Camboya: las promesas incumplidas de una plantación de palma aceitera

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Desde 1997, la Mong Reththy Investment Cambodia Oil Palm Company ha plantado 3.800 hectáreas de árboles de palma aceitera. La compañía, con el apoyo de las autoridades de Phnom Penh, trasladó a 99 familias desde un asentamiento informal en Phnom Penh para trabajar en la plantación cercana a la Ruta 4, 150 kilómetros al sur de Phnom Penh. Pero pocas de las personas que debieron dejar Phnom Penh efectivamente encontraron trabajo en las plantaciones, la planta de procesamiento todavía está por construirse y muchos de ellos simplemente están volviendo a Phnom Penh a buscar trabajo allí (ver Boletín N° 39 del WRM).

La compañía detrás del proyecto, Mong Reththy Investment Cambodia Oil Palm es propiedad del empresario camboyano Mong Reththy (60%), y las empresas Borim Universal (Corea del Sur, 30%), y Lavanaland (Malasia, 10%).

Al trasladar a esas personas desde Phnom Penh a principios de 1999, la compañía prometió entregar parcelas de dos hectáreas de palma aceitera para que pudieran ganar algún dinero con los frutos de palma aceitera que produjeran. En julio de 2000, Mong Reththy, uno de los empresarios más ricos de Camboya, declaró al periódico Phnom Penh Post que su compañía “todavía estaba esperando un préstamo del Banco de Desarrollo Rural para pagar la preparación de la tierra y proporcionar a los pobladores semillas y fertilizantes.”

Seis meses después, Mong Reththy escribió a la revista Watershed, explicando que: “La promesa de dos hectáreas de plantación de palma aceitera continúa siendo una de las máximas prioridades de la compañía. La compañía procura de todas las formas posibles conseguir un préstamo con bancos nacionales e internacionales a estos fines.” Mong Reththy afirmó que esto era una prueba de que su compañía estaba “más que dispuesta a cumplir”.

Han pasado más de dos años y los pobladores todavía están esperando las parcelas de dos hectáreas prometidas. En junio de 2001, Bok Chhiv Tor, Coordinador de proyectos de Mong Reththy, quitó importancia al problema, afirmando que “los pobladores pueden hacer libremente lo que deseen para ganarse la vida. Si eligen trabajar para la compañía, les daremos empleo”. Añadió que “realmente no sabemos cuántos de los pobladores están actualmente empleados por la compañía.”

Las tierras utilizadas para las plantaciones de palma aceitera eran bosques o tierras de cultivo, según afirman los pobladores de la zona. En el poblado de Tanei, casi la totalidad de las 300 familias que lo integran perdieron sus tierras debido a las plantaciones de la compañía. Muchos no han recibido compensación alguna por parte de la compañía. Bok Chhiv Tor afirma que antes de que llegara la compañía, la tierra “estaba vacía, y que fue una concesión otorgada por el Gobierno Real”.

En febrero de 2001, se incendiaron más de 6.500 árboles de palma aceitera en las plantaciones de Mong Reththy. Mong Reththy declaró al periódico camboyano Rasmey Kampuchea, que el fuego había sido iniciado en forma deliberada, afirmando que había comenzado simultáneamente en dos lugares distintos. Los árboles de palma aceitera quemados habían sido plantados en 1997, y estaban comenzando a dar fruto. La compañía estimó las pérdidas en unos US$ 70.000.
Hasta el momento, la empresa de palma aceitera no ha obtenido ganancias. Se comenzaron a cosechar los primeros frutos, pero sin una fábrica para procesar los frutos, la cosecha del primer año simplemente se echó a perder.

Se espera que la planta procesadora, con un costo de 5 millones de dólares, esté finalizada para el 2002, pero no está claro de dónde vendrá el dinero. Mong Reththy actualmente está negociando con el gobierno en un intento de obtener ayuda para financiar la fábrica. En mayo de 2001, Mong Reththy declaró al periódico Cambodia Daily, “Si la planta no se termina, voy a perder otro millón y medio de dólares en 2002”. Dijo que hasta ahora el proyecto de la plantación le ha costado 10 millones de dólares, y que este año perdió 1 millón de dólares.

En marzo de 2001, el periódico Rasmey Kampuchea informó que el Ministerio de Agricultura no estaba a favor del proyecto de plantaciones de aceite de palma, argumentando que “no daría resultados positivos”. Mientras tanto, las actividades de Mong Reththy se centran en su plantación de mandioca de 1.800 hectáreas.

La compañía no ha logrado beneficiar ni a la población local ni a la gente que trasladó desde Phnom Penh. Los pobladores que habitan en el área de las plantaciones han perdido sus tierras y bosques a manos de la compañía sin recibir ningún tipo de compensación. De las personas trasladadas desde Phnom Penh, supuestamente para trabajar para la compañía, muy pocas recibieron trabajos y ninguna recibió la tierra que la compañía les prometió. Incluso perdieron las formas de sustento precarias que tenían en Phnom Penh. ¿Quién compensará a todas esas personas? ¿Estará la compañía “más que dispuesta a cumplir” con esa responsabilidad?

Por: Chris Lang,