En julio de este año se dieron a conocer los resultados de una investigación realizada a nivel comunal en 2010 por la Asociación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo. El Monitoreo Forestal Independiente derivó en un informe de los impactos ambientales y sociales de las plantaciones forestales de la empresa Forestal Anchile Ltda. y denuncias respectivas ante la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura.
Forestal Anchile Ltda., propiedad de las japonesas Daio Paper e Itochu Corporation, es una de las mayores exportadoras de astillas de Chile y está enfocada en el mercado japonés. El patrimonio de la empresa se extiende desde la Comuna de Toltén, Región de la Araucanía, hasta Fresia, Región de los Lagos, y el monitoreo se realizó en la Región de Los Ríos y de Los Lagos, Comunas de Valdivia, Corral y La Unión, donde se concentra la mayor parte de su patrimonio, que actualmente totaliza 61.069,1 hás, de las cuales 28.043,8 hás corresponden a plantaciones forestales, en especial Eucalyptus glóbulus y nitens, Pino radiata, P. Oregon y otras variedades.
El trabajo se focalizó en tres sectores de la Cordillera de la Costa de Valdivia, en la Región de los Ríos, uno de ellos de predios ubicados en sectores cercanos a fragmentos o superficies continuas de bosques nativos, que forman parte del bosque templado lluvioso costero, reconocido entre las 25 áreas de más alta prioridad para la conservación a nivel mundial, debido principalmente a su alta fragilidad y por albergar una importante diversidad de especies de flora y fauna de alto endemismo.
La sustitución de bosque nativo por plantaciones de especies exóticas de árboles (por Pinus radiata en un principio y posteriormente por Eucalyptus spp), que comienza en la década de 1980 como consecuencia de la compra extensiva de terrenos por empresas forestales y emigración de la población rural de estos sectores hacia Valdivia, es uno de los principales factores de pérdida importante de biodiversidad y fragmentación de los bosques nativos.
Los resultados del informe dan cuenta de prácticas forestales de alto impacto ambiental e incumplimiento de la legislación forestal en todos los predios de Forestal Anchile visitados. Dichas prácticas consisten en “la intervención y/o destrucción de áreas de protección de cursos de agua, remoción y pérdida de suelos en áreas con fuertes pendientes por el uso de sistemas mecanizados de cosecha, sustitución gradual de vegetación nativa que cumple la función de protección de cursos de agua, corta de renovales de bosque nativo durante la cosecha de plantaciones y talas rasas en extensas superficies generando un fuerte impacto paisajístico en las áreas adyacentes a sitios prioritarios de conservación de la biodiversidad en Chile”.
El estudio también da cuenta del “efecto del uso de herbicidas en cabecera de microcuenca en áreas tributarias al Río Futa”.
Los resultados del monitoreo forestal permiten sostener “que las malas prácticas en el establecimiento y cosecha de las plantaciones de Forestal Anchile generan un alto impacto en los ecosistemas terrestres y acuáticos de la región, así como también en actividades e iniciativas de comunidades rurales locales orientadas a potenciar el turismo, recuperación del valor paisajístico y funciones ecosistémicas del bosque nativo, principalmente, la producción de agua para uso doméstico y de riego”.
A pesar de todo ello, Forestal Anchile es una empresa certificada por el FSC, es decir que sus plantaciones de árboles supuestamente son “sustentables”. El 15 de diciembre del 2002 la empresa recibió la certificación en el sistema de certificación FSC (Forest Stewardship Council), que se fue actualizando desde 2003 por la vía de auditorías anuales. Esto deja en evidencia que aspectos tan graves – y muchas veces inherentes a la expansión de los monocultivos de árboles – como la deforestación y sus impactos, no son considerados en el sistema de certificación forestal Forest Stewardship Council (FSC) ni por otros de menor vigencia.
Los resultados, pues, dan cuenta de “las debilidades de la actual legislación forestal, institucionalidad y procesos de certificación forestal, que en conjunto, operan como factores facilitadores y de impunidad del impacto del manejo de plantaciones de Forestal Anchile al evidenciar falta de rigurosidad en la fiscalización de predios denunciados, multas insignificantes en relación a la magnitud del daño ocasionado en predios efectivamente sancionados y falta de transparencia en procesos de certificación, tanto de la empresa como de los auditores, restando credibilidad al sistema FSC al reflejar incoherencia entre los criterios y principios de certificación forestal, y las reales prácticas observadas en parte del patrimonio de una empresa que goza de este sello desde el año 2002”.
Y agregamos nosotros que esto deja una vez más de manifiesto que la certificación se ha convertido en una herramienta en manos de las grandes empresas para legitimar sus negocios. El “sello verde” les permite imponer sistemas de producción intrínsecamente dañinos y peligrosos para ecosistemas valiosos, como ocurre con los monocultivos de árboles.
Artículo basado en: “Informe de resultados. Monitoreo forestal independiente a patrimonio de Forestal Anchile Ltda. en la región de Los Ríos y Los Lagos”, julio 2012, Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, y Nativo. Bosques y su Gente, http://www.bosquenativo.cl/descargas/documentos_AIFBN/Informe_
Monitoreo_Anchile_28_08_12.pdf