En el momento de salida de este boletín del WRM, quienes hemos seguido de cerca los esfuerzos del Banco Mundial por elaborar una nueva Política forestal estamos conteniendo la respiración. El borrador de la nueva Política operativa (PO) sobre bosques será difundido en los próximos días. O al menos eso se nos ha dicho.
La fecha de difusión del borrador de PO fue pospuesta numerosas veces durante el año pasado. En respuesta a una carta de GLOBE, una organización de parlamentarios de varios países, el Vicepresidente del Banco Mundial para Desarrollo Social y Ambiental Sustentable, Ian Johnson, declaró a principios de noviembre de 2001 que el borrador de PO estaría públicamente disponible a fines de ese mismo mes.
Aparentemente el borrador de PO se trancó en una disputa interna del Banco Mundial sobre si la nueva Política forestal debía aplicarse o no al área (en crecimiento) del Banco Mundial de préstamos para la instrumentación de políticas, más conocidos como préstamos de ajuste estructural, y ahora rebautizados como préstamos programáticos.
Las ONGs han permanentemente exigido que la Política forestal se aplique a todas las operaciones del Banco Mundial que tengan impacto sobre los bosques. Ya el documento de Política forestal del Banco Mundial de 1991 había prometido aplicar un enfoque intersectorial al análisis de los bosques. Pero como muestra un estudio del Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco Mundial elaborado en enero de 2000, esta promesa no se tradujo en acciones prácticas. El estudio encontrópoca evidencia de que la política forestal estuviera integrada al análisis macroeconómico y sectorial, o a los préstamos para ajustes, infraestructura o a la agricultura. Y lo que es aún peor, el mismo estudio identifica la globalización y la liberalización del comercio, factores promovidos por los préstamos de ajuste estructural, como las fuerzas impulsoras de la deforestación.
Ahora queda por verse cómo la nueva PO sobre Bosques manejará ese tema tan importante.
El borrador de "Estrategia forestal revisada para el Grupo del Banco Mundial" fue colocado en la página web del Banco Mundial ( www.worldbank.org/forestry ) en junio de 2001. La diferencia entre una estrategia y una Política operativa del Banco Mundial es que la primera ofrece una guía puramente voluntaria, no obligatoria, mientras que la segunda constituye --al menos en principio-- una serie de instrucciones obligatorias para el personal del Banco Mundial. Como resultado, las PO representan un importante punto de referencia en base al cual los grupos de la sociedad civil pueden hacer responsable al personal del Banco Mundial.
El borrador de estrategia revisada anuncia que la nueva PO sobre bosques del Banco Mundial pretende eliminar la prohibición existente de la financiación directa por parte del Banco de actividades de madereo en bosques tropicales húmedos primarios. El argumento presentado por el Banco es que existe amplio apoyo para un "nuevo involucramiento" del Banco en el sector forestal como resultado de las consultas regionales efectuadas en todos los continentes en el año 2000. Este "nuevo involucramiento" se interpreta como el apoyo a las inversiones directas del Banco Mundial en operaciones forestales como forma de proteger los bosques.
Tal como se la plantea en el borrador de estrategia, la PO representa una ruptura con el documento de Política Forestal del Banco Mundial de 1991 y con la subsiguiente PO sobre bosques (PO 4.36), que prohibían explícitamente al Banco financiar el madereo en bosques tropicales húmedos primarios. El apoyo del Banco Mundial al madereo, incluyendo el financiamiento por parte de la CFI y MIGA (las filiales del Banco que subsidian al sector privado), abriría paso a la expansión del madereo industrial en gran escala. Gran parte de ese madereo se efectuaría en los bosques primarios de todo el mundo, donde rápidamente se generan ganancias.
Tan pronto como el borrador de Política operativa está públicamente disponible, las ONGs deberán presionar para lograr cambios que aseguren que el documento constituya una fuerte y clara política operativa de salvaguarda de los bosques, que:
- garantice los derechos de los habitantes de los bosques;
- asegure que los préstamos no vinculados al sector forestal no dañen los bosques ni a los pueblos que habitan en ellos;
- prohíba la financiación del Grupo del Banco Mundial de actividades de madereo en bosques primarios.
Por: Korinna Horta, integrante de la Comisión Directiva del WRM