Un artículo del portal Mongabay expone cómo seis años después de que se presentaran denuncias contra una planta procesadora de aceite de palma por contaminar los ríos, los humedales y el aire, aún no han detenido las acciones de la empresa Oro Rojo. Ya en 2016, la Corporación Autónoma de Santander (CAS), una de las autoridades ambientales del norte Colombiano, descubrió que los desechos tóxicos de la planta fluían hacia un afluente que desemboca en el río Magdalena y que alimenta el humedal Paredes. La planta es propiedad de una empresa llamada Oro Rojo y con vínculos a poderosos empresarios colombianos. Lea el artículo en inglés aquí.
Un artículo del portal Mongabay expone cómo seis años después de que se presentaran denuncias contra una planta procesadora de aceite de palma por contaminar los ríos, los humedales y el aire, aún no han detenido las acciones de la empresa Oro Rojo.