públicamente esta violación, transgrediendo la misma ley de hidrocarburos que en su artículo 12, sobre el plazo de los contratos literalmente dice, que en ningún caso, podrá exceder de veinticinco años.
Uno de los falsos argumentos expuestos por quienes defienden la ampliación del contrato y dentro de ellos el Ministro de Energía y Minas, es que el área está totalmente destruida y que es poco lo que hay que salvar, pero Laguna del Tigre a pesar de la destrucción, sigue viva y aún mantiene ecosistemas en buen estado, reservorios de agua de interés regional. La ampliación del contrato condenaría a Laguna del Tigre a la destrucción inevitable de su naturaleza y a la degradación, resultado de los característicos impactos inherentes de las actividades petroleras.
Quienes quieran sumarse a la campaña defensa de Laguna del Tigre pueden visitar la página de la Escuela de Pensamiento Ecologista SAVIA: http://www.saviaguate.orgpara enviar cartas al presidente solicitando el respeto a la ley y la no prórroga del 2-85. También pueden ver el video que explica el caso en: OG5nVdm4HbQ">
Por Carlos Salvatierra, SAVIA Escuela de pensamiento ecologista, correo electrónico:Salvatierraleal@gmail.com