Paraguay: acción para proteger a pueblo indígena en aislamiento voluntario no admite demoras

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El pueblo indígena Ayoreo es una de las aproximadamente 100 tribus no contactadas del mundo y el único pueblo no contactado en Sudamérica fuera de la Amazonía. Los Totobiegosode (“gentes del lugar de los cerdos salvajes”) son el grupo más aislado de los Ayoreo y viven en el Chaco, una vasta extensión de bosque denso y enmarañado que se extiende desde Paraguay a Bolivia y Argentina. En una comunicación de emergencia enviada a las Naciones Unidos en noviembre de 2008 por Survival International (1), se advierte que estos indígenas son extremadamente vulnerables a toda forma de contacto con personas externas, porque no tienen inmunidad a ciertas enfermedades.

Aunque algunos han logrado evitar todo contacto con gente de afuera hasta el día de hoy, muchos han sido forzados desde 1969 a salir del bosque, empujados por la deforestación llevada a cabo por especuladores de tierras y empresarios ganaderos. Dos empresas brasileras - Yaguareté Porá SA y River Plate SA – están en estos momentos devastando el territorio ancestral y los medios de vida de los Totobiegosode, principalmente para dedicarlo a la cría de ganado para exportación de carne.

La publicación de fotos satelitales que revelan la destrucción de las tierras de este Pueblo Indígena, unida a una creciente cobertura del tema en los medios de prensa de todo el mundo y una campaña de cartas lanzada por Survival International, han dado como resultado una amplia condena y presión pública en Paraguay. El Consejo Nacional del Ambiente de Paraguay (CONAM) anunció la decisión de retirarle a Yaguareté la licencia para trabajar en la zona. Sin embargo, cuando un equipo del gobierno concurrió al sitio a investigar las actividades de la empresa brasilera Yaguareté Porá SA, empleados de la empresa le impidieron llevar a cabo su cometido. 

La Coalición Mundial por los Bosques (Global Forest Coalition, GFC) informa que “Esta tragedia está ocurriendo en el mayor reservorio de carbono de Paraguay y sucede en un departamento donde la deforestación está prohibida por Ley Departamental”. (3)

El área de bosque de los Totobiegosode destruido con máquinas topadoras se ha casi triplicado desde mayo del año pasado. El impulso a los agrocombustibles se ha sumado a la tradicional apropiación de tierras para la cría de ganado. El Ministro de Agricultura de Paraguay estuvo en la región del Chaco promoviendo cultivos para agrocombustibles como una actividad rentable. Las empresas argentinas Carlos Casado y Patagonia Bioenergía se asociaron en una empresa para producir en Paraguay agrocombustibles en base a la jatrofa (Jatropha curcas). (http://www.biodiesel.com.ar/?p=1001#more-1001).

De acuerdo con el informe divulgado por GFC, “la tierra de los Ayoreo está siendo deforestada con tremenda rapidez. Se talaron más de 200 hectáreas y hay otras 1.000 marcadas para ser cortadas a fines de año. Los deforestadores aseguran que van a cumplir esa meta “pase lo que pase”. Las tierras se destinarán al cultivo de 5 especies de oleaginosas para la producción de ‘biodiesel’, en especial Jatropha curcas. GFC informa que “la empresa Carlos casado ya tiene un ‘ensayo de campo’ de 15.000 hectáreas en la parte occidental del Chaco.”

Los proyectos y políticas que destruyen la diversidad cultural de la sociedad, el medio ambiente y el clima son lo opuesto a lo manifestado por el Presidente Fernando Lugo, quien prometió proteger los derechos de los Pueblos Indígenas y el medio ambiente. Tal como advierte Survival International, “Lugo debe tomar acción inmediata para proteger a los Ayoreo-Totobiegosode. Si no lo hace ya, entonces puede resultar demasiado tarde”. 

(1) “Emergency report to UN about uncontacted tribe”, Survival International,http://www.survival-international.org/news/3938

(2) “Glimmer of hope for uncontacted tribe”, Survival International, http://www.survival-international.org/news/3929

(3) “Agrofuel Production Threatens the Life of last remaining Indigenous Peoples Living in Voluntary Isolation South from the Amazonian Basin,” 11 December 2008, enviado por Rachel Smolker, Global Justice Ecology Project/Global Forest Coalition, e-mail:rsmolker@globaljusticeecology.org