El archipiélago de Las Filipinas estuvo otrora cubierto por una densa selva tropical. Hoy en día sobrevive tan sólo un 3% de la cobertura boscosa original, la mayor parte de la cual se encuentra además degradada. Menos del 1% del bosque original sobrevive en estado prístino. Los bosques primarios, esparcidos por el territorio en diminutos parches, siguen en pie todavía en remotas regiones montañosas de las islas de Palawan, Mindoro y Mindanao y en la cadena montañosa del noreste de Luzón, denominada Sierra Madre.
La destrucción de la selva en Filipinas ha seguido un patrón similar al de otros países del Sur. Parte de la misma ha sido cortada por "kaingineros" (agricultores de tumba y quema), pero por lejos la mayor responsabilidad en tal destrucción le cabe a la tala legal realizada por compañías madereras que mantienen estrechos vínculos con funcionarios de gobierno. Prácticamente todas las familias acaudaladas y poderosas de Filipinas han amasado su fortuna y construido su poder a partir del robo "legal" de madera en tierras ancestrales. Hoy en día, la mayor parte de lo que queda de los bosques es controlada por o pertenece a militares de alto rango. La sombra del régimen de Marcos todavía pervive con fuerza en el país.
Ahora aún esas reducidas superficies de bosque remanente están en peligro. Las tierras de los Agta -el pueblos aborigen del archipiélago- es un ejemplo de la situación imperante. Hasta hace algunas décadas, los Agta disfrutaban de una vida independiente como moradores de los bosques en una porción de selva tropical todavía intacta, localizada en la Sierra Madre, a lo largo de la costa del Pacífico. Pero las compañías madereras fueron poco a poco tomando sus tierras y hoy en día los Agta han quedado sin hogar y están amenazados por los invasores. "Un coronel nos advirtió que si no abandonamos nuestra tierra, nuestra tribu sería exterminada" manifestó recientemente un vocero del pueblo indígena.
En vista de la situación señalada se ha lanzado una campaña internacional para frenar esta destrucción. L@s interesad@s en adherirse a ella, expresando su preocupación por la defensa del pueblo Agta, pueden dirigirse al Presidente de Filipinas, solicitando disponga la prohibición de la corta de madera en el territorio Agta, a la siguiente dirección:
Sr. Presidente Estrada
Palacio Malacanang
Manila, Filipinas
Fuente: Freunde der Naturvölker Heller (Amigos de los Pueblos Cercanos a la Naturaleza), 1/10/99.