Grupos por la democracia y ambientalistas de Tailandia y la región han mostrado sorpresa e indignación por la forma en que Twentieth Century Fox ha utilizado la fuerza de su poder y dinero para producir la película 'The Beach', protagonizada por Leonardo DiCaprio
A fines de 1998, esta empresa estadounidense, propiedad del imperio Rupert Murdoch News Corp, pasó con los buldozers y transformó la zona de Maya Beach, ubicada en el Parque Nacional Phi Phi Islands, tan sólo para realizar una filmación durante dos semanas. El escenario era considerado no suficientemente adecuado para reflejar el ideal hollywoodiano de un "paraíso tropical". Los productores del film no sólo cometieron un delito ecológico plausible de ser sancionado por la ley, sino que también deben ser condenados por el desprecio que demostraron hacia la población local, que considera Maya Beach como un lugar sagrado.
Para evitar conflictos, los productores podrían haber filmado las escenas de "The Beach" utilizando dos lugares diferentes o recurriendo a efectos especiales con el fin de obtener la visión deseada. No obstante insistieron en seguir adelante con la filmación en la isla Phi Phi Leh, seguros de que contarían con el apoyo de la burocracia y los políticos tailandeses, quienes se muestran más preocupados en utilizar la ley en su propia conveniencia que en proteger la integridad del sistema legal para el bien público.
Como era de esperar, los residentes locales y grupos de la sociedad civil hicieron todos los esfuerzos posibles para protestar contra la liquidación de las leyes relacionadas con parques nacionales en beneficio de Hollywood. Desgraciadamente no lograron frenar a tiempo la destrucción ambiental en Phi phi Leh. Sin embargo, en enero de 1999 se presentaron demandas contra la Fox, agencias y funcionarios de gobierno implicados, que permitieron que los productores del film devastaran la zona.
Para empeorar aún más las cosas, Fox, que sigue enfrentando el juicio, logró convencer a la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT) y ahora está copatrocinando una campaña turística para promover "The Beach" y las playas del país. Esto configura una infeliz situación, no sólo para la sociedad tailandesa que está enfrentando políticas perjudiciales y corruptas, sino también para la imagen del país, dado que muestra que sus gobernantes son apenas títeres del gran capital internacional, ávidos de vender lo que sea y carentes de todo orgullo y dignidad.
A pesar de los constantes esfuerzos de propaganda realizados para distorsionar la verdad y de la táctica intimidatoria adoptada por el poderoso lobby que lleva adelante la producción del polémico film, el movimiento de protesta en Tailandia ha de continuar denunciando ante el mundo este escándalo y luchando para que se haga justicia. Esta instancia es de fundamental importancia para evitar que las leyes ambientales del país sean saboteadas y para evitar que otras reservas naturales sean víctimas de invasores inescrupulosos y delincuentes ambientales.
Para lograr éxito en nuestra lucha, solicitamos a la comunidad internacional que apoye activamente la Campaña por Justicia en Maya Bay escribiendo cartas al productor Andrew McDonald manifestando el apoyo al boycott a la película.
Fuente: Tourism Investigation&Monitoring Team - Bangkok;