El modelo forestal chileno, basado en la promoción de monocultivos forestales a gran escala de pinos y eucaliptos con destino a la exportación, ha sido implementado a expensas del ambiente y de las poblaciones locales. Pese a ello, tanto el Estado como las empresas forestales continúan escondiendo esa realidad e insisten en que están "plantando bosques" que contribuyen al desarrollo del país.
Gran parte de esas plantaciones fueron implementadas durante la dictadura pinochetista en territorio mapuche y ello explica la continua lucha de este pueblo indígena contra las empresas forestales en procura de recuperar el territorio usurpado. Al mismo tiempo, las plantaciones se hicieron a expensas de los biodiversos bosques nativos de la región, con los consiguientes graves impactos sobre los recursos del pueblo mapuche (agua, suelos, flora, fauna) y sobre su cultura y tradicional uso de los recursos.
Un trabajo recientemente publicado ("Invasión Forestal y Etonocidio Mapuche", de Alfredo Seguel) historia la resistencia mapuche y aporta abundante información sobre el tema. Del mismo extraemos la siguiente información, que prueba fehacientemente la mentira tantas veces repetida sobre los supuestos beneficios que el sector plantador aporta a Chile y a su gente:
"Entre toda la variedad publicitaria empleada por las propias empresas y el Estado chileno para justificar la actividad forestal, se señala insistentemente en los "aportes al crecimiento y desarrollo del País", "mejoras en la calidad de vida de las localidades", "aporte a combatir el desempleo y la pobreza". Sin embargo, principalmente en las localidades con una importante demografía mapuche entre la VIII y IX regiones, esto no se demuestra; por el contrario son los lugares donde se focalizan los mayores niveles de indigencia, pobreza y desempleo. Pueblos que son centros medulares de la actividad forestal prácticamente son poblados fantasmas y donde existe un notable aumento emigratorio mapuche. Simplemente la expansión forestal ha terminado por perpetuar la pobreza local y aumentar el empobrecimiento mapuche. Entonces ¿cuál es el aporte local de las forestales?
En comunas como Tirúa, Galvarino, Ercilla, Cañete, Carahue, entre varias otras, donde existe un alto porcentaje de población Mapuche y a la vez, donde existe un importante aumento en la invasión forestal, las cifras son categóricas. Sólo a modo de ejemplo, considerando la encuesta CASEN del Ministerio de Planificación del año 2000, se proyecta la siguiente realidad catastrófica" (resumida del cuadro del autor):
En la Provincia de Arauco, el nivel de pobreza en las siguientes comunas es: Lebu: total de pobres 41,7% (14,7% de indigentes), Cañete: 37,1% (15,2% de indigentes), Tirúa: 30,3% (11,0% de indigentes).
En la Provincia de Malleco la situación es la siguiente: Collipulli: 37,2% (11,0% de indigentes), Ercilla: 52,9% (22,5% de indigentes), Lumaco: 38,3% (20,5% de indigentes), Los Sauces: 48,5% (18,5% de indigentes), Traiguen: 41,6% (18,6% de indigentes).
En la provincia de Cautín los resultados son: Carahue: 41,4% (18,3% de indigentes), Loncoche: 34,6% (9,1% de indigentes), Galvarino: 46,3% (22,8% de indigentes).
Lo anterior muestra claramente la mentira que significa referirse al sector forestal como generador de empleo. Sin embargo, es un gran generador de riquezas ... para las enormes empresas del sector. Al decir del autor del trabajo que comentamos:
"El poder económico del imperio verde a costa del territorio histórico mapuche, se concentra principalmente en dos importantes grupos: el grupo Matte, por medio de la empresa CMPC, que es un consorcio Forestal; y el grupo Angelini (Anacleto Angelini), quien controla a Forestal Bosques Arauco S.A. Grupos familiares que mantienen miles de millones de dólares en fortunas. Sólo Anacleto Angelini tendría una fortuna personal sobre los 2.500 millones de dólares y controla además entre otras, empresas de celulosa, compañía de petróleo, energéticas, navieras, financieras, pesqueras y mineras. Esto demuestra la magnitud y poderío que deben enfrentar las comunidades mapuche en la recuperación territorial". También demuestra --agregamos nosotros-- la necesidad de apoyar a todos los niveles su justa lucha por recuperar lo que es y siempre fue suyo.
Artículo basado en información obtenida de: Alfredo Seguel.- "Invasión Forestal y Etonocidio Mapuche", Temuko, 2001,