La empresa estatal Perhutani se jacta de tener “uno de los porcentajes más altos de plantaciones forestales en el mundo” (http://perhutaniproducts.com/), con una superficie cultivada de 2.426.206 ha en Java y la isla de Madura en Indonesia.
También tiene el triste récord de haber dañado o destruido más de la mitad de los “bosques de dominio público” de Wonosobo, en Java Central (ver Boletín Nº 96 del WRM).
Por otra parte, recientemente adquirió aún más notoriedad por el asesinato de aldeanos que habitan los alrededores de las plantaciones de teca en los sectores Madiun y Bojonegoro de Perhutani.
Lidah Tani, una ONG local con sede en Blora, Java Oriental, Indonesia, que apoya a los agricultores del bosque, publicó una carta de protesta en la que denuncia que:
“Yaimin fue asesinado el martes 6 de mayo de 2008 por las fuerzas de seguridad forestal de las plantaciones de teca en el sector Madiun de Perhutani. Recibió 4 impactos de bala en el pecho. Se sospechaba que él, junto con otros, estaba involucrado en la tala ilegal.” Sus amigos rechazan la acusación pero, más allá de eso, Lidah Tani reprocha, con justicia: “¡Cuatro balas para un hombre!”
La carta recuerda que: “Menos de dos semanas antes, el 23 de abril de 2008, tres personas que buscaban madera en las plantaciones de teca de Perhutani, en el sector de Bojonegoro, recibieron disparos. Dos murieron y una se encuentra aún en estado crítico.”
Estas personas pertenecían a comunidades que eran las poseedoras originales de los bosques y las tierras que los holandeses tomaron más de cien años atrás y que nunca les devolvieron. Más tarde, Perhutani tomó el control del bosque y estableció plantaciones de teca, privando a los agricultores de sus medios de vida.
Recientemente, Perhutani comenzó a promover su programa de manejo forestal conjunto como forma de involucrar a las comunidades en el manejo y la protección del bosque. Sin embargo, la ONG indonesia se pregunta: “¿manejo conjunto es realmente el término adecuado, cuando la empresa forestal se ha adueñado del bosque comunitario?”
Quienes han vivido en comunidad en los bosques por generaciones, apoyándose en la agricultura de subsistencia, el ganado, la recolección de frutos y productos forestales no maderables como la miel, la resina y la fibra, se han transformado en la mano de obra que prepara la tierra, planta y cuida los árboles, para que Perhutani coseche la madera de sus plantaciones de teca.
El significado de manejo forestal conjunto ha sido desnaturalizado de dos maneras, porque las plantaciones de monocultivos de teca no son, en modo alguno, un bosque dotado de diversidad biológica, y porque la gestión conjunta dista mucho de suponer el asesinato de miembros de las comunidades del bosque.
“¿Cuál es el significado de 'manejo conjunto' cuando Perhutani dispara a las personas para proteger los bosques y los miembros de la comunidad son sus víctimas?”, pregunta Lidah Tani en su carta de protesta. La organización denuncia que, con el pretexto de proteger sus recursos, Perhutani y sus guardias forestales “dispararon y mataron a personas pobres y oprimidas de las aldeas de los alrededores del bosque”. El prontuario criminal de la empresa desde 1998 es de 31 personas muertas y 69 golpeadas o heridas de bala por los guardias forestales.
Lidah Tani exige “que se haga justicia. Los responsables de los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos deben ser buscados, atrapados y sentenciados como corresponde. Apelamos a todas las partes a suspender toda forma de violencia y a crear un sistema de protección forestal sin armas de fuego. Exhortamos a todos los grupos de agricultores y organizaciones comunitarias a cesar todo tipo de cooperación con Perhutani. ¡Comencemos hoy! ¡No esperemos a que haya una próxima víctima!”
Artículo basado en la carta de protesta “Letter of Protest About Killings of Villagers From the Forest Fringe by Perhutani”, disponible en: http://www.wrm.org.uy/countries/Indonesia/Killing_Villagers.html.