PAN se suma a la lucha contra los árboles transgénicos

Imagen
WRM default image

Entre el 28 de noviembre y el 3 de diciembre de 2007 se realizó en Penang, Malasia, la 6ª reunión internacional de la Red de Acción en Plaguicidas (Pesticide Action Network-PAN), en la que se celebró el 25 aniversario de la fundación de esta Red en la misma ciudad que la vio nacer: Penang.

PAN es una red de más de 600 organizaciones no gubernamentales, instituciones e individuos, que en más de 90 países trabajan para reemplazar el uso de plaguicidas peligrosos por alternativas ecológicamente sanas y socialmente justas.

Si bien en sus comienzos PAN se centró en la lucha contra el uso de agrotóxicos, los cambios tecnológicos trajeron consigo un nuevo problema -los cultivos agrícolas transgénicos- tema que fue incorporado a su agenda de trabajo hace ya bastante tiempo.

En esta última reunión, PAN también incluyó en su declaración de principios el tema de los árboles genéticamente manipulados, sumándose así formalmente a la oposición a los árboles transgénicos. En su declaración se planteó:

“Crear conciencia del peligro de los organismos genéticamente manipulados (OGMs) y trabajar para parar el desarrollo y el uso de los OGMs en los alimentos, agricultura, cultivos farmacéuticos y animales, árboles transgénicos ... exigiendo la implementación del Principio de Precaución para prevenir la expansión del  uso de los OGMs”.

PAN entiende que con la introducción de esta nueva tecnología se dificulta aun más la lucha por avanzar en el manejo ecológico y eliminar la producción, comercialización y el uso de plaguicidas peligrosos,  ya que ésta viene acompañada por un uso masivo de agrotóxicos  y por grandes monocultivos que están muy lejos de un modelo de producción sustentable que asegure la soberanía alimentaria de los pueblos.

La incorporación de los árboles transgenicos al trabajo de PAN es un elemento fundamental para la lucha contra el modelo impuesto por las grandes transnacionales. Aparte de generar nuevos riesgos e incertidumbres, los árboles transgénicos exacerbarán los impactos de los grandes monocultivos forestales, que ocupan tierras antes destinadas a la producción de alimentos y las ponen al servicio de grandes empresas transnacionales.

Uno de los impactos que se agravaría sería el vinculado al enorme consumo de agua de tales plantaciones, dado que una de las características que se pretende introducir es la de un crecimiento aún más rápido de los árboles, lo que implicaría un mayor uso del agua.

Pero los impactos no solo serán sobre agua, sino que también sobre la flora, - ya que se está investigando en la incorporación de genes para que los árboles sean resistentes a herbicidas- y sobre la fauna –con genes que otorguen a los árboles características insecticidas.

En definitiva, la manipulación genética apunta a consolidar y expandir un modelo de monocultivos de árboles que ya ha demostrado en todo el mundo resultar en graves impactos sociales y ambientales.

A lo largo de sus 25 años de vida, PAN ha tenido muchos logros, pero su trabajo se  vuelve cada día más complejo, al tener que enfrentar nuevos desafíos impuestos por un modelo agrícola y forestal insustentable. La incorporación de PAN a la campaña de oposición a los árboles transgénicos  es un elemento más para proteger la soberanía alimentaria, el derecho de los pueblos y la biodiversidad; en definitiva, para defender la vida.

Por María Isabel Cárcamo, RAPAL Uruguay, rapaluy@chasque.net, www.chasque.net/rapaluy