Birmania: pobreza entre rubíes, zafiros y jade

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Birmania posee una fama justificada por sus ricos depósitos de piedras preciosas, entre las que se incluyen rubíes, zafiros y jade. La localidad de Mogok, ubicada en la zona este de la División de Mandalay en la frontera del estado de Shan, ha sido el centro de la extracción de rubíes y zafiros durante ochocientos años.

Las compañías mineras que operan en Mogok pasaron primero a ser controladas por capitales británicos en 1888. Posteriormente, fueron nacionalizadas en 1962 después del golpe militar liderado por el General Ne Win. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo, eran empresas relativamente pequeñas y producían un daño limitado al medio ambiente circundante. Desde 1989, ha habido un cambio significativo y se han ido imponiendo operaciones de minería a gran escala que han transformado la industria.

El rápido aumento en la participación de actores no locales, así como de capital y equipos, ha acelerado también la devastación ecológica de la región. Entre 1989 y 1992, los equipos de minería modernos han causado extensos daños, especialmente en los alrededores de Mogok y Mineshu. En el proceso, los empresarios locales han sido desplazados por la competencia y la corrupción crecientes. Hoy son trabajadores mal pagos que trabajan para intereses empresariales externos. Otro efecto ha sido la migración gradual de trabajadores y pequeños empresarios desde Mogok a las zonas mineras de Shwe Gin, en la División de Pegu. Muchos mineros y agricultores Karen locales, a lo largo del proceso, han sido víctimas de los mismos problemas sociales, económicos y ambientales que indujeron a estos empresarios a dejar Mogok en primer lugar.

La expansión de formas intensivas de extracción de recursos, en la mayoría de los casos, no es sustentable. Las actividades mineras se realizan en un contexto que no cuenta con una supervisión regulatoria. Las personas que trabajan en las minas durante la estación lluviosa se arriesgan sistemáticamente a morir ahogados debido a la ocurrencia de riadas o al derrumbe de los muros de retención. Los trabajadores que clasifican las gemas después de extraídas con frecuencia hacen su trabajo bajo el sol ardiente, porque gran parte de la zona circundante ha sido talada y no hay sombra. Según informan los trabajadores de las minas, es raro que se permitan los descansos y habitualmente deben enfrentar condiciones de abuso verbal y físico por parte de los soldados contratados por las compañías para custodiar la seguridad del sitio.

Más recientemente se han utilizado presas de varios niveles con mecanismo de alimentación por gravedad y cribas. Pero con la llegada de los intereses empresariales externos, los mineros han comenzado a realizar la extracción de oro con medios hidráulicos. Éste es un método altamente destructivo que utiliza bombas diesel para arrojar chorros de agua presurizada a través de una manguera que se apunta a la ribera de un río o a un lado de un afloramiento rocoso. La enorme presión simplemente arrasa grandes cantidades de roca y tierra. Los sedimentos con contenido de oro se canalizan después a través de una larga presa que en general está recubierta de mercurio líquido (azogue). El mercurio captura las partículas más finas de oro mediante un proceso químico llamado fusión y éstas posteriormente se separan. La mezcla sobrante de desechos y barro contaminado se la lleva después el río aguas abajo. Dado que el mercurio es altamente venenoso para seres humanos y animales, esta práctica ha sido prohibida en muchas partes del mundo. Actualmente, no se sabe si estas sustancias químicas están siendo usadas en estas dos localidades, aunque sí son ampliamente utilizadas para extraer oro en otros lugares de Birmania. Cualquiera sea el caso, el daño ambiental ha sido grave.

Fuentes locales han informado que las actividades de minería, en especial la minería hidráulica, en los alrededores de los municipios de Mogok y Shwe Gin han producido un modelo de problemas común, que incluye:

* El colapso de los lechos de los ríos debido a la extracción de cieno y tierra de las riberas, base de sostén de árboles y muros
* Aumento de los niveles de erosión del suelo
* Aumento de los niveles de sedimentación
* Reducción de poblaciones de peces debido a cambios en la temperatura del agua
* Aumento de la contaminación del agua debido a los desechos mineros (es decir, los materiales finamente triturados que sobran después de la extracción de la mena o mineral deseado)
* Aumento de la contaminación del agua debido a lodo líquido o drenaje ácido de las minas (la mezcla de desechos, agua y sustancias químicas, en general cianuro o mercurio)
* Aumento de la contaminación del agua debido a las pérdidas de combustibles diesel y petróleo de las bombas y otros equipos de minería.
* La pérdida de estanques y otras fuentes de agua dulce, como pequeños arroyos, debido al bombeo excesivo.
* La destrucción de campos arables debido a las “zanjas profundas” y el uso indiscriminado de equipos pesados (por ejemplo topadoras).
* Aumento del uso de madera para construir presas y reforzar túneles subterráneos
* Aumento del uso de productos no madereros del bosque (por ejemplo bambú y ratán).

Dada la realidad política y económica de Birmania, la mayoría de la población no tiene mucho para elegir. Los habitantes de estas regiones de Birmania, simplemente, están atrapados entre dos poderosos: el ejército y los intereses de las empresas. Con pocas alternativas viables a su disposición, muchas comunidades se sienten obligadas a participar en la explotación no sustentable de sus propios recursos naturales, incluso a pesar de saber que están destruyendo los ecosistemas que necesitan para su propia supervivencia.

Trozos extractados de “Capitalizing on Conflict. How Logging and Mining Contribute to Environmental Destruction in Burma”, por Earth Rights International with Karen Environmental & Social Action Network, octubre de 2003. El informe completo se puede descargar en el sitio http://m1e.net/c?11841838-pSMLVzXzp5lzM%40347152-DvtuggLI338vc