¿Alguna vez imaginaste que los neumáticos de tu auto podrían haber sido producidas a expensas de los medios de vida de una comunidad local en Nigeria?
La mayor parte de la producción mundial de caucho natural se destina a la elaboración de neumáticos para diferentes tipos de vehículos, ya sea autos, camiones, aviones, etc. Para tener una idea acerca de la enorme cantidad de neumáticos que se consumen, podemos ver las estadísticas del 2007, que nos dicen que ese año se produjeron 1.300 millones de neumáticos.
Los países del sudeste asiático (Malasia, Indonesia y Tailandia) son los mayores productores mundiales de caucho, en tanto que en África se produce el 5% del total mundial. Dentro de África, los principales países productores son Nigeria (300.000 hectáreas), Liberia (100.000) y Costa de Marfil (70.000).
Las empresas multinacionales Michelin y Bridgestone son los principales actores en la producción mundial de neumáticos. Ambas empresas tienen actividad en África, donde han establecido sus plantaciones de caucho. La corporación Bridgestone/Firestone tiene sus conflictivas plantaciones en Liberia, cuya triste historia es bien conocida (ver los artículos sobre Bridgestone publicados en los boletines 102 y 134 del WRM).
Por su parte, la empresa francesa Michelin ha empezado a escribir su propia historia de violaciones de derechos humanos en época más reciente. Todo comenzó el 29 de mayo de 2007, cuando más de 3.500 hectáreas de la reserva forestal de Iguobazuwa, incluyendo tierras de labranza individuales y comunitarias, fueron asignadas a Michelin para ser convertidas en plantaciones de caucho, a partir de un acuerdo ilegal que no contó con el consentimiento de las comunidades. La invadida reserva forestal de Iguobazuwa está localizada en la Provincia de Edo en el sudoeste del Nigeria.
La reserva forestal de Iguobazuwa ha sido descrita como una de las regiones ricas en bosques y en biodiversidad del país. Más de 20.000 personas habitan en torno a la reserva. Estas comunidades dependían del bosque para obtener sus medios de vida y sus tierras de cultivo se encontraban alrededor del bosque.
Sin haber consultado nunca a las comunidades, el gobierno local asignó 3.500 hectáreas de tierras boscosas a la multinacional francesa para que estableciera allí sus plantaciones de caucho.
Cuando Michelin llegó, arrasó con maquinaria 3.500 hectáreas de bosques y también las tierras de cultivo de la gente. De una día para el otro, la gente local sufrió la destrucción total de sus dos fuentes de subsistencia: el bosque y sus tierras agrícolas. Las comunidades de Iguobazuwa lo perdieron todo.
Las tierras agrícolas les permitían cultivar alimentos para consumo diario, pero eran también una fuente de ingresos, ya que acostumbraban vender algunos de sus productos en el mercado local. Los bosques vecinos solían ser su farmacia, así como su proveedor de madera y agua y su sitio espiritual.
El grupo nigeriano Environmental Rights Action (ERA-Acción por los Derechos Ambientales), que ha estado siguiendo el caso de cerca, informa que “en vísperas de la terminación de su mandato como gobernador de la provincia de Edo (29 de mayo 2007), Lucky Igbinendion aprobó la asignación de más de 3.500 hectáreas de la Reserva Forestal Iguobazuwa a Michelin Nigeria (propietaria de la empresa Osse River), sin cumplir con los trámites legales correspondientes. La aprobación, que se cree fue realizada de manera fraudulenta, no contó con el debido proceso ni con el consentimiento de la gente de la comunidad. Esta acción, publicitada por Michelin y por el gobierno como un signo de desarrollo, ha resultado en graves impactos para las comunidades locales, ya que las plantaciones de caucho de Michelin han destruido su bosque, sus recursos forestales, sus antiguas tierras de cultivo individuales y comunitarias y sin que la gente de la comunidad afectada recibiera compensación alguna.
En conversación con la responsable de bosques y biodiversidad de ERA, Rita Osarogiagbon, el presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Comunidad de Iguobazuwa, Gabriel Igbinigie, reveló que la gente de su comunidad había una vez encabezado una delegación de protesta ante la anterior Comisionada de Medio Ambiente de la provincia de Edo, Sara Adetugbogboh (ahora Comisionada de Industria y Comercio), sobre una supuesta concesión ilegal de tierras boscosas a Michelin Nigeria. Ella había reiterado que el acuerdo vigente con Michelin había sido realizado por el anterior y no por el actual gobierno, agregando que Michelin debería resolver las diferencias a través del pago de compensación a los miembros afectados de la comunidad”.
Han habido muchos intentos por parte de diferentes miembros de las comunidades para hacerse oir, pero nada ha cambiado. Las mujeres, cansadas de ser pasivas, han decidido elevar sus voces para que sus demandas sean escuchadas, tanto por parte de las autoridades como de la empresa. Durante los primeros días de noviembre se reunieron en un taller de dos días para intercambiar sus experiencias. Como resultado, han planteado una serie de demandas y están decididas a lograr que sus tierras les sean devueltas.
A consecuencia del taller de dos días llevado a cabo el 4 y 5 de noviembre de 2008, Michelin llamó a algunos miembros de dos de las nueve comunidades directamente impactadas (Aifesoba e Iguobazuwa) y les pagó una compensación. Uno de los grupos de Iguobazuwa recibió una compensación completa mientras que la comunidad de Aifesoba recibió lo que la gente de la comunidad describió como monedas, ya que está muy lejos de la amplitud de la destrucción y no guarda relación ni siquiera con el valor de los cultivos destruidos.
Esta táctica divisionista de Michelin ha causado graves problemas entre las comunidades y sus miembros. En respuesta, una marcha pacífica de protesta en la que participaron hombres, mujeres y niños de las comunidades afectadas, fue llevada a cabo recientemente en la ciudad de Benin para dar a conocer sus reivindicaciones. Solicitaron el continuo apoyo de ERA y del WRM para lograr que se haga justicia.
Una mujer de una de las comunidades de Iguobazuwa describió la situación en términos muy claros diciendo: “No quiero dinero. Quiero que me devuelvan mi tierra. Si me dan un millón de naira (moneda local) hoy, aún voy a estar liquidada, pero si tengo mi tierra siempre podré cultivarla para mantener a mi familia y posiblemente pasar la tierra a mis hijos”.
Las comunidades están enfrentando graves amenazas, vinculadas tanto a la escasez de alimentos –que ha resultado en el aumento en los precios de los alimentos en los mercados locales y en la consiguiente hambre y desnutrición- como a riesgos de salud debido a la aparición de epidemias que se vinculan a la extinción de las plantas medicinales locales debido a la conversión de sus bosques en plantaciones de caucho por parte de Michelin.
Han afirmado que no se detendrán hasta tanto no les devuelvan sus tierras, no sea replantado cada árbol cortado y no reciban compensación completa por los cultivos destruidos. Saben que no es un camino fácil y que para lograrlo necesitan apoyo internacional.
Quienes deseen apoyar a estas mujeres pueden hacerlo firmando la carta disponible en
que será enviada al gobierno de Nigeria y también a las oficinas de Michelin.
Artículo basado en: información del Informe de Campo de ERA 172 disponible en:
http://www.eraction.org/index.php?option=com_content&view=article&id=105:field-report-172-michelin-converts-prime-forest-to-plantation&catid=5; Michelen web site:www.michelin.com;
http://www.michelin.com/corporate/front/templates/affich.jsp?codeRubrique=88&lang=EN,http://www.michelin.com/corporate/front/templates/affich.jsp?codeRubrique=88&lang=EN;
Información recogida durante un taller llevado a cabo en Nigeria el 4 y 5 de noviembre en el marco del proyecto conjunto WRM-FoE sobre el rol de la UE en el desempoderamiento de las mujeres en el Sur