La nueva Ley de derechos tribales sobre los bosques de la India entró en vigor a principios de 2008. Dicha ley otorga a las comunidades indígenas derechos para continuar su vida en el bosque. Las comunidades Adivasi no deben ser expulsadas si no están de acuerdo con desplazarse para que se establezca un “hábitat crítico de vida silvestre” en su zona. Sin embargo, la administración forestal y las corporaciones a menudo intentan desplazar las comunidades Adivasi, incluso con el fin de llevar a cabo actividades mineras en zonas de santuarios de vida silvestre.
El corredor de elefantes en el distrito Kalahandi de Orissa confirma que las colinas de Niyamgiri son apropiadas como refugio. En estas colinas la corporación Vedanta Aluminium (subsidiaria de Vedanta Resources, empresa británica de metales y minería) planificó y preparó una mina de bauxita e incluso construyó una refinería de aluminio ilegal cerca de allí. Como resultado de la presión local e internacional, la Suprema Corte rechazó en noviembre de 2007 la solicitud de Vedanta para practicar la minería en esta zona. La Corte propuso, sin embargo, un Instrumento de función específica (SPV) para asumir el control de la mina. De esto se encargaría el gobierno del estado de Orissa con la colaboración de Sterlite (que también es subsidiaria de Vedanta Resources).
Lo que sigue es un informe sobre la zona donde está la refinería ilegal de la empresa, preparado en diciembre de 2007 por la activista y periodista independiente finlandesa Veera Rönkkö:
“Antes incluso de poder ver la refinería de Vedanta en Lanjigarh se siente su presencia, pues los ojos empiezan a arder y se experimenta una sensación desagradable en la garganta.
La refinería se construyó en tierras clasificadas legalmente como tribales debido al alto porcentaje de población tribal allí existente. Dichas tierras “no pueden transferirse a empresas privadas sin el consentimiento de los pueblos tribales afectados”. Las comunidades tribales no han dado el necesario consentimiento escrito para validar la transferencia de tierras a Vedanta, lo que significa que esta operación es totalmente ilegal.
Para el proyecto se necesitaban tierras boscosas por lo que, dado que la tala de bosques exige un permiso del gobierno indio, Vedanta procuró la habilitación ambiental declarando que no se requerían tierras boscosas. El Comité Central Facultativo (CEC) creado por la Suprema Corte consideró que esto era “una grave infracción de las leyes y las reglamentaciones” con “la habilitación ambiental (...) otorgada sobre bases equivocadas” y “recomendó que (...) se revocara la habilitación del proyecto de refinería y la minería (...) se prohibiera”.
En la asamblea de la aldea (Gram Sabha) donde supuestamente se acordó el permiso sólo estuvo presente el recaudador del distrito (principal funcionario del gobierno del distrito). Los aldeanos, cuyas vidas sufrirían directamente el impacto de la refinería, nunca fueron consultados y ni siquiera se los informó de la reunión.
Cerca de la refinería la empresa tiene dos estanques, el de ceniza y el de lodo rojo. El estanque de ceniza es un lugar fantasmagórico con metros de ceniza gris en sus orillas; una tubería abierta vierte constantemente más “sobras” venenosas en el agua.
El estanque de lodo rojo está escondido de la vista por los muros que lo rodean y en la puerta hay un guardia. Este estanque fue establecido a orillas del río Vamsdhara y de hecho cubre una parte del mismo. Un desborde repentino del río puede romper el estanque, lo que podría resultar en un derrame masivo del nocivo y venenoso lodo rojo, que es una mezcla muy tóxica de productos químicos alcalinos y metales pesados, incluidos elementos radiactivos. Hoy el río está tan contaminado que ha cobrado algunas vidas tanto de humanos como de animales.
Por toda la zona hay también largas tuberías con muchas pérdidas, con lo que se envenena el suelo.
A Vedanta le gusta decir que invierte dinero para mejorar la vida de la gente local, pero en Lanjigarh no se ven pruebas de ello. Unos pocos carteles y señales de tránsito no pueden hacer mucha diferencia en la calidad de vida de la población local. Incluso los empleos que creó la refinería fueron para gente de afuera. Así que los locales se enfrentan al desastre ambiental ocasionado por Vedanta con las manos vacías, pues la empresa no les da trabajo ni los indemniza.
Prácticamente al lado de la refinería está la aldea de Chhatrabur, cuyos campos y casas hoy están cubiertos de polvo de aluminio blanco. Dos personas de esta aldea murieron después de haberse bañado en el río, lo que les provocó grandes ampollas en la piel y finalmente les costó la vida. A pesar de que se llevó al recaudador del distrito a ver el estado en que se encontraban estas personas, no se tomaron medidas. En este momento cuatro personas sufren graves enfermedades de la piel. A muchos otros les salieron extrañas manchas, que muestran levantándose la ropa. Todo el mundo tiene comúnmente problemas en los ojos. La refinería también tuvo graves impactos sobre su agricultura, y la producción de los campos de arroz bajó de 200 kg a solamente 50 kg.
Otra aldea cercana es Belamba, hogar de 35 familias. Al principio la refinería de Vedanta iba a construirse en su tierra pero esta gente se negó a moverse, aunque sufrieron todo tipo de acoso, incluidas golpizas y amenazas de muerte. Después de un año y medio de oposición, Vedanta decidió construir su refinería en otro lugar donde fuera más fácil obligar a los aldeanos a mudarse. Los habitantes de Belamba también dicen que desde la construcción de la refinería sus cosechas de arroz han disminuido prácticamente a la mitad y que donde cae la ceniza el cultivo “se quema”. Ahora para que sus vacas puedan pastar y beber tienen que llevarlas más lejos, puesto que 17 vacas de otras aldeas murieron luego de haber bebido agua del río. Aparentemente, a partir de la muerte de las vacas Vedanta dejó de verter sus desechos de día y ahora lo hace en la oscuridad de la noche.
Junto a la tierra de Vedanta hay un grueso muro que de repente se interrumpe durante un corto trecho. Esta brecha se abre a un jardín y una casa, propiedad de un hombre que se negó a mudarse de su tierra. Al detenernos para visitarlo nos encontramos con su atemorizada madre, que dice que no recuerda el nombre de su hijo ni sabe dónde está. Para no asustarla más nos vamos diciéndole que solamente queríamos felicitar a su hijo por su valiente acción.
Detrás de la refinería se elevan las colinas de Niyamgiri, hoy amenazadas por los planes de Vedanta de abrir una mina de bauxita en una zona que consiste en 750 hectáreas de una reserva de bosque. Estas prístinas colinas cubiertas de bosques albergan una rica variedad de vida silvestre y muchos de los animales que allí habitan figuran en la lista roja de especies amenazadas de la UICN. En las colinas de Niyamgiri también crecen muchas plantas raras, con inclusión de más de 70 especies medicinales. En las colinas nacen dos ríos importantes, el Vamsadhara y el Nawagali, y hay 36 cañadas.
En la zona donde se pretende desarrollar la minería hay 120 aldeas habitadas por los Jharnca-Khonds (los del arroyo) y los Donkria-Khonds (los de la colina), que están al borde de la extinción pues solamente viven en esas montañas. Para estos indígenas las colinas de Nyamagiri son muy sagradas y por lo tanto no cortan árboles y en su lugar rezan a las montañas, que consideran el origen de la vida. Su forma de vida tradicional los hace autosuficientes, salvo en el caso de la sal, que traen de afuera. Recogen productos forestales no madereros y tienen algunos cultivos como ananá, mango, bananas de montaña, azafrán de la India, árbol del pan, mijos menores y distintas hortalizas para el consumo diario.
El último lugar que visitamos en Lanjigarh es el reasentamiento de los aldeanos que ya han perdido su tierra. Las casas son pequeñitas y están en fila. La señora de la última casa hizo una ampliación para tener un poco más de espacio. Dice que está bien, pero piensa en su pueblo. Cuando habla cambia sus palabras y opiniones todo el tiempo en forma confusa. Es obvio que esta gente no puede decir abiertamente lo que piensa. Antes incluso había un guardia junto a los portones, pues no se permitía la entrada de forasteros. Ahora nuestra visita genera mucho interés y en cuestión de minutos llega un policía para ver qué está pasando. Mientras nos alejamos en la oscuridad el aire empieza a quedar increíblemente denso. Cuando pregunto por esto, los voluntarios locales del movimiento Green Belt explican que Vedanta emite una cantidad de gases durante la noche.”
Por Veera Rönkkö, veerapu13@suomi24.fi y Ville-Veikko Hirvelä, villeveikkoh@gmail.com.
La petición enviada por Amigos de la Tierra Finlandia a la Suprema Corte de la India el 24 de enero de 2008 está disponible en inglés en: http://www.wrm.org.uy/countries/India/Appeal_Niyamgiri.pdf. Por más información sobre Niyamgiri y las minas de bauxita, véase: http://www.freewebs.com/epgorissa