Los bosques densos y húmedos de la República Centroafricana cubren aproximadamente cuatro millones de hectáreas. Si bien el país ha mantenido acuerdos de préstamo con el FMI que se remontan a la década de los 80, la presión aumentó cuando la República Centroafricana firmó un préstamo a tres años por US$ 66 millones con el FMI en 1998. El FMI ha promovido que el país aumente la explotación de sus recursos forestales y minerales. "Los recursos minerales en la República Centroafricana hasta ahora han sido explotados en forma insuficiente?" afirma un documento marco elaborado por el FMI, el Banco Mundial y la República Centroafricana en 1998.
La República Centroafricana siguió los consejos del FMI, y entre 1993 y 1999 triplicó su producción total de madera rolliza. Aproximadamente la mitad de las áreas de bosques húmedos esté ahora en manos de un grupo reducido de compañías madereras transnacionales. A pesar de los esfuerzos del gobierno por asegurar que las exportaciones sean de madera procesada como forma de captar los puestos de trabajo que se generan a partir de los productos con valor agregado, las exportaciones de troncos sin procesar han dominado cada vez más el sector, constituyendo hasta un 71 % de las exportaciones de madera en 1999.
El madereo en la República Centroafricana tiende a ser de naturaleza selectiva. Si bien la ausencia de operaciones de corta a talarrasa puede dar la impresión de que el impacto sobre los bosques sea menor, en realidad el efecto ha sido que las empresas madereras han penetrado más profundamente en el bosque en busca de las especies más valiosas, en particular los árboles de sapelli, ayous, y sipo.
Una vez finalizadas las actividades de madereo, se producen daños adicionales ocasionados por los colonos y los cazadores furtivos (en busca de carne de animales y de marfil) que logran acceso a nuevas áreas a través de los caminos abiertos para el madereo. Esto ha tenido trágicas consecuencias para las poblaciones de gorilas, elefantes y rinocerontes de la República Centroafricana:
- La supervivencia de dos especies de gorilas en peligro de extinción está amenazada por la continua intrusión humana y la caza furtiva ilegal.
- La expansión del madereo comercial, la habitación humana y el comercio de marfil han llevado a la reducción del hábitat disponible para los elefantes del bosque, que migran entre la República Centroafricana, Camerún y el Congo. Se estima que en la República Centroafricana y el Congo se matan más de 200 elefantes cada año.
- El rinoceronte negro occidental, una de las especies más amenazadas del mundo, del que quizás queden menos de 10 animales sobrevivientes, ya fue eliminado de la República Centroafricana, debido a la caza furtiva excesiva.
También se aprobaron nuevos códigos de minería en el año 2000, de acuerdo a las instrucciones del FMI. En 2001, se aprobó una nueva ley financiera que dispuso la reducción de impuestos sobre la exportación de minerales. Se anticipa que estas medidas causarín daños adicionales a las áreas naturales del país.
Por: Jason Tockman, "The IMF: Funding Deforestation", American Lands Alliance, noviembre de 2001.