En el 2002 la esperanza venció al miedo. En el 2003 la esperanza se podrá concretar en un acuerdo político entre los electores de clase media, que asolados por el desempleo y empobrecidos por la política económica les perdieron miedo a los cambios, y los electores populares, que acosados por la pobreza y la violencia ya no temen ser felices.
Intrínsecamente vinculada a las expectativas de cambio de la deteriorada situación social está la posibilidad de dar un giro a la política ambiental. Según declaraciones del hoy presidente de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva: "Es claro que hoy día la principal presión sobre los recursos naturales la causa la situación de miseria que afecta a una parte de la población más pobre. El Partido de los Trabajadores (PT) no ve la protección del medio ambiente desvinculada de otras políticas estructurales de combate a la pobreza, como la reforma agraria, la política agrícola, la recuperación de los ríos y manantiales, la política nacional de saneamiento ambiental. Sin duda, se evitarían muchas situaciones de riesgo ecológico y humano en nuestro país si la gente que se ve obligada a emigrar a la periferia de las ciudades o a las zonas de protección ambiental pudiera permanecer en su lugar de origen, amparada por políticas públicas adecuadas.
Por eso nuestras propuestas apuntan a conciliar la protección ambiental con la generación de empleo, teniendo como base muchas experiencias que han sido desarrolladas por asociaciones y cooperativas de productores, gobiernos municipales y estaduales, movimientos sociales y ONGs. Incluso es necesario realizar un relevamiento socioambiental por zonas en Brasil que permita identificar la solución más adecuada para cada ecosistema y sector social. En general, como es sabido, la población más pobre vive en zonas de riesgo y para sobrevivir termina causando más impactos sobre el medio ambiente. Para estos casos tendremos programas de recuperación ambiental que den ocupación a dichas personas.
Con respecto a la Amazonia, patrimonio natural, cultural, económico y social estratégico para Brasil y el planeta, es importante aclarar que vamos a cambiar las políticas de asentamiento y también las agrícolas, que han sido devastadoras y no generan empleos ni ingresos para la población local. La Amazonia es vista como una frontera en la que buscar lucros rápidos y fáciles, sin pensar en las consecuencias en el medio ambiente y las comunidades. Cuando se habla de "ocupación de la Amazonia", a menudo prevalece la idea errónea de que se trata de un vacío demográfico, una especie de tierra de nadie. En realidad, en la región viven nada menos que 20 millones de brasileños, aparte de haber muchas experiencias que concilian protección ambiental, objetivos sociales, innovaciones tecnológicas e institucionales y beneficios económicos significativos".
Como una primera medida que da señales promisorias, el nuevo gobierno designó a la senadora Marina Silva como ministra de Medio Ambiente. Según la ministra, su llegada al ministerio es el resultado de un proceso histórico que pasa por la experiencia del ambientalista y ex líder cauchero Chico Mendes, asesinado en 1988, y por los gobiernos del PT en el estado de Acre. La ministra convivió con el ambientalista de los 17 a los 28 años y participó en todas las acciones en contra de la devastación de la Amazonia que él organizó, como asimismo en defensa de los caucheros de Acre. "Lo que hoy está ocurriendo es sólo una demostración de que el sueño de Chico Mendes no fue en vano y que las semillas que él plantó con seguridad dieron muchos frutos", declaró.
Marina Silva promete seguir una política de realizaciones en el sector. Ha dicho que el nuevo gobierno no puede atarse a "la lógica de lo posible", sino que debe adoptar otra postura frente a los desafíos. "Necesitamos concluir la etapa del no se puede y pasar a la del cómo podemos hacerlo", afirmó. Con respecto a su designación, considera que es "una señal de que en el gobierno Lula el tema ambiental desempeñará un papel estratégico por ser un país sobremanera diverso y, por eso, es necesario que haya una relación ética entre quienes tienen tecnología y dinero y los que tienen conocimientos tradicionales y recursos naturales".
De acuerdo con Marina, las prioridades del ministerio que está a su cargo son la Amazonia, la preservación de los recursos hídricos, el combate a la deforestación y el problema de los asentamientos urbanos. "En primer lugar, queremos lograr que la política ambiental actúe conjuntamente con las demás acciones del gobierno y, en segundo lugar, tenemos que tener una política ambiental que privilegie el desarrollo sustentable", dijo la ministra.
La petista subrayó la importancia de la participación de la sociedad en las decisiones sobre política ambiental y criticó la falta de control para hacer cumplir las leyes del sector. Según Marina, es necesario "potenciar las instituciones para que puedan hacer cumplir la ley".
Artículo basado en información obtenida de: "Em defesa do meio ambiente", Luiz Inácio Lula da Silva, Linha Aberta. Brasil, 11 de junio, http://www.lainsignia.org/2002/junio/ecol_007.htm ; "2003 promete ser um ano "quente", Correio da Cidadania, http://www.correiocidadania.com.br/ed327/editorial.htm ; "Para Marina, Lula mandou recado para Bush com anúncio de ministério", Ricardo Mignone, Folha Online, http://www1.folha.uol.com.br/folha/brasil/ult96u43391.shtml