Del 4 al 7 de diciembre ppdo. se realizó en Yaoundé la primera conferencia ministerial en el marco del seguimiento a la implementación de las decisiones adoptadas por los jefes de estado en la cumbre de marzo de 1999 realizada en la misma ciudad. El evento fue precedido de un encuentro de expertos de las oficinas forestales de los países de Africa Central. Los objetivos de los organizadores, que surgen claramente de la agenda propuesta, eran los siguientes:
- La adopción de un plan de acción a nivel subregional para el manejo sustentable de los bosques. Dicho plan --descrito como un plan de convergencia-- tenía como propósito la definición realista de objetivos para la subregión, indicando asimismo las actividades a ser realizadas a nivel nacional por cada uno de los estados con esa finalidad. La necesidad de convergencia se explica por la existencia de diferentes niveles de desarrollo forestal de los países de la región.
- La adopción de un mecanismo de monitoreo para coordinar la implementación del plan de convergencia. Se planteó la opción de un secretariado ejecutivo flexible y ágil (compuesto por una o dos personas), especialmente por razones presupuestales. La estructura de la organización comprende las siguientes autoridades: la cumbre de jefes de estado, la conferencia ministerial (cada dos años), el secretariado ejecutivo, un foro consultivo de expertos a nivel subregional con la participación de expertos forestales de la subregión --papel que ahora juega la Conferencia sobre Ecosistemas Forestales Húmedos de Africa Central-- y foros nacionales.
- La adopción de mecanismos de financiamiento para el plan de convergencia. El principal punto fue la generación de un mecanismo de financiamiento a largo plazo, con la finalidad de reducir la dependencia en la relación con los donantes. Se manejó una propuesta de creación de un fondo fiduciario.
- La firma de la Declaración de Yaoundé por parte de la República Democrática del Congo, que expresó su voluntad de incorporarse al proceso.
- La decisión acerca del lugar donde se realizará el próximo encuentro ministerial, que constituiría el punto de inicio para generar un sentimiento de pertenencia al proceso por parte de otros países de la subregión (hasta ahora todos los encuentros se han realizado en Camerún).
Sin embargo el encuentro fue un fracaso, lo que se debió a las siguientes razones:
1. Respecto de la participación. Se esperaba la presencia de siete delegaciones, encabezadas por sus respectivos ministros, en tanto hubo seis, de las cuales solamente tres (Camerún, Congo y República Centroafricana) estaban presididas por sus ministros. La presencia del ministro de este último país fue sólo posible gracias al envío de un avión por parte de la WWF. Los ministros de Chad y Gabón enviaron a último momento sendas notas excusándose por no asistir, sin explicar razones. Circularon versiones de que el ministro de Gabón fue disuadido de participar por miembros de su propio equipo, que ya estaban presentes en el encuentro. En cuanto al ministro de la República Democrática del Congo, no pudo concurrir por haber sido designado en el cargo sólo dos semanas antes del evento. Resulta claro que los estados del Africa Central carecen de la voluntad política para hacer avanzar el proceso y trabajar realmente para promover el manejo sustentable de los bosques.
2. Respecto de los aspectos sustantivos. No se adoptaron los principales documentos. No se discutió realmente acerca del plan de convergencia, ni se identificaron las principales acciones a ser implementadas a nivel nacional. Por otra parte, los ministros no pudieron llegar a un acuerdo ni en cuanto al monitoreo ni respecto de los mecanismos de financiamiento. En relación con estos últimos, los ministros ordenaron la realización de un estudio suplementario para la mejor comprensión del funcionamiento del fondo fiduciario.
3. La suspensión de las sesiones hasta marzo. Los ministros decidieron encontrarse nuevamente en marzo del 2001 con el fin de analizar los temas sobre los que no se llegó a un acuerdo en esta reunión, lo cual habrá de retrasar el proceso por lo menos durante tres meses.
Por último, es importante destacar que si bien el “plan de convergencia” puede contener algunos aspectos positivos, ignora casi por completo el papel y los derechos de las poblaciones locales, así como el rol de la sociedad civil en general respecto del manejo de los bosques. Tal actitud --vinculada al hecho de que la cuestión central de la adecuada administración y gobierno en el sector forestal no está incluida entre los objetivos del plan, y a la clara falta de voluntad política por parte de los gobiernos-- deja pocas esperanzas para el manejo sustentable de los bosques en la región.
Artículo basado en el informe resumen del encuentro realizado por Samuel Nguiffo.