La fiebre por las Concesiones de Carbono: más robo de tierras y deforestación

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Este boletín centra su atención en lo que el Secretariado del WRM considera como una causa central de deforestación y del despojo a gran escala que sufren los pueblos de los bosques: la imposición de concesiones de tierras como instrumento para separar, dividir y cartografiar la tierra (y los bosques) para beneficio de determinados intereses económicos y políticos.

No es un tema fácil. Nos obliga a reflexionar profundamente sobre las percepciones dominantes en torno a la ‘tierra’, cómo intentan aislarla violentamente del resto de la ‘naturaleza’, incluidos quienes la habitan, y cómo los colonizadores y las élites capitalistas la han estado organizando y utilizando según sus intereses.

Algunos artículos de este boletín exploran historias de la época colonial sobre cómo se impusieron y resistieron las concesiones en el Amazonas, el Sudeste Asiático y la cuenca del Congo. En algunos casos, como los artículos centrados en la RD Congo y Tailandia, es posible comprender claramente las repercusiones directas y profundas que estas historias tienen en la actual violencia, discriminación y luchas por la tierra. El artículo centrado en la resistencia de las mujeres en Brasil, alerta sobre cómo la privatización de las concesiones de conservación es una grave amenaza para los medios de vida y las culturas de las poblaciones locales. Otro artículo alerta sobre la presión internacional para crear más Áreas Protegidas ‘sin personas’ y denuncia la tendencia actual de privatizar la gestión de estos Parques, en particular en el continente africano.

En estrecha relación con esta avanzada por más Áreas Protegidas, existe el grave riesgo de una gran expansión de otro tipo de concesiones para ejercer el control sobre las tierras de bosques tropicales: las Concesiones de Carbono. Estas concesiones tienen como objetivo controlar, en particular, el carbono convertido en mercancía guardado en el bosque y otros llamados ‘servicios ecosistémicos’. Los actores, como ONG conservacionistas internacionales, empresas multinacionales, corredores de bolsa, bancos, comerciantes, organismos de certificación, gobiernos y otros, compiten (y facilitan) el comercio de créditos y compensaciones de carbono al tiempo que amplían los formas de control de la tierra.

Cientos de empresas multinacionales y más de 130 gobiernos se han comprometido con innumerables objetivos de emisiones ‘netas cero’, que junto con el impulso de las llamadas soluciones basadas en la naturaleza explican la fiebre de las Concesiones de Carbono. Esta gran ola de objetivos climáticos también explica por qué tales concesiones tienden a ser mucho más grandes que la mayoría de los proyectos de carbono forestal promovidos hasta ahora.

En este contexto, por ejemplo, a fines de 2021, la empresa Mayur Renewables PNG (MR), subsidiaria de Mayur Resources (MRL), obtuvo tres Concesiones de Carbono del gobierno de Papúa Nueva Guinea (PNG), cubriendo aproximadamente 800.000 hectáreas de bosque. Estas concesiones tienen un período de acreditación de más de 30 años y, según la empresa, se trata de “proyectos REDD de compensación de carbono basados ​​en la naturaleza”. (1). El objetivo de la compañía es expandirse a 1,4 millones de hectáreas.

MRL, con sede en PNG, tiene como objetivo convertirse en el principal proveedor en la región de “productos de cemento y cal neutros en carbono”, y se supone que estas Concesiones de Carbono convertirán su Proyecto Central de Cemento y Piedra Caliza, cerca de Port Moresby, en un negocio ‘neutro en carbono’. (2)

En diciembre de 2021, VT Carbon Partners otorgó a MR una línea de crédito de 3 millones de dólares estadounidenses. VT Carbon Partners es un fondo de administración conjunta de Viridios Capital y Tribeca Investment Partners. Se lanzó en 2021 con una cartera inicial de 500 millones de dólares australianos (más de 360 ​​millones de dólares estadounidenses) que se aplicará a ‘proyectos basados ​​en la naturaleza’ certificados por Verra. Con estas grandes Concesiones de Carbono y planes de expansión, PNG se convertiría en uno de los productores de créditos de carbono más grandes del mundo.

Durante un seminario web realizado en 2021, el director ejecutivo de Viridios Capital afirmó que “Aquí se puede crear una industria completamente nueva y potencialmente también un nuevo mercado de exportación para PNG. Solo pensando en el requisito de que los países desarrollados mitiguen sus emisiones (…), especialmente los países desarrollados vecinos, como Australia y Nueva Zelanda, que necesitan esas compensaciones. Y eso crearía una industria completamente nueva en PNG, que incluya a las comunidades locales, las cuales necesitarían volver a capacitarse en el manejo adecuado de los bosques, y también capacitación de la ciencia y la academia en nuevas tecnologías”. (3) (énfasis añadido)

Este CEO debe estar pensando que el manejo adecuado de los bosques es aquél en el que el uso del bosque es solo para beneficio de los intereses lucrativos de los inversionistas de las concesiones, y para lo cual las comunidades locales necesitan volver a ser capacitadas acerca de cómo deben comportarse, y vivir de manera diferente a su propia forma de coexistir y utilizar el bosque.

De manera similar, aunque con mucha mayor controversia en los medios, en noviembre de 2021, un acuerdo entre el gobierno de Malasia y Hoch Standard Ptd. Ltd., con sede en Singapur, otorgó a la compañía más de dos millones de hectáreas de bosques tropicales como Concesión de Carbono en el estado malasio de Sabah, en la isla de Borneo. El plan era ampliar el proyecto a cuatro millones de hectáreas. Según el acuerdo, las entidades extranjeras tendrían derechos sobre estos bosques durante los próximos 100 a 200 años. Las consultoras internacionales Tierra Australia y Global Nature Capital también participaron en las negociaciones del acuerdo.

Los medios de difusión así como las organizaciones y grupos de la sociedad civil de Sabah generaron una fuerte atención en el acuerdo, tanto que en febrero de 2022 el Fiscal General del Estado de Sabah emitió un comunicado de prensa en el que describió al ‘Acuerdo de Conservación de la Naturaleza’ como “jurídicamente inválido”. Sin embargo, diez días después, y a pesar de las numerosas imposibilidades técnicas que se han encontrado para firmar este acuerdo, el viceministro principal de Sabah, Jeffrey Kitingan, dijo que “todo está bien” con el Acuerdo. (4)

Una líder indígena de Sabah reflexionó sobre este Acuerdo y sobre la absoluta falta de consideración hacia los grupos indígenas que viven en esos bosques, “¿Se está repitiendo la historia? ¿Todavía no estamos libres ni curados de nuestras historias de la época colonial y de los tiempos de guerra? (5) En realidad, una pregunta muy válida.

(1) Mayur Resources, Mayur’s forest carbon concessions granted paving pathway to “net zero” projects and opportunity to provide high quality carbon credits for global carbon markets, 2022.
(2) Pacific News Services, Mayur gets carbon concessions, 2022.
(3) Mayur Resources Forest Carbon Concessions Investor Webinar, January 2022.
(4) REDD-Monitor, A question for Jeffrey Kitingan, Sabah’s Deputy Chief Minister: Who owns Lionsgate, the company registered in the British Virgin Islands that owns all the shares in Hoch Standard?, February 2022.
(5) Mongabay, Is colonial history repeating itself with Sabah forest carbon deal?, 2021.