Una vez más, los contaminadores del mundo han bloqueado toda acción real para enfrentar el cambio climático. La 17ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UN COP17) terminó en Durban con el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones (la Plataforma de Durban) destinada a establecer un nuevo régimen. Esta decisión representa un crimen contra la humanidad, dado que el hecho de posponer la acción hasta 2020 permite que la temperatura global aumente 4 grados Celsius, basándose en las promesas de reducción de las emisiones que hicieran en Cancún los países industrializados para el período 2012-2020.
A pesar de la falta de acción para llegar a un acuerdo obligatorio sobre la reducción de las emisiones, también esta vez hubo muchos esfuerzos en Durban para impulsar el sistema REDD+ como manera de avanzar.
Los pueblos indígenas que participaban en las negociaciones de la CMNUCC, organizados en la Alianza de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales contra REDD y por la Vida, han llamado a declarar una moratoria a REDD+. Subrayaron que “las fuentes de financiamiento de los créditos de carbono de REDD+ provienen del sector privado y los mercados de carbono, en los cuales están implicadas las industrias extractivas. Los mercados de carbono y REDD+ convierten nuestros territorios y bosques en una suerte de basureros de carbono, mientras los mayores responsables de la crisis climática no asumen compromisos vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y continúan generando ganancias. El mismo Banco Mundial ha informado que ‘la composición de los flujos financieros requeridos para la estabilización y adaptación climática será, a largo plazo, principalmente del sector privado'.”
Junto con el MDL, REDD permitiría a los países industrializados “compensar 24-69% de sus emisiones... evitando así hacer las reducciones internas necesarias para que las emisiones lleguen al máximo en el entorno de 2015”, reconoció James Hansen, Director de la NASA.
La mayor parte de los bosques del mundo se encuentran en tierras y territorios de pueblos indígenas, y el grupo denuncia que REDD+ – así como el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) – promueve la privatización y la mercantilización de los bosques, los árboles y el aire a través de los mercados y los créditos de carbono, “una hipocresía que no detendrá el calentamiento global” y que podría conducir al mayor acaparamiento de tierras de todos los tiempos.
El llamado para una moratoria está basado en el principio de precaución, que dice que “cuando una actividad amenaza con perjudicar la salud humana o el medio ambiente, se debería tomar medidas de precaución aun si algunas relaciones de causa a efecto no están científicamente establecidas”. Un número creciente de informes recientes proporciona evidencia de que “los pueblos indígenas están siendo sometidos a violaciones de sus derechos como resultado de la implementación de políticas y programas de tipo REDD+, incluyendo: el derecho a la vida de los opositores a REDD, desplazamiento forzoso y reubicación involuntaria, pérdida de tierras, territorios y recursos, de soberanía y seguridad alimentaria, y la imposición del llamado ‘sustento alternativo' que resulta en la separación de nuestra gente de sus comunidades, culturas y conocimiento tradicional. De igual forma, nuestros derechos al consentimiento libre, previo e informado, a la libre determinación y la autonomía, consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUPI) están siendo violados. Cabe señalar que las mismas Naciones Unidas reconocen que REDD+ podría resultar en la ‘clausura' de los bosques”.
REDD+ no solamente perjudica a los pueblos indígenas y las comunidades locales, sino también al medio ambiente, al promover las plantaciones industriales de árboles, que pueden incluir la siembra de árboles transgénicos. Los incentivos perversos ya están reemplazando los bosques indígenas, aumentando así la deforestación.
Mientras que el carbono biótico – el que está almacenado en los bosques – no puede nunca ser equivalente al carbono fosilizado del subsuelo, el dióxido de carbono resultante de la quema de combustibles fósiles se añade a la sobrecarga del carbono que circula perpetuamente entre la atmósfera, la vegetación, los suelos y los océanos. Esta falta de equivalencia, junto con otras muchas complejidades, vuelve imposible contabilizar el carbono de REDD+, alerta la declaración.
“REDD+ está socavando el régimen climático, violando también el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas establecido bajo la Convención. Los créditos para contaminar generados por REDD+ obstaculizan la única solución viable al cambio climático: mantener el petróleo, el carbón y el gas natural en el subsuelo”, concluye la declaración.
El llamado de la Alianza de Pueblos Indígenas y Comunidades locales contra REDD y por la Vida puede ser leído en: http://www.carbontradewatch.org/art-culos/
pueblos-indigenas-hacen-un-llamado-por-una-moratoria-sobre-redd.html.