El proyecto de Ulu Masen surgió en 2008, con el objetivo de generar 3,3 millones de créditos de carbono por año. Ulu Masen se convirtió en el primer proyecto REDD validado según las normas de la alianza Clima, Comunidad y Biodiversidad. En 2012, Chris Lang, de REDD-Monitor, visitó Aceh y encontró que el proyecto ya no existía. Este artículo está basado en esa visita y en sus informes sobre Ulu Masen (http://www.redd-monitor.org/
El proyecto de Ulu Masen, que cubría un área de 770.000 hectáreas de la provincia de Aceh, en el norte de Sumatra, fue desarrollado por la organización conservacionista Fauna & Flora International (FFI), la empresa comercializadora de carbono Carbon Conservation, y quien era entonces gobernador de Aceh, Irwandi Yusuf. El proyecto tenía el propósito de generar y vender 3,3 millones de créditos de carbono por año para financiar “proyectos de conservación y desarrollo para las comunidades locales”.
El proyecto ocupaba un área de 428.757 hectáreas de concesiones madereras y 310.991 hectáreas de bosque protegido. Las concesiones madereras estaban inactivas debido a la moratoria declarada en 2007, y a la presión ejercida por los aldeanos y las ONG para evitar que las compañías reflotaran las concesiones. “Aun sin REDD, fue su decisión mantener el bosque”, explicó el líder indígena Anwar Ibrahim, que vive en el borde de la zona del proyecto Ulu Masen. Desde 2007 ha participado en más de 30 reuniones sobre REDD.
El 6 de febrero de 2008, Ulu Masen se convirtió en el primer proyecto REDD validado según las normas de la alianza Clima, Comunidad y Biodiversidad. En 2008, el banco Merrill Lynch, llamado ahora Bank of America, prometió comprar al proyecto créditos de carbono por un total de 9 millones de dólares. En 2011, como no se había generado ningún crédito de carbono, Carbon Conservation vendió el 50% de sus acciones a la compañía minera canadiense East Asia Minerals Corporation.
Problemas no resueltos
Una investigación publicada en noviembre de 2009 en Environmental Research Letters concluyó que el proyecto “podría no reducir la deforestación del norte de Sumatra de manera significativa”, debido a que gran parte del bosque incluido en la zona del proyecto REDD está protegido por el hecho de ser inaccesible, y también porque buena parte de los bosques de llanura del norte de Sumatra quedarán fuera del proyecto REDD y expuestos a la expansión combinada de las plantaciones de palma aceitera y de la red vial.
La transformación de las concesiones madereras en bosques protegidos y la creación de zonas protegidas tienen implicaciones en cuanto a la tenencia de la tierra que no fueron resueltas cuando se redactó el Documento de Diseño del Proyecto Ulu Masen, a fines de 2007. La tenencia de la tierra es una cuestión crucial para las comunidades, y el hecho de que no estuviera resuelta llevó a preguntarse cómo podían las comunidades dar su consentimiento “previo” e “informado” al proyecto, cuando aún no estaban concluidas las consultas sobre cuestiones clave como ésa.
REDD: un sistema muy poco claro
En un informe de 2010 publicado por el Instituto para Estrategias Ambientales Mundiales, figura una entrevista que Lesley McCulloch realizó a Pak Sabibasyah, líder indígena de Geumpang, distrito de Pidie. Pak Sabibasyah le dijo lo siguiente:
“Es muy poco lo que nos han dicho sobre REDD. La FFI estuvo aquí para discutir con nosotros, pero sobre todo en el contexto de proteger los bosques y ríos para nuestros vecinos río abajo. Nos preguntamos si el propio personal de FFI entiende el sistema, porque la información es muy poco clara. Lo que queremos es muy simple: que no nos traten como niños en nuestro propio territorio. Somos la parte interesada más importante del proyecto REDD; entonces, ¿por qué tienen ustedes información que nosotros no tenemos, y cómo puede ser así si el proyecto REDD se refiere a nuestras vidas, y no a las de ustedes? Ésa es la pregunta que hacemos a la FFI.”
McCulloch comentó: “Lamentablemente, no ha habido ningún consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas, ni tampoco un apoyo y una participación totales (o incluso parciales) de las comunidades locales.”
SmartWood es un programa de la ONG The Rainforest Alliance (RA) que administra servicios de verificación en varias zonas, tanto para la validación como para la verificación de proyectos de carbono. En 2008, realizó un Informe de Auditoría para la validación del proyecto Ulu Masen. Si bien la auditoría terminó validando el proyecto, el informe de SmartWood reveló que “el personal clave de la FFI no había visto o sabía muy poco” del Documento de Diseño del proyecto. Esto debió haber planteado serias dudas sobre la información de la que disponían las comunidades y las implicaciones que tendría el proyecto sobre sus medios de vida.
Anwar Ibrahim, líder indígena que vive en el borde de la zona del proyecto Ulu Masen, habló a REDD-Monitor en 2012 sobre la primera vez que oyó hablar de REDD:
“En 2007, Frank Mombert, de la FFI, organizó una reunión en el hotel Hermes en Banda Aceh. Fue allí que la discusión se refirió al carbono y a la idea de que la gente podía conseguir dinero si mantenía el bosque. La idea de Ulu Masen provino de la FFI, que actuaba como intermediaria entre el gobierno de Aceh y los inversores. Desde entonces, todo el tiempo oímos hablar de REDD, REDD+ y REDD++. Pero no me pregunte qué significa eso, porque no lo sé.”
En Aceh, T. Camarud Zaman, jefe de la aldea de Sarah Raya situada dentro de Ulu Masen, preguntó:
“¿Qué es el proceso REDD? Oímos decir que se había vendido carbono. ¿Dónde está el dinero? Oímos rumores de que el mapa realizado con ayuda de la FFI no había sido aceptado por el gobierno porque hay zonas comunitarias dentro de él. Los miembros de la comunidad participaron en la realización del mapa, pero no sabemos qué pasó después.”
Además de las preguntas de las comunidades locales, también en otros lugares se preguntó sobre el proyecto REDD de Ulu Masen. En mayo de 2008, la consultora Development Alternatives redactó un informe sobre la posibilidad de que el Programa de Servicios Ambientales de USAID ingresara en los mercados de carbono de Indonesia. “A nivel gubernamental no existe la capacidad de ejecutar un proyecto de comercialización de carbono”, concluyó Development Alternatives, y agregó: “Afortunadamente, esos proyectos probablemente van a ser implementados por privados, o bien por asociaciones público-privadas.”
En su informe, Development Alternatives incluye una lista de problemas a los que el proyecto Ulu Masen no se refirió en público:
• las numerosas cuestiones de tenencia de la tierra, de importancia crítica;
• lo relativo a la distribución de beneficios (cuánto, quién, qué, dónde y cuándo);
• los acuerdos entre los proponentes del proyecto, que no han estipulado en forma transparente en qué consisten;
• las actividades sobre el terreno con las comunidades, sobre 750.000 ha, sólo han sido descritas o definidas en términos generales.
El informe de Development Alternatives fue publicado tres meses después de que SmartWood validara el proyecto Ulu Masen, considerando que cumplía con las normas de la CCBA. Los problemas planteados nunca fueron atendidos y, cinco años más tarde, Ulu Masen se convirtió en el primer proyecto REDD que perdió la validación de la CCBA.
No se ha vendido ningún crédito de carbono proveniente del proyecto Ulu Masen, y la FFI le retiró su apoyo. Dorjee Sun, director de Carbon Conservation, no respondió a las preguntas del REDD-Monitor sobre el proyecto. El proyecto REDD de Ulu Masen está completamente paralizado. Mientras tanto, los bosques de Aceh se ven más amenazados que nunca.