Chile: bosques para la gente o monocultivos para las empresas

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Mentir a la población es una de las herramientas más comunes utilizadas por gobiernos y empresas forestales en todo el mundo para imponer el modelo de monocultivos de árboles a gran escala. Chile tiene gran experiencia en ese tipo de engaños. Sin embargo, cada vez son más quienes se organizan para luchar contra la injusta política gubernamental que favorece a las empresas y para defender los verdaderos bosques chilenos.

Apoyada por la Corporación de la Madera, se ha lanzado recientemente en Chile, por tercera vez la engañosa campaña "Bosques para Chile". Esta campaña aparece en televisión y medios de prensa mostrando la importancia y el valor de los bosques, pero con imágenes de plantaciones de pino radiata, originario de los Estados Unidos. El gobierno también continúa dando su apoyo al engaño. En un diario local en referencia a esta campaña publicitaria puede leerse que "Para el Ministerio de Agricultura esta iniciativa representa una interesante oportunidad para poder destacar a uno de los recursos ambientales y productivos más relevantes de Chile, como son los bosques y las actividades derivadas de ellos. También porque con esta iniciativa se está invitando a la sociedad chilena a conocer y valorar más nuestros bosques, a hacerlos parte de nuestras vidas cotidianas y de nuestro quehacer como sociedad".

Y continúa diciendo: "Por su amplia distribución a lo largo de parte importante de nuestra geografía, por su rica diversidad de formaciones y especies, por albergar parte importante de nuestra biodiversidad, por ser fuente de conservación de aguas y suelos, y por ser espacios para la recreación y el turismo, los bosques son parte sustantiva de nuestra realidad social y económica".

Leyendo estos primeros dos párrafos cualquiera podría pensar que es una loable iniciativa, si no fuera porque en realidad lo que se pretende promocionar es el monocultivo de pinos, ya que de ahí en más el artículo continúa refiriéndose a los bosques y a las plantaciones sin diferenciar cuales son los que brindan los beneficios a los que se hace referencia más arriba.

Esta confusión no existe a la hora de decidir a quien se le brinda apoyo. Como analizáramos en detalle en el boletín No. 70, se continúan subsidiando las plantaciones forestales de especies exóticas, mientras todavía se está pensando que tipo de apoyo dar a los bosques.

Motivados por la injusticia de esta situación, el 26 de junio de 2003 se reunieron en la ciudad de Temuco alrededor de 450 representantes de comunidades indígenas y pequeños propietarios de bosques de la IX y X Región, para celebrar el Primer Encuentro Nacional de Pequeños Propietarios de Bosques de Chile, con el objetivo de compartir necesidades y propuestas para promover la conservación y el manejo sustentable del bosque e informar al país sobre esta situación. Un buen punto de partida hacia lo que denominaron Movimiento Social por los Bosques de Chile.

Como resultado de este encuentro se realizó una declaración que hemos publicado en nuestra página web en: http://www.wrm.org.uy/paises/Chile/gente.html de la cual extractamos algunas ideas fundamentales del sentir de las comunidades con relación a los bosques y el apoyo que reclaman de las autoridades.

El bosque nativo del sur de Chile constituye un patrimonio económico, cultural y biológico de inmenso valor tanto para el país como para el mundo. Sin embargo, los pequeños propietarios de bosque, alrededor de 90 mil familias sólo en la IX región, se encuentran en una situación social y económica muy deteriorada y sin acceso a programas o recursos públicos para conservar sus bosques que abarcan más de 1,5 millones de hectáreas.

Esta contradicción obedece fundamentalmente a la falta de políticas y estrategias de apoyo y promoción a la economía campesina e indígena, a la conservación y manejo sustentable del bosque y a la ausencia de una Ley de Bosque Nativo en el país, ley que espera desde hace 12 años su aprobación. Es además consecuencia de políticas económicas que dan prioridad a la explotación de los recursos naturales y a la inversión privada de gran escala orientada a la exportación. Se suma a esto, la falta de comprensión y sensibilidad respecto del pueblo mapuche, huilliche y campesino, que hace que éstos sean un sector marginado y débilmente integrado a la economía nacional.

Las organizaciones de los pequeños propietarios de bosques demandan que se promueva la Ley de Bosque Nativo en Chile y proponen que se priorice el subsidio al pequeño propietario de bosque nativo y que se promueva la indemnización de las empresas transnacionales forestales hacia los pequeños propietarios, como una forma de reparar los efectos causados por la sustitución de bosques por plantaciones.

A la vez que se oponen a que los subsidios sigan favoreciendo al empresario o propietario grande, reclaman también que se promueva y practique un manejo adecuado a la situación particular del bosque, la cultura y formas de manejo tradicional y que dé oportunidad a que los campesinos y comunidades mapuche y huilliche puedan conservar sus bosques. Por último, demandan que se implementen actividades educativas a todo nivel, para poder alcanzar respeto de los valores y aportes del bosque en todos sus sentidos para beneficio de la gente.

Frente a esas demandas, el gobierno tendrá que optar entre seguir impulsando el modelo de monocultivos forestales promovido durante la dictadura Pinochetista (para beneficio casi exclusivo de los grandes grupos económicos) o apoyar a las comunidades indígenas y campesinas en el manejo sustentable del bosque. Un paso imprescindible en ese sentido consiste en que reconozca que las plantaciones no son bosques. Entonces sí, la consigna de "Bosques para Chile" comenzará a tener algún sentido.

Artículo elaborado en base a la Declaración "Bosques Nativos para la Gente", enviada por Rodrigo Catalán de "Fondo Bosque Templado", correo electrónico: catalanr@terra.cl ; Angélica Hernández M., Agenda Regional de la Araucanía (Grupo AGRA) correo electrónico: agendaregional@terra.cl ; El Mercurio, domingo 22 de junio de 2003, http://www.agricultura.gob.cl/opinion_subsec.php?cod_opinion=666