El mes pasado, se anunció un nuevo proyecto Indonesio-Australiano de Cooperación para el Carbono Forestal en el marco de la Iniciativa Forestal de Carbono Internacional (IFCI) – una iniciativa gubernamental, implementada en conjunto por AusAID y el Departamento de Cambio Climático. El proyecto piloto REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal), de 30 millones de dólares australianos, será implementado en la provincia indonesia de Jambi, ubicada en la costa este de Sumatra central.
Los bosques de Jambi están sufriendo altos niveles de deforestación como consecuencia de la expansión desenfrenada de las plantaciones de palma aceitera y de madera para celulosa de diversas empresas multinacionales, así como por las actividades de extracción maderera y minera. Las alteraciones ecológicas han causado sequía e incendios durante la estación seca e inundaciones y desprendimiento de tierras durante la estación lluviosa.
El proyecto REDD, cuyo supuesto objetivo es pagar para que no se talen bosques y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fue denunciado por diversas ONGs de Indonesia y Australia por ser una mera “fuente de créditos baratos para aumentar las emisiones en Australia”, tal como sostiene Arif Munandar, Director Ejecutivo de WALHI (Amigos de la Tierra Indonesia) para la región de Jambi.
“Los modelos del Ministerio de Finanzas muestran que el gobierno [australiano] planea lograr su objetivo de reducción de emisiones del 5% (30,75 MtCO2) comprando 46MtCO2 de compensaciones fuera del país, es decir, ¡comprando más toneladas en compensaciones de carbono que lo que va a reducir sus emisiones! Sin compensaciones, el modelo muestra que nuestras emisiones, en realidad, aumentarían en más de un 5%”, explicó James Goodman, de Amigos de la Tierra Australia, quien agregó que tales “compensaciones” no reducen las emisiones globales de carbono, sino que generan una peligrosa pantalla de humo tras la cual el gobierno australiano puede esconder su falta de acción sobre el cambio climático y el uso continuo de combustibles fósiles.
Muchas organizaciones sociales comparten esta preocupación. Una declaración del Grupo Durban por Justicia Climática contra los Mecanismos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal expresa que: “Las nuevas licencias para contaminar que serán generadas a través de REDD están diseñadas de tal forma que obstruyen la única solución factible para el cambio climático: mantener el petróleo, el carbón y el gas bajo tierra.” “Al igual que los créditos del MDL, estos créditos exacerban el cambio climático al otorgar incentivos a las empresas y a los países industrializados para atrasar el cambio estructural radical de los sistemas de producción, consumo y transporte dependientes del combustible fósil, absolutamente necesario para enfrentar el problema del cambio climático. Malgastan un tiempo precioso que el mundo ya no tiene.” (2)
Resulta difícil creer en las buenas intenciones para evitar la deforestación cuando, como recuerda Chris Lang (ver Boletín Nº 145 del WRM), “Indonesia fue el primer país del mundo en establecer una legislación sobre inversiones REDD. Pero, a comienzos de este año, el mismo gobierno indonesio decidió permitir la expansión de las plantaciones de palma aceitera sobre las turberas. Para cultivar palma aceitera o árboles para celulosa en las turberas, el terreno debe ser despejado y drenado, lo cual libera millones de toneladas de CO2 hacia la atmósfera. Las autoridades permiten que las empresas de celulosa talen los bosques nativos y hacen la vista gorda cuando utilizan madera ilegal.”
WAHLI Jambi y Amigos de la Tierra Australia temen también “que los proyectos REDD socavarán los derechos de los pueblos indígenas y dependientes del bosque de la zona. En setiembre de 2009, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas escribió al gobierno de Indonesia expresando su preocupación porque las normas sobre REDD del país no respetan los derechos de los pueblos indígenas. Los documentos del proyecto REDD indonesio-australiano de Kalimantán no garantizan los derechos de los pueblos indígenas de la zona.”
Como muchos lo advirtieron, usando como pantalla los mecanismos REDD, aumenta la apropiación de tierras y se fomentan las transacciones financieras para beneficio de las grandes empresas. Mientras tanto, el futuro de todos nosotros se calienta cada vez más.
(1) http://www.foe.org.au/news/2010/sumatran-forest-carbon-deal-slammed-by-australian-and-indonesian-environment-groups
(2) http://www.wrm.org.uy/COP15/durban.pdf