La Revisión de certificación de plantaciones del Consejo de Manejo Forestal (Forest Stewardship Council – FSC) finalmente está en marcha. La comisión de 12 miembros electa para implementar la primera parte de este proceso (la “fase de políticas”) se reunió por primera vez del 9 al 11 de marzo en Estocolmo, Suecia. Cuatro miembros –dos del norte y dos del sur- de cada una de las tres cámaras (social, ambiental y económica) tendrán a su cargo la tarea de llevar adelante este proceso y elaborar directivas claras para la certificación de plantaciones en el futuro. Una posible segunda “fase técnica” está ahora siendo discutida por los miembros de dicho comité.
El WRM saluda este proceso de revisión, que nuestra organización viene solicitando desde hace muchos años y al que hemos contribuido -desde fuera- de muy diversas maneras. En 1997, el WRM difundió una crítica detallada de las carencias del principio del FSC sobre plantaciones (“ Comentarios sobre el principio 10 del FSC: Plantaciones ”). En 2001 invitamos a los miembros del FSC a que “revisen por completo el tema de la certificación de plantaciones, que tomen en cuenta la abundante documentación existente referente a la básica insustentabilidad del modelo de plantaciones forestales y que, o bien excluyan completamente a las plantaciones de la certificación del FSC o que modifiquen substancialmente el principio 10”. En 2002, en vísperas de la asamblea general del FSC “exhortamos a los miembros del FSC a abrir la discusión sobre la certificación de plantaciones en general y sobre el principio 10 en particular”. En 2003 el WRM publicó “Certificando lo incertificable” un libro basado en estudios de caso que documenta los problemas presentados en Tailandia y Brasil con las plantaciones certificadas por el FSC. Además hemos producido dos ediciones completas del boletín del WRM dedicadas a los problemas generados por la certificación de plantaciones y una serie de artículos críticos sobre la certificación de plantaciones en diversos países.
El WRM participó además en la reunión de Bonn de 2004, en la que se inició el proceso de la Revisión de plantaciones del FSC, con una presentación en la que expresamos nuestra preocupación por la certificación de plantaciones del FSC, al tiempo que ofrecimos nuestra asistencia para proporcionar información relevante sobre los impactos documentados de las plantaciones de árboles en gran escala -tanto certificadas como no certificadas-, y para acompañar a los miembros de la Comisión de revisión de Plantaciones del FSC a visitar las comunidades locales afectadas por las plantaciones.
En la reunión de Bonn, hicimos además una serie de recomendaciones para la revisión, siendo la más importante que el FSC debería suspender nuevas certificaciones de plantaciones industriales de árboles en gran escala hasta finalizar la revisión. El argumento de esta recomendación era que al iniciar una revisión, el FSC aceptaba la existencia de problemas que debían ser resueltos y que era tiempo de evaluar la experiencia antes de avanzar en la certificación de plantaciones. Lamentablemente este pedido de una moratoria no fue discutido en ese momento. Sin embargo, el tema ha vuelto a surgir en esta primera reunión de la Comisión de revisión, donde se decidió solicitar opinión sobre el tema al Directorio del FSC.
Si bien tenemos confianza en que la Comisión de Revisión tiene la voluntad y la capacidad para llevar adelante de forma seria y abierta el proceso de revisión, sentimos la necesidad de expresar nuestra sorpresa ante la elección de Luis Fernando Jara como representante de la cámara ambiental del Sur. El Sr. Jara es el gerente general de una compañía –PROFAFOR S.A.- que ha establecido plantaciones de sumidero de carbono en Ecuador para la fundación holandesa FACE. Estas plantaciones –certificadas por el FSC— han causado graves impactos sociales y ambientales, que se documentan en una investigación recientemente finalizada (ver http://www.wrm.org.uy/paises/Ecuador/face.html). No tenemos nada personal contra el Sr. Jara, pero creemos que ante tales circunstancias se debería reconsiderar su participación en esta comisión, en particular debido a su involucramiento directo en las plantaciones de FACE-PROFAFOR actualmente cuestionadas.
Mas allá de lo anterior, deseamos expresar nuevamente nuestra confianza en este proceso y reiterar lo que afirmamos en febrero de 2001: “la fortaleza principal del FSC es su credibilidad pública. La certificación de operaciones forestales insustentables --tales como los monocultivos de árboles a gran escala-- pueden erosionar esta credibilidad. Solo una revisión crítica por parte del FSC de sus propios principios puede incrementar esta credibilidad. Nosotros esperamos sinceramente que el FSC pueda hacerlo”.