Como era de esperarse y a pesar de la fuerte oposición nacional e internacional el día 9 de abril la Comisión Técnica de Bioseguridad de Brasil (CTNBio) aprobó la liberación comercial de una variedad transgénica de eucalipto. La solicitud fue realizada por la empresa FuturaGene, subsidiaria de la gigante Suzano Celulosa y Papel. Dicha decisión por parte de la CTNBio, convierte al Brasil en el primer país a nivel mundial en aprobar una variedad de eucalipto transgénico, al tiempo que prende una alarma para el país y la región latinoamericana.
La aprobación del eucalipto transgénico estaba prevista inicialmente para el día 5 de marzo. Pero, gracias al accionar de miles de mujeres y campesinos se logró posponer dicha reunión. Mientras que mujeres de diferentes movimientos sociales de Brasil ocuparon el vivero ubicado en el Estado de San Paulo donde se encontraban los plantones transgénicos y alertaron sobre el poder destructivo y nefasto de los transgénicos para la biodiversidad y las comunidades campesinas, en Brasilia, campesinas y campesinos ingresaron al local donde se llevaba a cabo la reunión de la CTNBio con cánticos y carteles rechazando la aprobación de varios elementos transgénicos. Estas acciones estuvieron enmarcadas en las Jornadas de Lucha de las Mujeres Campesinas con el objetivo de denunciar la violencia del agronegocio sobre la vida de las mujeres y del campesinado.
La variedad transgénica finalmente aprobada en el mes de abril, llamada H421, fue creada para incrementar la productividad de las plantaciones forestales en un 20%. Según la empresa, en un comunicado emitido el día de la aprobación, “el incremento en la productividad debido al uso de eucaliptos GM proporcionará beneficios económicos, ambientales y sociales (…) Los principales beneficios ambientales derivados del uso de menos tierra para producir más fibra incluirán la reducción en las emisiones de carbono a través de la reducción de la distancia entre los bosques y las papeleras, la reducción de uso de insumos químicos y una mayor disponibilidad de tierras para otros propósitos, tales como la conservación y la producción de alimentos”. Stanley Hirsch, director ejecutivo de FuturaGene dijo “La producción de más madera sin incrementar el uso de recursos naturales es un reto constante para todos los actores de la industria. Estamos muy orgullosos de haber desarrollado una tecnología innovadora que es capaz de potenciar la competitividad de la industria forestal mientras se beneficia a la sociedad en su conjunto” (1)
Los beneficios que FuturaGene augura sin embargo, están pensados en función de los bolsillos de su propietaria: Suzano Celulosa y Papel, la gigante brasileña propietaria de casi 900.000 hectáreas de tierra a lo largo del Brasil (ver más información sobre la empresa Suzano en la página del WRM).
El argumento de “usar menos tierra para producir más fibra” no tiene fundamento si uno mira la trayectoria de la industria forestal históricamente. En primer lugar, la industria forestal siempre ha buscado incentivar el consumo de papel, resultando en un consumo actual excesivo e innecesario por una minoría concentrada en los países del Norte (Ver video del WRM sobre el consumo de papel). Además, en la medida en que la industria ha logrado aumentar la productividad de sus plantaciones forestales, también ha ido ampliando el área de tierras que han invadido. En Brasil, en los años 80, cuando la producción de las plantaciones era de 27 m3 por hectárea por año, estas ocupaban un área de aproximadamente 4 millones de hectáreas. Hoy en día, cuando la producción ronda los 44 m3 por hectárea por año, estas ocupan alrededor de 7,2 millones de hectáreas. Y si las empresas de plantaciones consiguen los incentivos necesarios por parte de los estados, se estima que para 2020 el área se amplíe a 14 millones de hectáreas. (2) Este contexto además, muestra como la constante producción forestal incrementa las emisiones de carbono, ya que grandes extensiones de bosques son convertidos en plantaciones de monocultivo.
Nada parece indicar que la industria forestal tenga pensado ocupar menos tierra para liberar espacio para la producción de alimentos. Por el contrario, la expansión prevista aumentará los conflictos por la tierra y la soberanía alimentaria que ya existen fuertemente en Brasil.
Tampoco parece ser cierto que se pueda incrementar la productividad de las plantaciones sin que eso resulte en el incremento de los ya conocidos impactos negativos de los monocultivos de árboles sobre la biodiversidad, los suelos, el agua, etc. Organizaciones en Brasil y a nivel internacional han denunciado que el eucalipto transgénico va a consumir mucha más agua de la que actualmente consume. Está previsto que este nuevo árbol pueda alcanzar el crecimiento necesario para ser cortado en 4 años, en lugar de los 7 años actuales. Es durante los primeros años de vida que un árbol consume más agua para crecer, lo que se verá intensificado a partir de las modificaciones realizadas en el eucalipto transgénico, provocando terribles impactos para las cuencas hidrográficas donde se planten y a las comunidades vecinas a las plantaciones que deberán sufrir impactos más profundos aún por la pérdida del agua, sin mencionar la contaminación -del agua y del suelo- por el uso de agrotóxicos y los efectos de esto en la soberanía alimentaria de las poblaciones locales (ver más información en elBoletín de marzo 2015 del WRM).
Otra denuncia presentada a la CTNBio por parte de los movimientos campesinos y sociales en Brasil está vinculada a los impactos socioeconómicos que traerá el eucalipto transgénico debido a su afectación en la producción de miel. Brasil es el segundo productor a nivel global de miel orgánica y se estima que unas 350,000 familias dependen de esta actividad (3). El eucalipto es la principal fuente de polen para las abejas. El polen de la nueva variedad transgénica podrá ser detectado en la miel, con lo cual se cerrarán las puertas de varios mercados internacionales donde actualmente se vende la miel brasileña – además de desconocer los impactos de este para la salud.
Como denuncia la Campaña mundial contra los Agrotóxicos, Brasil decidió una vez más ir a contramano del mundo. Mientras que en numerosos países se están discutiendo medidas para reducir el número de transgénicos y el uso de agrotóxicos, en Brasil han decidido aprobar una variedad de eucalipto transgénico ignorando el principio de precaución del Convenio sobre la Diversidad Biológica, haciendo la vista gorda a la falta de información sobre los riesgos ambientales y sociales que el transgénico va a traer para la población en general.
Sin embargo, frente a un panorama tan desolador, los movimientos sociales y las organizaciones brasileras e internacionales han librado una batalla ejemplar. Las valientes acciones que llevaron a cabo los movimientos sociales en Brasil, junto con las miles de organizaciones y personas que enviaron cartas a la CTNBio rechazando la aprobación, hicieron sonar una alarma en Brasil y a nivel internacional que puso en alerta a las organizaciones y movimientos sobre esta nueva amenaza. Empresas forestales de la talla de Fibria, Suzano, Stora Enso, International Paper, que han ocupado vastas áreas de tierras con plantaciones de árboles, se encuentran realizando experimentación con árboles transgénicos a nivel mundial (4). Debemos estar alertas y no permitir que más países sigan los pasos de Brasil.
- http://www.futuragene.com/FuturaGene-eucalyptus-approved-for-commercial-use.pdf
- http://wrm.org.uy/es/todas-las-campanas/carta-abierta-a-la-comision-tecnica-nacional-sobre-bioseguridad-de-brasil/
- http://www.mst.org.br/2014/12/09/a-quem-interessa-o-brasil-ser-o-primeiro-pais-a-liberar-eucalipto-transgenico.html
- http://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/ge-tree-research-a-country-by-country-overview/