Bolivia: los pueblos amazónicos discuten su futuro

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Se abrió en Bolivia un espacio para debatir las problemáticas y la visión de la Amazonía boliviana y devolver a los pueblos indígenas la dignidad que la conquista les robó.

En junio, en la ciudad amazónica de Guayaramerín, el Ministerio de la Presidencia de la República de Bolivia organizó el Primer Foro Amazónico denominado “Identidad y Desarrollo Macroregional”. Uno de los ejes de debate fue la identidad local y la situación actual de los pueblos indígenas, que representan la mayor diversidad étnico-cultural del país, y en especial la crítica realidad de los grupos originarios más vulnerables, algunos muy amenazados por fuertes procesos de aculturación y violación de sus derechos humanos, otros en peligro de extinción física y algunos en situación de aislamiento.

En la apertura, Evo Morales Ayma, el primer Presidente de Bolivia nacido en el seno de las comunidades indígenas originarias, expresó ante unos trescientos asistentes, donde destacaba un abigarrado grupo de dirigentes indígenas y campesinos de toda la Amazonía, que “Defender la Tierra es defender a la humanidad. Salvar el medio ambiente es salvar a la humanidad”.

El día anterior, pueblos indígenas y comunidades campesinas de la región amazónica fijaron en un foro los lineamientos estratégicos de lo que entienden debe ser la política de desarrollo amazónico, entre cuyas fundamentaciones se afirma que ésta “debe basarse en la protección especial de los pueblos indígenas en extrema vulnerabilidad, sobre todo en el caso de aquellos que se encuentran en riesgo de desaparecer, puesto que se trata del patrimonio cultural, histórico y étnico de la Amazonía”.

Las posiciones se expresaron en una propuesta que denuncia los intentos de las empresas transnacionales de proseguir sus afanes de privatizar y monopolizar los recursos naturales de la Amazonía, ahora aliándose con los poderes departamentales, representados por las prefecturas de los departamentos de Beni y Pando.

La propuesta defiende, además, el derecho de los pueblos indígenas a una autonomía territorial y comunal dentro de la región considerada como uno de los reservorios de biodiversidad más importantes del mundo.

También rechaza la intención del gobierno de Brasil de construir mega represas en el cauce del río Madera, que pondrían en riesgo la integridad ambiental y social de gran parte de la Amazonía boliviana. El gobierno brasileño acaba de conceder la licencia ambiental de las represas Jirau y Santo Antonio, sobre el río Madera, en contra de la posición de representantes de Brasil y Bolivia de Comunidades, Pueblos, Organizaciones Campesinas y afectados por represas, nucleados en el “Movimiento Social en Defensa de la Cuenca del río Madera y de la Región Amazónica”. El Complejo del río Madera es el proyecto piloto para la nueva gestión del territorio sudamericano, que pretende el establecimiento de una especie de estado paralelo, con su soberanía privada, sus propias reglas, al margen de la soberanía de las leyes nacionales.

El ministro político, Juan Ramón Quintana, destacó en oportunidad del evento, que “deben ser los pueblos indígenas quienes junto al Estado gestionen la soberanía y el control territorial en la Amazonía para acabar con siglos de explotación y discriminación colonial”. Según la autoridad, el genocidio y la agresión a los pueblos indígenas amazónicos fue la herramienta para la consolidación de intereses económicos externos a la región como los que signaron la época del auge del caucho a finales del siglo XIX. Esto se prolongó durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI con el desprecio a lo indígena que se proyectó a la lógica de poder de los “caciques” políticos de la derecha política vernácula y sus actuales demandas de una autonomía aislacionista contrapuesta a la demanda de los movimientos indígenas.

“La Amazonía debe convertirse en el factor articulador e integrador de un país diverso como Bolivia y dentro de la Amazonía, los pueblos indígenas deben actuar en la misma dirección para superar las taras feudales y racistas que aún sobreviven en la región”, expresó el ministro Quintana, quien tuvo a su cargo la lectura de la llamada “Declaración de Guayaramerín” (http://www.wrm.org.uy/paises/Bolivia/Declaracion_Guayaramerin.html link a la pagina), que cerró el primer foro amazónico.

En esa declaración, que fue firmada por todos los asistentes al evento, puede leerse que “de este foro nace un proceso irreversible que ayudará a cerrar las heridas de la historia, tanto las que enlutaron a nuestros pueblos indígenas y comunidades campesinas, como las que degradaron y saquearon nuestra naturaleza y nuestra biodiversidad”. Agrega luego que “a partir de hoy, empieza otra historia, la historia de la dignidad amazónica”.

Artículo basado en: “Primer Foro Amazónico en Bolivia defendió derechos de los pueblos indígenas más vulnerables de la región”, Pablo Cingolani, correo electrónico: pablocingolani@yahoo.com.ar, enviado por el autor; “¿Liderazgo sudamericano de Brasil? La aprobación de las represas del río Madera viola los principios para la convivencia pacífica de las naciones”, FOBOMADE, Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo, correo electrónico: comunicacion@fobomade.org.bo, http://www.fobomade.org.bo