En la década del 90, el gobierno de Camboya, con el respaldo del Banco Mundial, intentó promover el cultivo industrial en gran escala de camarones en la zona costera del país. En 1993, el Proyecto de Acción por los Manglares (MAP, por sus siglas en inglés), ayudó a impedir que la gigante agroindustrial tailandesa Charoen Pokphand, se instalara en las costas de manglares de Camboya, en donde llevaría a cabo un proyecto de cultivo del camarón tigre negro. No obstante, la idea no quedó en el olvido, y posteriormente nuevos inversionistas de Tailandia financiaron actividades de acuicultura intensiva de camarón tigre negro en Camboya, importando equipos, personal capacitado e incluso ración para tal fin. La provincia Koh Kong, que tiene una extensa zona limítrofe con Tailandia, fue invadida por estanques de cultivo de camarones y la industria prometió un futuro de prosperidad para la región.
Pero en 1994, la fiebre del camarón llegó a Camboya. Una vez más, tal como había ocurrido antes en Tailandia y Taiwán, esta enfermedad se convirtió en el peor enemigo de la industria de la acuicultura intensiva de camarones. Se esperaba que habría un cese de este tipo de actividades, que de continuar significarían la destrucción de los manglares. El propio gobierno admitió que la zona de manglares de Camboya había disminuido de más de 63.000 hectáreas en 1992, a menos de 16.000 en 1995. El Ministerio de Medio Ambiente responsabilizó de esta situación al cultivo industrial de camarones por sus actividades depredadoras, por lo que estableció una moratoria temporal a la concesión de nuevas licencias. No obstante, después de 1995 el Departamento de Pesca seguía otorgando licencias para el cultivo de camarones. Ha sido recientemente, y sólo cuando la situación empeoró, que se prohibió la concesión de nuevos permisos.
Actualmente, las lagunas del cultivo industrial de camarones –que supuestamente traerían prosperidad a la provincia de Koh Kong- fueron abandonadas en los sitios en que una vez florecieron los manglares. Los capitales tailandesas también abandonaron el país ... probablemente para establecer su industria en otro lado, donde todavía hay manglares en pie.
El cincuenta por ciento de las zonas de manglares de todo el mundo ya han desaparecido y el cultivo industrial de camarones es una de las principales causas de este desastre ambiental. ¿Cuánto más tendremos que esperar hasta que se detenga definitivamente la autorización de nuevas actividades de esta industria?
Artículo basado en información obtenida de: Late Friday News, 59ª edición, 31/3/2000;