Indonesia: el rastro de destrucción detrás de una hoja de papel

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Indonesia palma aceitera
Indonesia. Foto: Walhi.

La cadena de impactos que causa la expansión de plantaciones de árboles para proveer materia prima a la industria del papel. Este artículo se concentra, en especial, en las compañías vinculadas al Grupo Asia Pulp & Paper (APP), al grupo APP-Sinar Mas, y APRIL.

Antecedentes

La organización WALHI (WahanaLingkunganHidup Indonesia, Foro Indonesio para el Medio Ambiente) se ha opuesto a las plantaciones industriales desde la década de 1980. Un ejemplo de esto es el caso de la compañía PT IntiIndorayon en Porsea, Sumatra, que luego cambió de nombre para pasar a llamarse PT Toba Pulp Lestari. WALHI criticó las plantaciones industriales de árboles de la empresa, que contaban con una generosa financiación y que supuestamente ayudarían a frenar la deforestación, pero que en realidad fueron nefastas para los bosques de Indonesia y sus habitantes - y todo por la ambición de dominar el mercado mundial del papel.

Es posible que los impactos de las plantaciones en régimen de monocultivo no salgan a la luz en gran medida por una política que las clasifica como “bosques de plantaciones industriales” o -según una terminología más nueva- como “Permiso comercial para el uso de productos forestales en un bosque de plantaciones” (IUPPHK-HT, siglas en bahasa). Sin embargo, esas plantaciones industriales nunca pueden llamarse “bosques” porque no son diferentes de los monocultivos. El uso de esta terminología pretende crear la noción de que una plantación industrial es como cualquier bosque, pero más “productiva”. Para WALHI, una plantación no es un bosque porque se crea a partir de una base de monocultivo donde la madera es la única mercancía. Un verdadero bosque, en cambio, no es meramente madera sino que abarca toda la biodiversidad y las respectivas funciones que desempeña cada organismo. Presentar una plantación industrial como un bosque es un insulto al significado mismo de un bosque, que posee una unidad ecológica que resulta vital para la supervivencia de todos los seres vivos.

Destrucción aguas arriba, contaminación aguas abajo

En 2014, la población de Sungai Ciujung Serang, en Banten, al oeste de Java, informó al Ministerio Forestal y de Medio Ambiente de Indonesia sobre la contaminación del río Ciujung, generada por la fábrica de celulosa y papel PT Indah Kiat Pulp and Paper (PT IKPP) (1). La compañía vertió productos de desecho al río Ciujung, envenenándolo desde el distrito de Kragilan, cerca de la capital provincial de Serang, hasta la desembocadura del río en la costa norte. Se cree que 17 aldeas de cinco distritos se vieron afectadas por la contaminación. Las comunidades locales estuvieron expuestas al consumo de agua contaminada y fueron testigos de cómo grandes cantidades de peces y camarones pasaban flotando a lo largo de cientos de hectáreas, provenientes de los estanques conectados al río. A pesar de estas señales, el gobierno de Serang emitió una licencia que autorizaba a PT IKPP a verter los desechos líquidos, incluso aumentando la cuota. El permiso inicial para verter 40.000 m3 de agua contaminada por mes aumentó a 67.213 m3, otorgado hasta el 15 de abril de 2017.

Empresas como PT IKPP ejemplifican el rastro de destrucción causado por una hoja de papel indonesio, un rastro que daña tanto los cursos de agua como los bosques, río abajo y en los centros de fabricación. Una investigación llevada adelante por WALHI Jambi, WALHI Riau y WALHI South Sumatra reveló que la madera utilizada por PT IKPP para la producción de papel provenía de esas tres provincias.

A lo largo de la cadena de suministros necesarios para la creación de los productos de papel de PTIKPP, en cada una de las regiones mencionadas, la actividad industrial generó una serie de conflictos: conflictos agrarios, violencia, criminalización, deforestación e incendios forestales, corrupción y contaminación de los ríos. Estos eventos fueron causados por negligencia del proveedor de las materias primas y por la propia empresa productora de papel PT. IKPP - ambas compañías pertenecen al Grupo Asia Pulp & Paper (APP) que opera en Indonesia; APP, a su vez, es parte del grupo Sinar Mas.

El monopolio de la tierra

La explotación de los bosques en Indonesia tiene una historia que se remonta al período colonial holandés. Desde la independencia de Indonesia, una de las formas en que se han utilizado los bosques ha sido para el establecimiento de plantaciones. Esta industria tiene como objetivo mejorar la calidad y la cantidad del suministro de madera a las industrias de la madera y de celulosa y papel, a los aserraderos y las industrias comerciales, y ahora como biomasa para la generación de energía.

Las plantaciones han pasado a ser uno de los principales sectores comerciales que controlan vastas extensiones de tierra en Indonesia, lo que las convierte en una de las fuerzas de la monopolización de la tierra, junto con la industria de la palma aceitera, la industria maderera y la industria minera. Según la investigación de WALHI, hasta 2014, de un total de 132 millones de hectáreas de tierras boscosas solo cuatro sectores comerciales monopolizaron el uso de 57 millones de hectáreas. Las concesiones madereras ocuparon 25 millones de hectáreas; las concesiones de palma aceitera ocuparon 12,35 millones de hectáreas; y las concesiones mineras ocuparon 3,2 millones de hectáreas de áreas boscosas. En 2001, las plantaciones controlaron 5,04 millones de hectáreas de tierra, para aumentar a 5,73 millones de hectáreas en 2005, y finalmente a 10,89 millones de hectáreas en 2017. La mayor parte de esta tierra fue controlada por el Grupo APP-Sinar Mas y APRIL - Asia Pacific Resources International -.

La amarga ironía es que el aumento del control empresarial sobre la tierra cubierta por estas plantaciones no se corresponde con un aumento de los programas PerhutananSosial (silvicultura social) o Tanah Obyek Reforma Agraria (TORA, tierra para la reforma agraria), que en 2017 abarcaron 1,3 millones de hectáreas. La cuota de tierras asignadas a estos programas fue muy inferior al objetivo de 12,7 millones de hectáreas para el programa PerhutananSosial y 9 millones de hectáreas para TORA.

El monopolio empresarial de la industria de las plantaciones a lo largo de la cadena de suministro, desde las plantaciones hasta el producto final, tiene el respaldo de las cadenas mundiales de suministro de celulosa y papel y de las generosos subvenciones estatales. El gobierno incluso alienta a las empresas a cambiarse a plantaciones forestales ofreciendo 0% de interés en los préstamos. Y así los magnates vienen en masa a saquear los bosques naturales y las áreas protegidas.

Cuadro: Bancos e inversores que financiaron APP-Sinar Mas entre 2010 y 2017

El conflicto de la tenencia y los recursos naturales
Los conflictos no pueden separarse de la presencia de las plantaciones. A partir de análisis espaciales, la investigación muestra que 4.175 aldeas están en conflicto con las empresas que recibieron una licencia de concesión para establecer plantaciones. Las concesiones propiedad del Grupo APP-Sinar Mas se cruzan con 668 aldeas, y las concesiones propiedad de APRIL se cruzan con 114 aldeas. Estos hechos sirven para mostrar que el conflicto en materia de tenencia de la tierra es inevitable, porque las concesiones para plantaciones se superponen con zonas pobladas y en manos públicas. Los conflictos estallan en gran medida debido a la falta de consentimiento libre, previo e informado (CLPI).

Imagen: superposición de los límites de las concesiones de plantaciones y los límites de las aldeas.

Los incendios forestales y el deterioro de los bosques pantanosos de turba
Cuantas más concesiones se otorguen para establecer monocultivos de árboles, más amenazados se verán los bosques pantanosos de turba. La reglamentación gubernamental 52/2016 relativa a la protección y gestión de las turberas prohíbe las actividades que conduzcan a la destrucción de la hidrología de las turberas. A pesar de eso, numerosas empresas de plantaciones continúan secando pantanos de turba. La destrucción del ecosistema de pantanos de turba provoca y aumenta el riesgo de incendios forestales.

Según informes de GerakanNasionalPenyelamatanSumberDayaAlam (GNPSDA, movimiento nacional para la salvación de los recursos naturales,), la Comisión de Erradicación de la Corrupción y el Ministerio Forestal y de Medio Ambiente, en 2015, las 41 empresas de plantaciones forestales presentes en Kalimantan Occidental controlaban en conjunto 1,9 millones de hectáreas, de las cuales más de 300,000 hectáreas se encontraban en bosques pantanosos de turba. Una situación similar se encontró en Riau: de un total de 1.147.331 hectáreas dadas en concesión para el establecimiento de plantaciones de árboles con destino a la producción de madera en zonas de turbera, 803.708 hectáreas propiedad de empresas afiliadas a APP se encontraban en bosques pantanosos de turba. En agosto de 2018, Kalimantan volvió a ser víctima de incendios forestales masivos (se registraron 2.423 focos entre el 1 de enero y el 25 de agosto de 2018). La ciudad de Pontianak, capital provincial de Kalimantan Occidental, incluso tuvo que cerrar las escuelas debido al denso smog.

Imagen: Focos de incendios en Kalimantan

Cuadro: Focos de incendios en las concesiones de plantaciones

Este mapa y cuadro muestran cuántos incendios hubo en las concesiones de estas empresas. De todas las empresas de plantaciones, en las suyas ocurrieron casi la mitad de los incendios.

Después de los masivos incendios de 2015, el gobierno estableció una serie de políticas para proteger los pantanos de turba; sin embargo, estas políticas fueron acompañadas de otras políticas contradictorias (3), que en realidad facilitaron la transferencia de tierras a las empresas de plantaciones forestales como una forma de reemplazar las tierras bajo su control que se habían quemado.

La política de otorgar tierras de reemplazo a las empresas que violan la ley es un descarado intento de blanqueo por parte del gobierno. En lugar de que se le ofrezca la posibilidad de intercambiar tierras, la empresa debería ser considerada responsable de permitir que se desaten incendios en sus concesiones existentes. La política de reemplazo de tierras le brinda impunidad al crimen empresarial.

La destrucción de tierras karst

La destrucción de áreas naturales no solo ocurre en regiones de productos maderables sino que también ocurre en otros ecosistemas esenciales, como los ecosistemas karst. Los resultados de la investigación de WALHI Sumatera Barat en 2017 mostraron que el polvo de cal utilizado en la industria del papel proviene de empresas que realizan extracción en zonas de karst. Un ejemplo es el caso de PT. Bakapindo, que opera en Bukit KatuahPutiah, en la Regencia de Ágam Sumatera Barat. Los registros muestran que cada mes se suministran 7.000 toneladas de polvo de cal a PT. IKPP y 8.000 toneladas a RAPP, una subsidiaria de APRIL. Esta actividad destruye el ecosistema kárstico, que tiene una gran importancia ecológica, social, cultural y económica para la población local. La extracción de karst también contribuye a la contaminación del aire y aumenta el riesgo de desastres naturales.

Conclusión

El manejo caótico de los recursos naturales, especialmente en el sector forestal, ha dado lugar a problemas entre los que figuran la deforestación, los incendios forestales y los conflictos en materia de tenencia. La necesidad de una moratoria basada en indicadores cuantificables vuelve a ser de gran importancia. Esa moratoria debería suspender el otorgamiento de permisos durante al menos 25 años, entre otras cosas para dar tiempo a que se lleven a cabo revisiones de licencias, que se adopten medidas punitivas contra delitos empresariales, que se devuelvan y protejan tierras públicas, y que ecosistemas destruidos por industrias tales como las empresas de plantaciones industriales puedan recuperarse.

Este informe se basa en un documento informativo de WALHI
“SelembarKertasdanJejakKejatahanKorporasi” — julio de 2018.

Wahyu A. Perdana
Activista en Alimentos, Agua y Ecosistemas Esenciales
Oficina nacional de WALHI

(1) PT. IKPP es una filial de Asian Pulp & Paper Group, o APP, que a su vez es una filial del Grupo Sinar Mas.
(2) Información obtenida de la base de datos GeospasialKehutanan 2011 - 2016.
(3) Como la política No. P. 40/MENLHK/SETJEN/KUM. 1/6/2017.