Sudáfrica: nuevo llamamiento a una moratoria para las plantaciones madereras

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Timberwatch, una coalición de personas y ONGs ambientalistas, ha renovado el llamamiento que realizara durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en 2002, reclamando al gobierno sudafricano --así como a la industria maderera—la suspensión de la instalación de nuevas plantaciones industriales de árboles en zonas de vegetación natural, especialmente las praderas.

Las plantaciones industriales de árboles existentes en Sudáfrica abarcan más de 1.500.000 hectáreas, concentradas en las zonas de mayor índice de precipitaciones de las provincias de Kwazulu-Natal y Mpumalanga (ver Boletín 44 del WRM). Se estima que hay 1.700.000 hectáreas más que han sido invadidas por árboles de plantaciones exóticas, principalmente pino, eucalipto y acacia, en un país que es el hábitat de especies únicas y endémicas.

En el esquema comercial de monocultivo a gran escala que se aplica a nivel mundial, los extensos lotes madereros vinculados a las fábricas de celulosa y papel se establecen sobre tierras comunitarias o públicas, desplazando a las comunidades. En busca de madera barata --generalmente con el apoyo de dineros públicos (subsidios directos e indirectos) y bajo el disfraz de que sirven para mejorar la vida de la población rural-- empresas gigantescas se apoderan de la tierra y los recursos hídricos.

Y la regla es que, incumpliendo las promesas, mientras las plantaciones madereras se expanden, la población rural se empobrece y se ve forzada a abandonar sus hogares tradicionales en busca de un trabajo mal pago en las ciudades, o a establecerse en zonas naturales sensibles como el bosque Dukuduku, cerca del lago Santa Lucía.

Timberwatch denuncia que la industria maderera en Sudáfrica es viable sólo gracias a que no asume su responsabilidad por los costos e impactos derivados de sus actividades. La Coalición exige que se realice una investigación completa de la industria para mostrar cómo está artificialmente subsidiada en detrimento de otros usos tradicionales y sustentables de la tierra. El costo que paga la sociedad para controlar la invasión de árboles exóticos provenientes de las plantaciones, en particular especies como la acacia, es un ejemplo de cómo se subsidia a la industria maderera.

En línea con lo anterior y junto con el reclamo de una moratoria para nuevas plantaciones forestales industriales, Timberwatch exige que antes de autorizar más plantaciones industriales de madera en tierras vírgenes, la industria maderera corte y utilice como suministro los árboles de las áreas invadidas.

Artículo basado en información obtenida de: “Renewal of NGO Call for a Moratorium on New Timber Plantations”, 15 de octubre de 2003, publicado en nombre de la coalición Timberwatch por Wally Menne, correo electrónico: plantnet@iafrica.com , http://www.timberwatch.org.za