Durante casi una década, Aracruz Celulose ha estado gastando mucho tiempo y dinero para mostrarse como un ejemplo de empresa social y ambientalmente responsable. Ha negado consistentemente los impactos negativos de sus operaciones en los estados brasileños de Espírito Santo y Bahía y ha llegado hasta a afirmar que jamás ha llevado a cabo operaciones de deforestación. Información reciente muestra lo contrario.
El 20 de octubre, mientras se llevaba a cabo una audiencia pública organizada por el Centro de Recursos Ambientales (CRA) para discutir la expansión de las plantaciones de eucaliptos de Aracruz Celulose en el extremo sur del estado de Bahía, las organizaciones de la sociedad civil local constataron que en una propiedad recientemente adquirida por la empresa en la municipalidad de Caravelas se estaban cortando árboles nativos.
Este crimen ambiental fue filmado por las organizaciones y presentado el mismo día en la audiencia pública que se estaba llevando a cabo en Posto da Mata, Nova Vicosa. Varios ejecutivos de Aracruz, incluyendo el gerente ambiental de la compañía estaban presentes en la reunión.
Melquiades Spinola --coordinador de la ONG local CEPEDES-- dijo que este episodio muestra que el discurso ambiental de la compañía es muy diferente de su práctica ambiental. "Aracruz subestima a las organizaciones de la sociedad civil y a las agencias estatales. Aún durante el proceso para obtener la licencia de expansión de sus plantaciones, sus actividades de campo son llevadas a cabo de una manera depredadora", afirmó Spinola.
Según activistas de CEPEDES y del centro para la Defensa de Derechos Humanos --quienes presentaron las coordenadas geográficas exactas del informe escrito-- Aracruz había adquirido recientemente ese predio de Carlos Ancine Fae. Trabajadores de la compañía contratada por Aracruz, declararon que nadie del departamento ambiental del contratista había estado presente durante el trabajo llevado a cabo con el uso de un tractor, ni durante la aplicación de herbicidas.
José Augusto Tosato, representante de CEPEDES, afirmó que el CRA necesita incrementar su seguimiento de Aracruz, para determinar si todas las condiciones impuestas para el otorgamiento de licencias previas han sido cumplidas y particularmente para continuar llevando a cabo la zonación ecológica y económica del extremo sur de Bahía, tal como fuera instruido por el gobernador Cesar Borges el 17 de mayo de este año, pero que aún no ha comenzado a ser implementada.
Según el coordinador del Grupo Ambiental de Bahía, el gobierno decidió suspender el licenciamiento de Aracruz hasta que el proceso de zonación haya sido completado. "Nosotros esperamos que esta decisión sea llevada a cabo, ya que si la zonación es implementada de una manera participativa y con los instrumentos y metodologías adecuados servirá para salvaguardar los intereses de la sociedad de la región en su conjunto, restringiendo la expansión de los monocultivos y garantizando mejores condiciones para la conservación ambiental".
Artículo basado en información de: Maiza de Andrade, "Empresa é flagrada destruindo árvores na região extremo-sul", A Tarde Online, 24/10/00.