Los bosques de Tanzania están desapareciendo de manera acelerada y la tala ilegal es la principal causa de ello. El gobierno no sólo parece ser incapaz de abordar la presente situación, sino que los propios funcionarios forestales han sido acusados de estar directamente implicados en el comercio ilegal de madera. Entre los sospechosos se encuentran también comerciantes del rubro, aserraderistas, compañías madereras y particulares (ver Boletín 27 del WRM).
Noticias llegadas recientemente de ese país señalan que el gobierno ha lanzado una ambiciosa campaña de plantación de árboles con el objetivo de "reverdecer" el país, mediante la plantación de cien millones de árboles. De acuerdo con el punto de vista oficial, la destrucción de los bosques es particularmente alarmante en las zonas rurales donde se practica la agricultura y la ganadería migrantes tradicionales.
Miles de refugiados de Rwanda y Burundi han emigrado a Tanzania para escapar de la situación de violencia extrema que afecta a sus respectivos países debido a los conflictos existentes. Las autoridades han instado recientemente a los refugiados de Burundi en la región occidental de Kigoma a dejar de cortar árboles y a sumarse a la campaña "verde" del gobierno. Así como sus anfitriones tanzaneses, los refugiados dependen en gran medida de la leña para satisfacer sus requerimientos energéticos cotidianos, dado que ésta es por lejos la fuente de energía más importante del país, tal como sucede en Africa en general.
Esta iniciativa del gobierno merece algunos comentarios. No resulta claro si las autoridades están encarando una campaña de reforestación o de forestación. La diferencia es capital, puesto que la primera significa que se plantarán con especies nativas áreas que solían estar cubiertas de bosque, apuntando así a la rehabilitación del ecosistema original, en tanto la segunda consiste en la plantación de árboles exóticos, generalmente especies de rápido crecimiento. Las consecuencias de ambos enfoques desde el punto de vista social y ambiental son completamente diferentes, por lo que es necesario aclarar la cuestión. Por otra parte, el análisis oficial de las causas de la deforestación parece ser claramente tendencioso en contra de los pobres. Al ponerse énfasis en la agricultura migratoria, el pastoreo y el uso de la leña por parte de las poblaciones locales y de los refugiados, no se mencionan en absoluto la intensificación de la producción de cultivos de exportación en zonas semiáridas -que ha llevado a desencadenar procesos de erosión y desertificación- ni el madereo comercial ilegal -la principal causa de deforestación en el país- que a su vez se vincula a la corrupción imperante a nivel de las propias oficinas y funcionarios gubernamentales.
Fuente: Panafrican News Agency, 29/11/99; Guía del Mundo 1997/98.