El mundo está tomando conciencia de la problemática de los Pueblos Indígenas Aislados de la Amazonía. Parece increíble, pero algunos animales son mejor protegidos que los grupos humanos que buscan preservar su aislamiento. Esto es, sin dudas, un derecho humano fundamental que los pueblos aislados tienen facultad de ejercer y de defender y nosotros de respetar. Sin embargo –y a pesar de las recomendaciones de la ONU, la OEA, la COICA, la UICN y otras instituciones globales y regionales- la situación de dichos pueblos que habitan la Amazonía continental –el mayor reservorio mundial de pueblos sin contacto- es alarmante. Todos los pueblos, sin excepción, se encuentran en peligro de desaparición forzada. Es preciso alentar acciones urgentes para evitar que un nuevo genocidio termine de consumarse. Los Pueblos Indígenas Aislados Amazónicos que aún existen son un patrimonio humano y cultural único que no deberían seguir el camino que ya sufrieron centenas de pueblos de los bosques: el exterminio lento, la desaparición violenta y silenciosa, un genocidio vergonzante y siniestro.
A pesar de ser un país de mayoría indígena, la situación en Bolivia no escapa a la situación descripta. Existe poca conciencia sobre el drama, los esfuerzos son aislados y falta una visión integral que movilice a quienes puedan contribuir a brindar soluciones. Si bien los pueblos aislados están incluidos en los informes oficiales, el abordaje de su problemática está limitado por la burocracia y la incomprensión de la gravedad de la misma.
Esto contrasta con la fortaleza que exhiben incluso las propias organizaciones indígenas de la Amazonía, cuya capacidad de acción quedó demostrada desde 1990 con la llamada Marcha por el Territorio y la Dignidad, un hito en la historia de Bolivia, ya que inscribió la problemática de los pueblos indígenas amazónicos del país en la agenda nacional. Sin embargo, 16 años después, el tema de los pueblos aislados sigue siendo marginal, anecdótico y casi invisible, incluyendo a muchas de las organizaciones que trabajan en la misma Amazonía.
Los Toromonas son un caso arquetípico de lo que afirmamos. Parte de la familia lingüística Tacana, su incuestionable existencia histórica apenas es conocida y valorada. Hoy, un grupo de la etnia se presume habitando en el sector del valle del río Colorado y las cabeceras del río Sonene (o Heath), al interior del Parque Nacional Madidi, en el norte amazónico del Departamento de La Paz. Es urgente certificar esa presencia para poder encarar acciones de protección estricta.
Nosotros, como Expedición Madidi, venimos luchando porque eso suceda desde el año 2000, cuando nos informamos del tema trabajando en las comunidades mestizas adyacentes al supuesto territorio toromona. En octubre del año pasado, comprobamos y denunciamos públicamente, con verdadera alarma, que la región se encontraba infestada de madereros que, en sus incursiones para hallar árboles de madera preciosa, podían tomar contacto violento con el grupo aislado, por lo cual su existencia estaba seriamente amenazada. En ese sentido, estamos preparando para la temporada seca una nueva expedición a la región para poder completar nuestro trabajo de campo y presentar los indicios y/o evidencias materiales y/o visuales suficientes que prueben la sobrevivencia de los Toromonas históricos, respetando su derecho al aislamiento, es decir evitando cualquier contacto físico de parte nuestra o de cualquiera.
Esta nueva expedición se inscribirá en un contexto diferente. Bolivia como nación vive tiempos de cambios históricos. Es la primera vez que un indígena asumió la Presidencia de la República. En ese sentido, estamos seguros de contar con la comprensión y el apoyo de Evo Morales, la primera autoridad del país. A la vez, deseamos que la problemática de los Pueblos Indígenas Aislados y los Pueblos Indígenas en Situación de Alta Vulnerabilidad se incluya en el texto de la nueva Constitución Política del Estado boliviano que empezará a discutirse a partir del 6 de agosto próximo en la ciudad de Sucre en el marco de una Asamblea Constituyente.
A través de este artículo, no sólo queremos alertar y difundir el riesgo en que viven los pueblos aislados de Bolivia, sino convocar a quienes quieran ayudar a los Toromonas, a que se pongan en contacto con nosotros. Pueden hacerlo al correo electrónico pablocingolani@yahoo.com.ar . La lucha por la protección de los últimos pueblos aislados de la Amazonía boliviana no puede esperar. Es ahora o nunca.
Por: Pablo Cingolani, correo electrónico: pablocingolani@yahoo.com.ar, Fundación Expedición Madidi
Quienes deseen leer más información sobre la temática, pueden hacerlo en www.bolpress.com o en el blog www.cingolani.ssolucion.com donde se encuentra publicado el documento “Sobre antropología de urgencia en Bolivia: Pueblos étnicos de tierras bajas en situación de alta vulnerabilidad y en aislamiento voluntario” elaborado por el antropólogo Álvaro Díez Astete. El documento también está disponible en la página web del WRM en la siguiente dirección: http://www.wrm.org.uy/paises/Bolivia/ANTROPOLOGIA_URGENCIA_BOLIVIA.pdf