Convención sobre Diversidad Biológica: ¿convertirá las esperanzas en acción?

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La pérdida de biodiversidad es rápida y continua. Durante los últimos 50 años los humanos hemos cambiado los ecosistemas con mayor rapidez y más extensivamente que en cualquier otro período comparable de la historia humana. Los bosques tropicales, muchos humedales y otros hábitats naturales se están encogiendo. Las especies se están extinguiendo a un ritmo que excede mil veces los promedios naturales característicos del pasado de nuestro planeta. Las causas directas de la pérdida de la biodiversidad (cambios de hábitat, sobrexplotación, introducción de especies exóticas invasivas, nutrientes agregados y cambio climático) no dan signos de estar disminuyendo ... Por el bien de toda la vida de la Tierra, es hora de traducir nuestras esperanzas y energías en acción.

Lo anterior no es nuestro. Son palabras del secretario ejecutivo de la Convención sobre Diversidad Biológica, Ahmed Djoghlaf, contenidas en su prólogo al “Panorama de la Biodiversidad Mundial” de la Convención, hecho público el pasado 20 de marzo coincidiendo con la sesión inaugural de la Conferencia de las Partes de esta Convención en Curitiba, Brasil.

Estamos completamente de acuerdo con estas palabras y en este boletín brindamos información adicional acerca del problema.

Sin embargo, sentimos la necesidad de hacer énfasis en dos asuntos que, según nuestra perspectiva, no han recibido la atención suficiente en el mencionado informe: los monocultivos de árboles y los árboles transgénicos.

En cuanto a lo primero, si bien en el Panorama de la Biodiversidad Mundial se menciona que las plantaciones de árboles tienen “bajo valor en biodiversidad”, se las sigue considerando bosques al declarar que “la plantación de árboles, la restauración del paisaje y la expansión natural de los bosques han compensado en forma significativa la pérdida de superficie de bosques primarios”. Esta posición resulta incluso más obvia al observar la figura 2.1 (“Cambio anual neto de la superficie boscosa por región”) que explica que “La superficie boscosa incluye bosques primarios, bosques naturales modificados, plantaciones forestales productivas y plantaciones forestales de protección” y que “El cambio neto de la superficie boscosa toma en cuenta los esfuerzos de repoblación forestal y la expansión natural de los bosques”. Traducido al lenguaje común, esto significa que la CDB sigue creyendo, contra toda evidencia, que las plantaciones son bosques.

Lo anterior se contradice con el diagnóstico de la situación hecho por el Sr. Djoghlaf, que incluye con razón el cambio de hábitat entre las “causas directas de la pérdida de biodiversidad”. Las plantaciones de árboles a gran escala implican importantes cambios en los hábitats naturales y la destrucción de los mismos, lo que resulta en impactos sobre la biodiversidad. Por lo tanto, para empezar, la CDB debería diferenciar claramente los bosques y las plantaciones. Dentro de las plantaciones, debería dejar en claro que los países miembros de la Convención no deberían promover ni apoyar los grandes monocultivos industriales de árboles, precisamente porque son una causa directa de pérdida de biodiversidad.

Con relación a los árboles transgénicos, este asunto crucial ni siquiera recibe una mención en el Panorama sobre la Biodiversidad Mundial, a pesar de que se trata de una de las amenazas más peligrosas para los bosques, que albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre del planeta. La liberación de árboles transgénicos contaminará inevitable e irreversiblemente los ecosistemas de bosques y destruirá la biodiversidad.

Por lo tanto, organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales, científicos, grupos indígenas, agricultores, profesionales forestales y otros están haciendo un llamado a la prohibición mundial de la liberación comercial de árboles transgénicos en el medio ambiente. Creemos que la CDB es el organismo de la ONU responsable de establecer esta prohibición.

Los monocultivos de árboles a gran escala están destruyendo la biodiversidad y el sustento de los pueblos locales; la liberación de los árboles transgénicos exacerbará estos impactos al tiempo que provocará otros nuevos. En línea con lo expresado por Ahmed Djoghlaf, creemos realmente que “por el bien de toda la vida de la Tierra, es hora de traducir nuestras esperanzas y energías en acción” y que los monocultivos de árboles y los árboles transgénicos no tienen ningún papel para jugar en eso. Por lo tanto, tenemos la esperanza de que la CDB pase efectivamente a la acción.