Una fábrica de celulosa altera profundamente la micro-región donde se instala y genera una serie de problemas que afectan principalmente a las poblaciones tradicionales.
Aracruz Celulose S.A. (ARCEL) construyó la unidad Barra do Riacho, en el estado de Espíritu Santo, en el lugar donde antes se alzaba la aldea indígena de Macacos. La construcción de esta planta de celulosa atrajo una gran cantidad de trabajadores de otras regiones y estados, lo que acarreó muchos trastornos al barrio vecino llamado Barra do Riacho, que era básicamente un barrio de pescadores y está situado a un kilómetro de la fábrica. Este barrio pasó abruptamente de 900 a 10.000 habitantes. Hasta hoy, Barra do Riacho sufre las consecuencias: altos índices de desempleo, prostitución infantil y tráfico de drogas.
A eso se suma que para garantizar la cantidad de agua suficiente para abastecer el consumo exorbitante que necesita la fábrica para la producción de celulosa –una demanda equivalente al consumo de agua de una ciudad de más de 2 millones de habitantes-, ARCEL cerró la salida al mar del río Riacho y lo desvió, además de otros cuatro ríos de la región, provocando su sedimentación.
Esto perjudicó enormemente a los pescadores de Barra do Riacho y Barra do Sahy, quienes han venido reclamando reiteradamente a ARCEL que atienda sus reivindicaciones legítimas, insistentemente ignoradas por la empresa.
Finalmente, el 10 de octubre de 2008, más de 100 pescadores de la Asociación de Pescadores de Barra do Riacho y Barra do Sahy, cerraron durante todo el día el acceso por tierra al puerto Portocel, el puerto privado de ARCEL, impidiendo la entrada de celulosa destinada a exportación.
Los pescadores presentaron una larga lista de reivindicaciones a la empresa y a la Municipalidad de Aracruz, dentro de las cuales la principal es “la apertura inmediata de las cuatro compuertas construidas por ARCEL en el río Riacho para aumentar su volumen de agua, pues el cierre ha disminuido la cantidad de agua, provocando la sedimentación del río y el cierre de la boca de la barra”.
El cierre de la boca de la barra deja a las familias pescadoras en situación desesperada porque impide la salida de sus barcos a alta mar (y el regreso), dificultando cada vez más la subsistencia de las personas que dependen de la pesca. Por otro lado, los buques cargados de celulosa para producir papeles descartables en Europa, Estados Unidos y Asia, no han dejado de salir del puerto Portocel.
Los pescadores exigieron la presencia del alcalde de la ciudad, Ademar Devens, quien compareció en el lugar y al ver la situación de la boca de la barra resolvió elevar las reivindicaciones de los pescadores a la empresa. La empresa informó a los pescadores que estaba dispuesta a abrir las cuatro compuertas en el río Riacho siempre y cuando la marea bajara, en el entendido de que eso facilitaría el proceso de apertura de la boca de la barra.
Con la promesa de la apertura de las compuertas los pescadores resolvieron retirarse hasta el resultado de una próxima reunión con la municipalidad y la empresa, donde se evaluará la situación y se discutirán otras reivindicaciones. En función de eso decidirán si realizan nuevas acciones. Ya están cansados de promesas y medidas que no resuelven el problema.
Resulta irónico que la empresa les haya pedido “comprensión” a los pescadores por las dificultades que viene enfrentando: falta de agua en la fábrica por una seca prolongada en la región –situación agravada por las plantaciones de eucalipto de la propia empresa- y una “situación financiera difícil” por la suba del dólar –aunque es de conocimiento público que ARCEL realizó operaciones financieras de carácter especulativo que resultaron en pérdidas millonarias.
¿Y la comprensión para con los pescadores y la angustiosa situación en que los deja no poder pescar y atender sus necesidades básicas?
Artículo basado en información obtenida de: “Pescadores fecham porto de exportação da Aracruz Celulose”, Winnie Overbeek, Rede Alerta contra o Deserto Verde, enviado por el autor, correo electrónico: woverbeek@terra.com.br; “Promesas de empleo y destrucción del trabajo. El caso Aracruz Celulose en Brasil”, Alacir De’Nadai, Winfridus Overbeek, Luiz Alberto Soares, 2005, http://www.wrm.org.uy/paises/Brasil/faseESP.pdf