El Coordinador Internacional del WRM, quien es a su vez miembro de la Comisión Directiva de Oilwatch, participó de esta primera asamblea internacional de la red, que tuvo lugar en Ciudad de México entre el 27 y el 30 de julio. Oilwatch, cuyo secretariado internacional está a cargo de Acción Ecológica en Ecuador, es una red del Sur que enfrenta la exploración y explotación de petróleo en los trópicos. En el encuentro participaron alrededor de cincuenta activistas que llegaron de Africa, Asia, las Américas y Europa, quienes compartieron experiencias y discutieron estrategias y acciones orientados a frenar las perjudiciales actividades de la industria petrolera en los países tropicales.
La razón para centrar la acción en las compañías petroleras es sencilla: tanto las empresas transnacionales como las estatales son responsables de enormes sufrimientos humanos, manifestados en pérdida de culturas y medios de vida, persecusiones, encarcelamientos y asesinatos de oponentes. Desde el punto de vista ambiental, sus actividades provocan deforestación, así como contaminación del agua, el suelo y el aire, y pérdida de biodiversidad. En razón de ello, Oilwatch había presentado una declaración en la Conferencia de Kioto sobre Cambio Climático, cuya principal solicitud era un llamado a “una moratoria en toda nueva exploración de reservas combustibles fósiles en áreas prístinas y de frontera”
La Asamblea de Ciudad de México fue un éxito en muchos sentidos, especialmente porque –por primera vez- logró reunir a personas provenientes del mundo entero, compartiendo una perspectiva común y, lo que es más importante, compartiendo el deseo de unir sus fuerzas para continuar llevando adelante su lucha mancomunada contra la industria del petróleo.