El 15 de setiembre, más de 500 personas de varias comunidades vecinas prendieron fuego a los equipos de madereo propiedad de la compañía maderera Argo Nusa, subsidiaria del conglomerado maderero Jayanti Group, cuyo dueño es Bob Hasan, uno de los compinches de Suharto, que actualmente enfrenta cargos por corrupción.
Los nativos de la etnia Togean de Bungayo (un grupo de poblados de la isla de Talatakoh) llegaron al campamento y exigieron a la compañía que detuviera las operaciones y abandonara la isla de inmediato. Enfurecidos por la explotación de sus tierras, incendiaron dos camiones y una máquina excavadora. Los miembros de la comunidad se reunieron después afuera del parlamento local, para exigir una explicación sobre la apropiación indebida de sus tierras y bosques tradicionales por parte del gobierno. Las autoridades locales arrestaron a seis jóvenes. Al no recibir respuesta, los pobladores se dirigieron a la estación de policía, preparados para forzar la liberación de los jóvenes arrestados. Después de que la compañía abandonara la isla el 17 de setiembre, la policía liberó a los seis detenidos. Sin embargo, las comunidades afectadas siguen esperando una compensación.
El 18 de setiembre, la Alianza de Pueblos Indígenas Togean y la organización Solidaridad de Mujeres Togean realizaron manifestaciones en el bosque de Kayome, en la isla de Batudako. Durante generaciones el pueblo Bobongko ha dependido del bosque, tomando sólo lo necesario para alimentación y vivienda. Se oponen a cualquier proyecto que instale plantaciones o destruya de cualquier otra forma el bosque del cual forman parte.
En 1998, una carta del Gobernador de Sulawesi Central otorgó autorización a Cahaya Flora Perkasa Kencana (CFPK), un consorcio de empresas madereras de Kalimantan, para realizar operaciones en la isla. Sin consultar a los adultos mayores de las aldeas, la compañía manipulóuna "aprobación" de su actividad. La política de los gobiernos distrital y provincial y del Departamento Forestal, unida a la naturaleza destructiva de las grandes empresas forestales, están despojando a los Bobongko de sus tierras tradicionales.
Para ejercer presión para lograr compensaciones y frenar la destrucción de sus bosques, los pobladores de Batudako se han visto forzados a recurrir a medidas desesperadas. El 18 de setiembre, un gran grupo se reunió en el campamento maderero y se apoderaron de dos máquinas excavadoras, un generador grande y un equipo de televisión.
También han llegado hasta el bosque Kayome pobladores de islas vecinas, y ha ido creciendo la solidaridad entre las comunidades indígenas para expulsar a las empresas de sus hogares. Varios cientos de personas, representando cuatro grupos étnicos diferentes (los pueblos indígenas Bobongko, Togean, Saluan y Bajau) y Solidaritas Perempuan Togean se congregaron en Kayome.
Los derechos del pueblo Togean están siendo rápidamente afectados por la acción de los inversores y grandes compañías que operan en las islas. La amenaza de explotación por parte de compañías internacionales es muy real. Dos grandes empresas de recolección de perlas, Tamatsu y Cahaya Cemerlang, con sede en Japón y Australia respectivamente, han comenzado a operar en las islas, y varios operadores turísticos extranjeros han solicitado grandes terrenos del área costera. Estos casos de explotación extranjera reavivan la batalla por reestablecer ciertas formas de autodeterminación local sobre los recursos. Un número creciente de personas está tomando conciencia de que esto no es más que una nueva forma de colonialismo, similar a la que impusieran los holandeses hace más de un siglo.
Existe una fuerte resolución de actuar, y hay programada una conferencia para el mes de noviembre que intentará abordar los temas relacionados con los pueblos indígenas Togean. El Congreso reunirá a los cuatro grupos étnicos del archipiálago, para buscar formas de viabilizar su acceso y derechos a los recursos oceánicos y terrestres. Se espera que esto ejerza presión nuevamente sobre los elementos políticos y obligue a retirarse a aquellos que, en caso contrario, explotarían los territorios indígenas.
Por: Agus Faisal.