A nivel de los procesos internacionales existe un preocupante y cada vez más hondo abismo entre los objetivos formulados y lo que realmente se hace. Esto resultó claro en la reciente conferencia de la Convención sobre Cambio Climático celebrada en La Haya, donde el verdadero mandato --encontrar soluciones al problema del cambio climático-- estuvo prácticamente ausente de las discusiones.
Algo similar está sucediendo con el proceso de Naciones Unidas sobre el tema de la deforestación. Los gobiernos acordaron que se trataba de un problema muy serio, al que debían buscarle soluciones. Crearon entonces el Panel Intergubernamental sobre Bosques (IPF), el cual, tras una serie de reuniones, formuló más de un centenar de Propuestas para la Acción con la finalidad de abordar el problema. Todo hacía presumir que los gobiernos comenzarían inmediatamente a implementar tales propuestas, que ellos mismos acordaron. Error. De hecho no sucedió prácticamente nada.
Las únicas dos cosas que en realidad sucedieron fueron actividades lideradas por ONGs y Organizaciones de Pueblos Indígenas (OPIs), con el apoyo de unos pocos gobiernos, algunas personas de la Secretaría del IPF y algunos representantes de organizaciones internacionales.
La primera fue la “Iniciativa sobre Causas Subyacentes”. Una de las propuestas para la acción del IPF consistía en organizar un taller global sobre causas subyacentes de la deforestación y la degradación de los bosques. Para las ONGs y las OPIs esto era obviamente el tema fundamental: primero comprender y luego eliminar las causas subyacentes de la deforestación. Pero las ONGs y las OPIs fueron mucho más allá: realizaron investigaciones detalladas por país, organizaron talleres a nivel regional y uno especial de OPIs, y finalmente organizaron el taller global en Costa Rica. ¿Qué sucedió con las conclusiones de todo este proceso a nivel del sucesor del IPF, el Foro Intergubernamental sobre Bosques? Fueron archivadas.
La segunda cosa importante que ocurrió fue un proceso para evaluar la implementación de las Propuestas para la Acción del IPF. El mismo fue ejecutado también por ONGs y OPIs, quienes detectaron cuán poco se había hecho en relación con la implementación a nivel de país. En muchos casos los representantes gubernamentales de las reparticiones pertinentes ni siquiera sabían de la existencia de tales propuestas, y cuando por lo menos sabían de ellas, poco tenían para mostrar respecto de su implementación.
Tras cuatro sesiones culminó el trabajo del Foro Intergubernamental sobre Bosques y el proceso pareció más bien haber retrocedido que avanzado. Entonces se creó una nueva organización --el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques (UNFF)-- que celebrará su primera reunión en febrero del 2001. Pero el futuro no parece muy prometedor, en especial después de la así llamada “Iniciativa de los 8 países”, que tuvo lugar en Bonn entre el 27 de noviembre y el 1ro. de diciembre ppdo., con la finalidad de "definir el programa de trabajo del UNFF".
Para toda persona interesada en la temática de los bosques, la cuestión puede ser resumida de la siguiente manera: 1) La deforestación constituye un problema. 2) El mismo debe ser abordado. 3) Los gobiernos acordaron una serie de propuestas para la acción. 4) Estas deben ser implementadas. 5) Debe monitorearse e informarse acerca de dicha implementación. 6) La implementación, el monitoreo y los informes deben ser participativos.
Estos puntos tan sencillos fueron una y otra vez propuestos por los delegados de las ONGs y las OPIs en Bonn. Pero una y otra vez fueron rechazados por los representantes de los gobiernos, quienes, en cambio, hablaban de “armonización de criterios e indicadores”, “definiciones de manejo forestal sustentable”, canalización de fondos y otros temas que poco tienen que ver con la implementación, el monitoreo, la información y la participación.
Si esta es la forma en que los gobiernos han de dar forma al trabajo del UNFF, entonces poco puede esperarse de este nuevo proceso. Esperamos que la razón y la presión desde la opinión pública haga cambiar de opinión a los gobiernos, para que conformen el UNFF de manera que pueda asegurar la conservación de los bosques del mundo. Ese es su mandato. Les guste o no.