Entre el 17 de junio y el 19 de julio de 2005 el grupo Nippon Paper recibe comentarios y sugerencias sobre el borrador de su “Filosofía y Política Básica” en materia de la obtención de las materias primas destinadas a sus fábricas de celulosa y papel. La empresa declara estar “dialogando con los interesados” y promete publicar las respuestas a los comentarios en setiembre de 2005, junto con la publicación de su “Filosofía y Política Básica”.
Formado en 2001 por la fusión de Nippon Paper Industry y Daishowa Paper Manufacturing, el grupo Nippon Paper es la mayor empresa de papel y celulosa de Japón. Tiene 22 fábricas en Japón y realiza actividades en Australia, Canadá, Chile, China, Estados Unidos, Finlandia, Nueva Zelanda, Rusia y Sudáfrica. En 2004 el total de ventas superó los US$ 11 mil millones.
Nippon Paper tiene Estatutos sobre el medio ambiente, bajo el título de “Actividades empresariales sustentables en armonía con la naturaleza”. La empresa tiene un comité de responsabilidad social empresarial y subcomités de ética empresarial, contribución social y materias primas y medio ambiente, entre otros. Elabora informes ambientales con regularidad y el año pasado hizo un informe sobre sustentabilidad.
Con todo esto, Nippon Paper parece una organización ambientalista más que una inmensa empresa de la celulosa y el papel. Pero una mirada a lo que realmente hace revela una historia diferente.
Cada año Nippon Paper importa 1,6 millones de toneladas de astillas de Gunns Ltd, el gigante de las astillas de Tasmania. Parte de la madera con la que se fabrican las astillas procede de actividades de madereo muy destructivas en los bosques primarios de Tasmania. Entre tanto, las plantaciones industriales de árboles de Tasmania han secado pantanos, arroyos y ríos. Se utilizan grandes cantidades de plaguicidas y herbicidas, y aguas abajo de las plantaciones las fuentes de agua han sido envenenadas.
Como resultado de la presión ejercida por Wilderness Society y Greenpeace, otra empresa japonesa que compra astillas de Tasmania, Mitsubishi, ha prometido no comprar astillas provenientes de bosques primarios. El año pasado Mitsubishi acordó “cambiar el origen de las astillas, pasando a bosques secundarios y bosques plantados [sic] lo antes posible".
Nippon Paper declaró que piensa que la destrucción de los bosques de Tasmania es “manejo sustentable de los bosques”. Tahiko Miyoshi, el presidente de Nippon Paper, dijo en una carta dirigida al primer ministro de Tasmania Paul Lennon y a la empresa Gunns, que era lamentable que se quisiera forzar a Nippon Paper a entrar en el debate. Miyoshi propuso a Lennon y a Gunns resolver el asunto localmente.
En 2003, Nippon Paper declaró que para 2008 todas sus astillas de madera dura importadas provendrían de “árboles certificados o árboles plantados”. La empresa aspira a poseer 110.000 hectáreas de plantaciones industriales de árboles en el extranjero. En Australia, el total de plantaciones de eucaliptos de Nippon Paper supera las 60.000 hectáreas, incluido el emprendimiento conjunto con Marubeni llamado WA Plantation Resources. Hace dos años Nippon Paper comenzó a importar astillas de las 13.500 hectáreas de plantaciones de eucaliptos que Volterra tiene en Chile. Establecido en 1991, Volterra es un emprendimiento conjunto de Nippon Paper y Sumitomo Corporation. Además, Nippon Paper importa astillas de Forest Resources (Forestco), de Sudáfrica.
En Indonesia, Nippon Paper forma parte de un consorcio de empresas japonesas que invirtió en PT TEL, una empresa que destruyó bosques, granjas y aldeas para instalar su fábrica de celulosa y las plantaciones de acacia asociadas. Se obligó a miles de personas a abandonar sus tierras. La contaminación de la fábrica ha matado los peces del río Lematang. Luego de inaugurada la fábrica, las personas que residían a lo largo del río se quejaron de que el agua tenía gusto a productos químicos. Muchos pobladores sufren de enfermedades de la piel como resultado de la contaminación.
En 2003, Nippon instaló un nuevo laboratorio con el objetivo específico de “apoyar la investigación biotecnológica en árboles como materia prima para la celulosa”. Los científicos de Nippon Paper han producido distintos árboles de ingeniería genética: álamos que pueden crecer en ambientes contaminados, eucaliptos de lignina reducida y eucaliptos resistentes a ambientes salinos.
La investigación en ingeniería genética de Nippon Paper fue incluida en el informe de 2003 sobre medio ambiente de la empresa, bajo el encabezado “tecnologías conscientes del medio ambiente”.
El borrador de la “Filosofía y Política Básica” para procurar materias primas de Nippon Paper no menciona los bosques primarios. Tampoco menciona los Pueblos Indígenas ni los derechos sobre la tierra. No menciona la investigación en árboles de ingeniería genética que realiza la empresa, ni los impactos de las plantaciones industriales de árboles sobre los suelos, el agua y las comunidades. No se tratan los problemas provocados por la mera escala de la empresa ni por el consumo excesivo de papel.
En su lugar, el borrador de la política de Nippon Paper declara que la empresa se ha “comprometido” a establecer un sistema de compra “confiable” de las materias primas, que tome en “consideración” el medio ambiente y la sociedad. El borrador no define qué significa “comprometido” ni cómo pretende tomar el medio ambiente y la sociedad en “consideración”. La palabra “confiable” es la que muestra el juego: Nippon es una empresa muy grande con una enorme demanda de materia prima. No piensa arriesgarse a que se interrumpa su suministro de materia prima.
Pero el problema más grave de la “Filosofía y Política Básica” de Nippon Paper es que será un acuerdo voluntario. No será aplicable por ley. La empresa solamente se comportará en forma social y ambientalmente responsable en la medida en que no se reduzcan sus ganancias.
Nippon Paper no existe para el bien de la sociedad ni del medio ambiente. La empresa tiene una “Visión”, que consiste en varios “Ideales”. El primero de estos “Ideales” es lograr “Ganancias superiores y estables para nuestros accionistas”. Como todas las otras empresas, Nippon Paper existe para generar ganancias para sus accionistas.
Sin embargo, deberíamos decirle a Nippon Paper que no compre astillas de bosques primarios. Deberíamos decirle que nos oponemos al avance de los monocultivos industriales de árboles. Deberíamos decirle a la empresa que estamos en contra de su investigación en árboles manipulados genéticamente. Envíe sus comentarios a Nippon Paper a través de este sitio: http://www.np-g.com/e/news/news05061701.html.
Por Chris Lang, correo-e: http://chrislang.org