El problema de la pérdida de territorios por parte de campesinos y pueblos indígenas a favor de proyectos industriales tiene varias puntas en Brasil, y el Movimiento de los Sin Tierra (MST) lleva adelante una lucha para contrarrestar ese proceso.
Hemos informado acerca de las sucesivas ocupaciones de tierras plantadas con extensos monocultivos de eucaliptos para la producción de celulosa –una de dichas ocupaciones protagonizada recientemente por mujeres de Vía Campesina/MST en ocasión del Día Internacional de la Mujer.
También los manglares se ven afectados por proyectos depredadores. La cría de camarones en cautiverio es un negocio extractivista que implica la destrucción de los manglares. En respuesta a esa situación y en protesta por la lentitud del proceso de reforma agraria en el estado, el 21 de enero de este año aproximadamente 150 familias vinculadas al MST invadieron la granja camaronera Qualibras, ubicada en Itapipoca, región costera del Estado de Ceará.
El MST denunció con la ocupación un acto más de violencia del agronegocio en el país, del grupo Qualibrás que destruye los manglares de la región. De acuerdo con las leyes brasileñas, se trata de un crimen ambiental grave, a causa de la importancia que tienen los manglares, entre otras cosas, en la cadena alimentaria marina. El Instituto Terramar, de Brasil, denuncia que las granjas camaroneras violan las leyes de Ceará, ya que se están construyendo viveros en áreas de preservación permanente. “Un diagnóstico realizado por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) identificó que 75% de las granjas camaroneras de Ceará están construidas en áreas de preservación permanente, en violación de las leyes del Estado”.
En los manglares el gran negocio encuentra una gran rentabilidad por el bajo costo de producción que le proporciona el agua abundante y próxima y el movimiento de la marea que contribuye a una reducción considerable de los gastos de bombeo de agua dentro de los tanques.
A pesar de su importancia ambiental y de la legislación, las empresas de cría de camarón en cautiverio continúan expandiendo su negocio: entre 2003 y 2004, la superficie de granjas camaroneras en Brasil pasó de 14.824 a 16.598 hectáreas, en un total de cerca de 1.000 granjas en el país, en comparación con las 20 que existían en la década de 1980.
Mientras el agronegocio avanza sobre los manglares del nordeste del país, los trabajadores se organizan. Las familias que participaron en la ocupación acampan en la región costera del Estado, en lucha por la entrega de tierras y el otorgamiento de títulos. En total hay aproximadamente 1.700 familias, distribuidas en 25 campamentos, muchas de ellas esperando hace más de cinco años la reforma agraria prometida. En 2006, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) tenía como meta el asentamiento de 2.000 familias en el Estado, pero solamente 206 recibieron terrenos. El grupo indígena “Tremembes” también tomó parte en la ocupación, en reclamo de la demarcación de tierras en la zona indígena de Buritis, en Itapipoca.
Pistoleros contratados por la empresa rodearon en la noche del 23 de enero el campamento, tratando de amedrentar a hombres, mujeres y niños, quienes, finalmente, y para evitar un conflicto que pusiese en riesgo la seguridad de las familias, abandonaron la ocupación en la mañana siguiente.
"Salimos con la perspectiva de volver nuevamente, en caso de que el INCRA no resuelva concretamente los problemas de la reforma agraria”, afirmó un representante de los sin tierra.
Artículo elaborado en base a información obtenida de: “Brasil: MST ocupa fazenda devastadora de mangues no Ceará”, Igor Felippe Santos, http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/29831; “MST ocupa fazenda de criação de camarão”, Carlos Henrique Camelo, OPovo online, http://www.opovo.com.br/opovo/ceara/664429.html; “MST sai de fazenda com ameaças de jagunços no Ceará”, CUT, http://www.cut.org.br/publique/cgi/cgilua.exe/sys/start.htm?infoid=7314&sid=22